Pasajero

2. SESIÓN FOTOGRÁFICA

Hoy, por segunda vez en casi dos años de relación, desperté desbordando una felicidad indescriptible al tener en mis brazos a la mujer más increíble de todas y más afortunado fui al detallar el brillo del anillo en su mano. Embelesado por el sentimiento que me producía tan bella imagen, besé su mano, dedo a dedo, falange a falange, hasta que su despertar descubrió dos joyas que brillaban más que su anillo.

—Todavía no puedo creer lo que pasó anoche.

—¿Y crees que yo sí? Para mí todavía es un sueño que hayas aceptado.

—Lo dices como si nunca lo hubiese querido —reclamó con una bella sonrisa que aceleró mi corazón.

—No dije eso, pero aceptémoslo, no soy el tipo de hombre que estaría con alguien como tú.

—¿Alguien como yo? ¿Y cómo se supone que es alguien como yo?

Eso me encanta de nuestra intimidad, a ella puedo molestarla de muchas formas y sé que no lo tomará a mal, pues ante todo, sabe que la respeto y nunca le he dado pie para que piense lo contrario en ningún sentido, pero era divertido sacarle esas cuestiones entre risas y juegos, mismos en los que ella aprovechaba para quedar sobre mí, yo la dejaba tener el control y después la giraba haciéndole cosquillas hasta que las risas cesaban quedando un cruce de miradas muy especial con el corazón a mil.

—Una mujer como tú es alguien sensual, que atrae la atención de cualquiera —besé su hombro—, una chica lista y encantadora que le encanta disfrutar la vida de día y de noche —bajé hacia la clavícula.

—Me gusta, sigue.

—Eres una mujer divertida y responsable con su trabajo que destella pasión en lo que hace —continué el camino de besos hacia su escote encendiendo la chispa en ambos.

—¿Eso es una mujer como yo? —preguntó casi en un jadeo.

—No, eso eres tú, la mujer que formará parte de mi vida como mi esposa.

—¿Y qué harás para convencerme? Porque todavía estoy a tiempo de arrepentirme.

—Olvídalo, ya dijiste sí.

Entre apasionados besos las sábanas atestiguaron el amor que teníamos por el otro, eso, hasta que su celular dio aviso de un importante mensaje de su agencia para que se presentara de inmediato, así que nos dimos prisa continuando el encuentro en la ducha y por petición de ella la acompañé a la agencia, ya que tenía el día libre podría aprovechar para verla trabajar a la distancia.

—¿Me esperas para almorzar juntos?

—Claro, tómate tu tiempo.

Saludé al equipo y un par de personas con los que he trabajado, entre ellos el director de fotografía que es un gran amigo de Lucho y quien me ayudó con la publicidad cuando recién comenzaba en mi carrera, a él le debo bastante al no cobrarme nada en principio, al menos no dinero, pero sí solicitó mis servicios para trabajar en un par de eventos que me ayudaron a promocionarme.

Y luego dicen que no tengo motivos para considerarme afortunado.

Después de un par de horas fui al baño siendo interceptado por casualidad al salir por una presentadora de farándula muy famosa en el país, se me hizo extraño que me conociera, pero al mismo tiempo fue halagador. Conversamos acerca de tener una aparición en alguna ocasión en el programa, quizás una entrevista y varias ideas más que hablamos rápidamente, pero al tener afán, le entregué mi tarjeta y la de Lucho para que nos avisara y hablar después con más calma ya que ella iba a grabar.

Se me hizo extraño escuchar tanto ajetreo al regresar al set donde estaba Cata, algunas chicas mencionaron que harían una sesión especial y me hice a un lado para no molestar a nadie ya que estaban transportando varias cosas, pero antes de que pudiese ofrecer mi ayuda o preguntar de que sesión hablaban, la respuesta llegó por sí sola cuando salió Cata con un atuendo revelador que la hacía lucir despampanante, pero esa no fue la única sorpresa que me llevé, sino que también apareció Carlos, mi mejor amigo, provocando los gritos histéricos de varias mujeres.

Las cosas se agitaron más que antes en cuanto ellos pasaron al nuevo escenario que armaron en minutos, las indicaciones eran claras y las órdenes acatadas tornándose en una pareja romántica y rebelde según entiendo, lo que hacían a la perfección desbordando una química que sacaba más de un chillido de parte de las mujeres. La verdad no me sorprende considerando que trabajamos en la industria del entretenimiento, con diferentes carreras, pero los tres sabemos cómo es esto, en especial cuando se trata de publicidad.

—¿Andrés? —Lucho se acercó saludándome desconcertado—. ¿Qué haces aquí?

—Llamaron a Cata para la sesión y quise acompañarla, aunque no sabía que Carlos estaría con ella.

—S-Sí, Cata firmó un contrato y la empresa ya tenía a Carlos destinado para las fotos, les gustó el trabajo de ella y bueno, aquí estamos —contó algo nervioso.

—Me alegra, al menos están en confianza y lo bueno es que se llevan bien —contesté fascinado al analizar la sesión que cada vez era más llamativa.

—¿No te molesta que estén tan cerca?

—¿Por qué? Ellos son amigos, esto es trabajo y sé cómo funciona, si me pusiera celoso de cada hombre que han fotografiado con ella no dormiría tranquilo.

—Tienes mucha confianza.

—De eso se trata una relación, Lucho, la confianza y la comunicación son la clave y nosotros la tenemos, además, no quiero ser la piedra en su zapato, quiero verla triunfar.

—Lo sé, lo sé, pero seamos honestos, esto es…

—¿Ardiente? —asintió, a lo que reí palmeando su hombro—. Lucho, es trabajo, relájate, tampoco es como si tuvieran sexo o algo parecido. Sé que Carlos es un mujeriego, pero respetamos nuestra amistad y confío en ella.

—Claro, tienes razón, quizás es porque yo no podría salir con una modelo, no para algo serio.

—Confianza y comunicación, ese es un buen punto de partida sin importar la profesión del otro y cuando amas, amas de verdad, por elección.

En eso cambiamos de tema al hablarle de la entrevista, nos sumergimos en varias ideas para promocionar el disco en el que estaba trabajando y más porque estaba a puertas de lanzar el primer sencillo. Estábamos tan concentrados que nos olvidamos por completo de la sesión y nos enfrascamos en sacarle provecho a esta oportunidad, así, en lo que él hablaba con los productores del programa, yo hablaba con la disquera para saber si haríamos alguna grabación esta semana.

—Listo, todavía no hay nada confirmado, pero dijeron que hablarían con el equipo de producción, así te harán una extensa entrevista y podrás presentar mejor el álbum, aunque considero que es mejor esperar a que saques el primer sencillo.

—Perfecto, por mí esta misma semana lo hacemos.

—Que no te ganen las ansias, recuerda que tienes una agenda que atender.

—Y lo haremos bien, despreocúpate.

Un fuerte grito nos sacó de base, un grupo de fanáticas ingresaron al lugar junto a los de seguridad, pero lo que llamó nuestra atención no fue su alboroto, sino cuando una de ellas mencionó algo de un beso y señaló hacia donde estaban Cata y Carlos, y sí, resultó que él la estaba besando en el cuello mientras ella le abría paso al tirar su cabeza hacia atrás y colocaba sus manos en el descubierto abdomen de él.

El fotógrafo dio otras indicaciones haciendo más fogosa la escena y aunque no dije ni demostré nada, no pude evitar sentirme extraño, en especial porque Lucho estaba nervioso, también intentó controlarse, pero preferí sacudir mi mente de esas ideas y emociones sin sentido, confío en Cata, es mi prometida y sé que no haría nada con mi mejor amigo, así como él tampoco dañaría nuestra amistad con una traición de ese calibre.