Harrison:
Prácticamente fui arrastrado a una jodida limusina después de tremenda bomba expulsada por esa fastidiosa mujer, sin tiempo alguno para perseguirla hasta su habitación.
Dios, es que su rostro aparece en mi mente a cada rato.
Suena el tono de mi padre pero no me interesa, hoy de todos los días no me interesa contestarle.
A cuestas me levanto de la cama y camino hacia la cocina, cuando intento preparar mi desayuno suena un golpe en la puerta.
¡Me cago en la puta!
Abro de mala gana sin pensar que la persona que estaría del otro lado sería la persona que arruino todo.
-¿Y tú que chingados haces aquí?
-Esa no es la forma de hablarle a tu prometida. -dice pasando por debajo de mi brazo; sus detestables tacones traquetean mi suelo y me fastidia.
-¿Prome...Tú no entendiste que no me casare contigo ¿cierto?.-digo más que molesto.
-Lamentablemente no tienes opción Gray.
-¿Quieres ver que si?-la reto.-puedo preguntar ¿Cómo carajos sabes donde vivo? Ni mi padre lo sabe.
-Por favor...-exclama antes de sentarse en mi sillón.-puedo averiguar lo que quiera en un segundo.
-Felicidades...-rio con ironía.-sal de mi casa.
-Será nuestra en un tiempo, cariño.
-¿Acaso hablo japonés o tienes una nuez como cerebro?.-me acerco a ella.-yo..-tal vez despacio si lo entienda.-no...-me desespera al mil.-me casare..-sujeto su barbilla para que alce el rostro y me vea.-contigo.
-¿No te enseñaron a respetar a una mujer?.-dice quitándose de mi agarre.
-¿Y a ti a no decir mentiras? Porque ayer dijiste la peor de todas.
-Lo dices solo porque lo dije frente a la chica.
-Si...-la obligo a pararse.-porque te metiste con la chica que amo y porque te desprecio más que a mi padre.
-Alissa White...-escuchar el nombre de su boca me repugna hasta la médula.-es una chica linda.-la arrastro hasta la puerta pero gira de repente y su boca queda a centímetros de la mía.
-¿Se puede saber que demonios haces?
-Te iba a besar.
-¿Y lo dices tan fresca? Me tienes de hasta la mierda de cansado...-digo más que furioso.
-Sé que quieres besarme, lo veo en tus ojos Harrison.
-Por el amor a Dios y a todo lo bueno del mundo, déjame respirar...-se me hará una úlcera por su alma.-ahora lo único que quiero es que te vayas de mi casa...-digo antes de cerrar la puerta en su cara. -¡¡j***r!! ¿Acaso no tiene escrúpulos?.-mi teléfono suena una vez más pero esta vez es de la oficina.-¿QUE?.-contesto con un grito.
-¿Se puede saber porque no contestas tu jodido teléfono cuando llamo?
-Porque resulta que justo hoy no necesito hablar contigo ni mucho menos lo deseo.
-¿Que demonios sucedió ayer en la noche?
-¿De que hablas?
-Las noticias estallan contigo y Tina de portada.
-Lo que me faltaba...-exclamo rascando mi frente frenéticamente.
-Explicación, ahora.
-Te veré en la oficina, papá.-digo con los dientes apretados antes de colgar.
Espero que ella no vea esas estúpidas noticias, porque sé que si lo hace la lastimaran más de lo que ya lo hice ayer.
¡¡¡j***r!!!
¿Por qué me suceden estas cosas a mi? Estábamos bien y de repente estalló todo.
Tomo un baño rápido para ir a la oficina y aclarar este embrollo en el que me metió esa mujer odiosa. Conociendo a mi padre, dirá lo que sea que beneficie a la empresa sin pensar en lo que yo quiero y lo último que quiero es casarme con una mujer tan pretenciosa, manipuladora, arrogante y odiosa. Me repugna hasta la médula como se me queda viendo, parece que me quiere comer o algo y es asqueroso.
Duro menos de diez minutos en llegar a la empresa que está rodeada de cámaras y camionetas de la prensa. ¿Y ahora qué?
Salgo del auto y en menos de diez segundos, todos están corriendo para entrevistarme...
-Señor Gray ¿Cómo van los planes de boda?
-Señor ¿es verdad que este matrimonio es arreglado?
-Señor Gray ¿ama usted a la señorita Burton?
-A un lado...-exclaman los guardaespaldas de mi padre.-el Señor Gray no dará entrevistas ahora, a un lado.-aparta a todos los camarógrafos y me llevan directo a la empresa.
-¿Pero de que van este poco de paparazis?
-Déjame iluminarte..-dice mi padre con un periódico en la mano; ahora odio más a esa mujer que antes.
-¿Y eso?
-Lee el encabezado.-me dice en tono neutral; lo hago de mala gana.
"El auto de la señorita Burton es visto cerca de un edificio de apartamentos en el que se cree vive su compañero y prometido, Harrison Gray. Los arreglos para su boda beneficiaran no solo a sus empresas, también a las familias con posibles planes para extenderla lo más pronto posible."
-Esto es una pesadilla...-digo arrugando el papel.-¿a esa mujer quien le dio permiso para hacer todo esto?
-Creí que lo habían planeado ustedes.
-Para empezar...-rio con exasperación.-no me gusta ni un pelo de esa mujer.-formo una pelota con el periódico y la tiro con rabia en el suelo.-y amo a otra chica.
-¿Explícame quién lo planeó entonces?
-Algo tan barato solo se le pudo ocurrir a la víbora de tu mujer.
-No hables así de Catherine.
-Despierta. ¿Quieres?.-un escalofrío recorrió mi espalda cuando recordé que mi madre despertó ayer por la noche y yo no la pude ver por culpa de esa mujer.-demonios...-digo enojado.
-¿Y ahora que? -dice mi padre sin despegar sus ojos de mi. No le diré nada sobre mi madre porque se lo dirá a esa mujer y lo que menos quiero es que Catherine se de cuenta que despertó.
-Recordé que debo hacer algo...-empiezo a caminar pero me jala con fuerza.
-¿Acaso eres tonto o que? Tú de aquí no sales hasta que ese puño de hienas se vayan de ahí.
-Papá...-intento soltarme pero me arrastra hacia el ascensor.
-Deja de intentar soltarte, aquí soy yo el que da las órdenes y digo que no saldrás a menos que ellos se larguen de ahí.
-Necesito irme, papá.
-No me interesa...-presiona el botón y las puertas se cierran.-si quieres salir, darás la entrevista y dirás que te cansarás con ella.
-¿Disculpa? -lo veo directo a los ojos.
-¿Acaso creías que dejaría esta oportunidad que crearon los Burton?...-este hijo de la v***a que se cree.-esto beneficia a la empresa Harrison.-nuestras narices se rozan y siento más desprecio hacia él que antes.
-Me obligaras a casarme con esa mujer...-asiente ligeramente.-¿pero tú de que vas? Ni de chiste planeo casarme con ese fastidioso ser humano.-mi voz cargada de odio debe darle la señal de "Stop."
-Lo harás si quieres la empresa...-como si quisiera este fastidioso saco de excremento.
-Me tienes que estar jodiendo. Fuiste tú el que me obligó a unirme a esta mierda ¿y me amenazas?
-Es lo último que diré. -dice señalándome con un dedo mientras sale del ascensor.
Algún día terminaremos matándonos, estoy seguro...