Capitulo 1. Demasiado para él

1253 Words
4 MESES ANTES Valentina estaba feliz...ya tenía todo preparado para la boda... Ese día le habían hecho las últimas pruebas de maquillaje y peinado. Tenía el vestido Dior, los zapatos que se los diseñó especialmente Louboutin para la ocasión. Estaba todo listo. Su wedding planner la había contactado para ultimar algunos detalles y estaba regresando de un encuentro con el Cheff puesto que hubo una modificación de último minuto en el menú. Gian Franco, su novio, se excusó de acompañarla diciéndole que tenía una entrevista importante. A ella no le importaba, lo entendía. Gian Franco estaba detrás de una importante candidatura como diputado y últimamente tenía muchas reuniones con su partido político. Él era todo lo que había soñado siempre y más. Su novio anterior, lo había conocido cuando ambos eran muy jóvenes aún. Terminaron separándose pues chocaban mucho, ambos querían cosas diferentes de la vida. Mientras él quería salvar árboles o ballenas, o se adhería a la última causa de turno ella estaba levantando sola su propia compañía. Al final él se había unido a una ONG y se había trasladado a Sudamérica. Terminaron en buenos términos. Aunque lo quiso mucho no le rompió el corazón. Ella, no era tan apasionada como su hermana Chiara. De hecho a veces su novio le decía que era un poco fría, pero la verdad era que Valentina era bastante pragmática. Y a pesar de que Gian Franco creía que ella era fría, lo amaba con pasión. A él lo había conocido en una fiesta hacía un par de años, en ese momento ella tenía 26 y él también. Eran de circulos y orígenes parecidos. Él al igual que ella venía de una familia adinerada y muy reconocida en Italia, los Lorenzetti. Tenían una empresa metalúrgica y también negocios de minería. Eran tres hermanos varones y Gian Franco era el menor. Era un hombre honorable, atento, caballero. Siempre estaba a su lado, se acordaba de las fechas importantes y era muy amoroso. Aunque últimamente estuviera un poco disperso. Ella lo entendía , era por tener que lidiar con su candidatura y el casamiento. Tal vez demasiado para él que no acostumbraba ocuparse de tantas cosas a la vez. Ella era CEO de su propia compañía de indumentaria, accesorios y maquillaje. Aparte de ser la cara de varias marcas de moda las cuáles como bloguera devenida en influencer, publicitaba con mucho éxito. Ella tenía , al igual que su hermana Chiara, la moda corriendo por su sangre. No solo por ser una Ferrante. La familia de su padre había vestido incluso reyes desde la época medieval. Sino que su madre , hermana de un marqués, siempre había tenido mucha clase. Y eso sus hijas, Chiara y Valentina , lo habían heredado. Martina Ferrante , su madre , había sido una "Princesa Diana" italiana. Un icono de la moda en Milán en los '90. Y , al igual que la princesa Diana de Gales , había muerto en un trágico accidente automovilístico . Su padre siempre diría que ella fue el único y verdadero 'amor de su vida'... aunque claro, se había casado unos años después por tercera vez y había tenido dos hijas más, sus hermanas gemelas más pequeñas. Se llevaban con ella cinco años. Volviendo a Gian Franco. Tenía el paquete completo porque aparte de todo era increíblemente atractivo. Pasaba el metro ochenta de estatura, tenía cabello color arena, la piel de un rico tono apenas dorado, ojos azules y un cuerpo que le daría envidia al mismísimo *Miguel Angel. Aparte era muy cariñoso en la intimidad. La trataba como una princesa. O como la hija de una, para el caso. Aunque no vivían juntos aún, pues cada uno decidió conservar su apartamento de soltero, su idea era mudarse con él y luego irse a un apartamento más grande. Igualmente ella pasaba muchos días en casa de él, así que estaban mucho tiempo juntos. Los fines de semana salían con amigos. O se iban a navegar. Cuando no tenían algún evento de alfombra roja que ameritara la presencia de Valentina desde ya, dónde él siempre la acompañaba. Cómo al final había terminado más temprano, pensó en prepararle una cena sorpresa romántica. Aunque la gente solía pensar que Valentina no sabía ni cocinar un huevo frito, la realidad era muy alejada. Lucía, que había sido desde pequeña su nana y empleada de su padre, quién para ella luego de su madre había sido su gran referencia maternal le había enseñado a cocinar. Chiara , su hermana, era la que no sabía cocinar ni una ensalada pero ella sí. Y le gustaba hacerlo, más si era para alguien que amaba. Aparte la divertía y relajaba. Así que había ido a un mercado cercano donde sabía que tenían todo muy fresco y había comprado todos los ingredientes para hacer sus famosos "gnocci al pesto". Aparte también llevaba hogazas de pan recién horneado. Estaba vestida con unos jean Levis rectos, una camiseta de punto sin mangas al cuerpo de rayas horizontales negras y blancas, grandes gafas negras Ray Ban. Su cartera Birkin Croco negra y unos stilettos YSL. Su cabello oscuro y lacio por los hombros perfectamente peinado. Y cargada de paquetes. Así entro al piso de su futuro esposo. Dejó las cosas en la cocina incorporada. El apartamento era amplio, tenía una enorme cocina junto a la sala y tres habitaciones. Estaba preparando todo cuando un sonido la distrajo. Intuitivamente fue hacia la habitación de su novio, la puerta estaba entreabierta. Ella la empujó y los vió. Gian Franco estaba sobre una mujer...pero eso no fue lo peor. Cuando se dieron cuenta de que ella estaba allí clavada como una estatua , él tuvo la decencia de salir de arriba de su amante. Era Marina, su mejor amiga de toda la vida desde su infancia. La descarada no demostró culpa alguna por el contrario sonrió con satisfacción mientras su mundo se venía abajo y su corazón se rompía en mil pedazos. Ella podría haber hecho un escándalo claro. Pero nunca había sido como su hermana, incluso ella con la reputación que guardaba no era dada a encarnar ella misma escándalos sino que eran más bien como una estela que la seguían pues solía ir rompiendo corazones o familias. En ese momento se le cruzó la idea de que estaba pagando por las malas acciones pasadas de su hermana. Pero Valentina era hija de su madre, sobrina de un marqués y una Ferrante. Así que con toda la dignidad que pudo levantó su cabeza , se dió media vuelta y se dirigió a buscar sus cosas. — ¡Espera cara , puedo explicarlo ! — escuchó a sus espaldas. Y las voz de Marina. — Deja que se vaya Giannn... — con ese tono de niña pequeña caprichosa que siempre había tenido. Cuando estaba a punto de abrir la puerta él la detuvo tomándola del brazo. Tenía una sábana envuelta en sus caderas. — No te vayas Valentina , déjame explic...— ella lo cortó en seco pues lo interrumpió con sus palabras. Conteniendo las lágrimas lo miró y se zafó de su agarre. Acercó su rostro al de él y conteniendo toda su "pasión" que la instaba a golpearlo le dijo con rabia : — NUNCA MÁS TE ATREVAS A TOCARME — Se volteó y se marchó bajando las escaleras corriendo mientras las lágrimas corrían libres por su rostro y trataba de contener los sollozos que pugnaban por salir para no gritar de dolor por su corazón doblemente roto.
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