Susana aún no tenía claro el propósito de Donald al acercarse a ella. Incluso como aliados, debían andarse con cuidado a cada paso. —Estoy bien. —Susana soltó todo su disgusto y volvió a su estado normal—. Puedo encargarme de este pequeño asunto. Habría muchos más obstáculos a los que enfrentarse en el futuro, pero ella no se detendría aquí. El camino a través del viejo amigo de Stanley había resultado infructuoso, haciendo que Susana viera la verdad con mayor claridad. En el pasado, la familia Morgan era rica e influyente. Stanley era una figura prominente en la ciudad, y la gente buscaba ganarse su favor, y las élites estaban dispuestas a asociarse con ellos. Ahora, Stanley estaba inculpado y encarcelado, y Adrián presionaba implacablemente sobre él, aparentemente decidido a llevarl

