Imagina la injusticia de no ser un delincuente y aun así estar esposado, imagina que tu sangre chorree por el piso y cuando un guardia lo ve en lugar de darte un trapo te da una golpiza y luego esquiva tu sangre con asco. Imagina la resignación que se siente al estar aquí a la espera de tu DESANGRO, cuando me tiraron en la sala llamada “el calabozo del sacrificio” pude ver todo aquello que imagine. Un lugar frío y desolador, tanto el techo como el suelo y las paredes eran de un cemento oscuro manchado de sangre negra por todas partes, la oscuridad del lugar parecía consumir a quienes estaban en su interior, la vida parecía abandonar lentamente el lugar. Había unos diez individuos blackblood, algunos golpeados, otros temblando de miedo y en una esquina un señor perteneciente al linaje Green

