Trío de amigos

5000 Words
Suelen decir que las cosas son de un solo color. Quizá no. Quizá quién dijo eso no conocía a Hannah, a mi o a Dylan. Y quizá no llegaron a imaginar en la percepción, ninguno de los tres era feliz con lo mismo. Si quiera compartíamos los mismos colores. Si tuviera que pensar,, en que color me describía a mi, seria en amarillo, a Hannah quizá morado o lila y a Dylan.... Estaba segura que el seria rojo. En fin, mi vida en la preparatoria cambio drástica mente estos últimos semestres gracias a diversas razones que creía no podrían pasarme a mi. Era como en aquellas historias que cuentan, lo gracioso es que siempre que veía películas y leía me parecía descabellado el como sucedían las cosas, ahora era consiente que la vida de todos pasaban diferentes y mi vida había sido un triste caos desde la última decisión que ella tomo. Sabía que las cosas eran difíciles, quizás en este último año si compartimos el color los tres, quizás después de tantos años la vida nos estaba poniendo en la misma sintonia, como lo había hecho cuando éramos unos niños, quizás a todos nos envolvió con el color rojo, uno brillante y destellante, de aquellos que mirabas en los letreros que te advertían de un peligro cercano. ¿Los tres éramos rojo? Quizá si Y eso me cambio la vida. *** Muerdo la tapa de la pluma tratando de resolver lo que se supone que haría la reacción en química, leí el ejemplo que se encontraba a un lado en un recuadro color rosa pastel un par de veces intentado que con ello pudiera resolverlo, lo hice un par de veces pero por más que intentaba no podía, me parecía muy díficil, y en lo único que podía pensar en estos momentos era otra cosa, no podía sacar de mi cabeza en la reacción que tendría mi mamá, ella siempre solía decir que yo tenía que tener buenas calificaciones, exigiéndome que era mi única obligación por lo cual tendría que irme bien, sabía yo que la calificación de mi examen sería baja, menor de seis encerrada con un marcador rojo brillante, esta situación constantemente me causaba ansiedad, realmente si tenía calificaciones buenas, a excepción de química. Era desastroso. Lo intentaba, pero lo único que conseguía era que mi ojo palpitara por el estrés que sentía. Durante toda mi vida había intentado tomar uno de los fragmentos que me gustaban de Hannah, perfección. La niña lista que no tenía ningún fallo, puesto que era ella. Era lista, inteligente y brillante, yo quería serlo sin embargo estaba demasiado lejos de serlo, eso apestaba. En un lapso de mi vida, quise dos cosas que tenía ella, su inteligencia y a Dylan. La forma en la cual había sentido por el en algún punto era tan difícil de explicar, sentir o hablar, era como si estuviera haciendo algo incorrecto, sin embargo se sentía de todo menos incorrecto. —Puedo ayudarte.-Insiste Dylan y yo niego mirando mi cuaderno intentando no mirar hacia el, por unas cuantas situaciones el se había botado de mi vida, no lo toleraba ya era como si en algún punto nada nos hubiera unido, no lo odiaba solo ya no estaba dispuesta a introducirlo en mi vida. Era hacer retroceder en el tiempo y hacer que las cosas se hicieran tristes o quizás se rompieran de nuevo, quizá con ello la estabilidad de ambos podría colgar de un hilo. Y no creía que eso fuera una idea brillante Para ninguno. —Vamos Andrea, ¿Cuándo dejarás de odiarme? Fue una niñeria...-podía notar el como en su tono de voz se escuchaba la suplica sin embargo también podías escuchar un tono molesto, le molestaba rogar. A mi me molestaba pensar en una vida en la cual todo se desmoronara por pensar en que algo aquí podría ser distinto. Odiarlo era demasiado, simplemente era molestia, enojo. El era un grosero y egocéntrico. Y aunque las paredes de los baños siempre lo hicieron ver perfecto, era un caos. Y posiblemente quienes conocían sus facetas a máximo esplendor, tal cual sabían que realmente lo era. Y por muy extraño que parezca, aún no se porque Hannah esta con el. Hannah era la típica niña inteligente que no sacaba menos de 9 en un examen, era muy popular, con todos en la escuela era amable, era graciosa y sumamente responsable. Junto con un sentido de la moda enorme, era simpática y era demasiado bonita. Lo único malo que tenía era una relación con Dylan. Hannah, Dylan y yo éramos el trío de amigos, inseparables. Hasta después de mi fiesta de cumpleaños número 9 las cosas comenzaron a ser complicadas, íbamos y veníamos hasta que simplemente yo me aparte, ellos se hicieron una relación apenas cumplieron trece. Y Hannah estaba enamorada de él desde que cumplió siete, nunca a estado con una persona que no sea el. Ambas solíamos pensar que ellos se casarían y yo iría como dama de honor. Aunque la verdadera razón por la cual me aparte era porque Dylan era cruel y a pesar de salir con Hannah el... La voz del maestro me saca de mis pensamientos, faltaba un poco, solo un poco para saber el resultado del examen. Tres lindos apellidos más. —Andrea eres una grosera.-Murmura Dylan con molestia, finjo no escucharlo y miro al maestro que le entrega el examen a Noemi. — ¿Me perdonarás algun día? Me giro para mirarlo y antes de que yo diga algo el maestro habla de nuevo. —Andrea Smith tres. Tres. —Demonios.-Farfullo en voz baja levantándome a tomar la tonta hoja. La miro y veo que tiene mayormente muchas cruces, me había ido terriblemente mal, al rededor de seis respuestas habían sido correctas. Regreso a mi lugar haciendo una enorme mueca quería llorar, siempre daba lo mejor de mi en esta materia pero no podía pasar jamás el examen, entregaba todos los trabajos y me pasaba noches enteras estudiando, aun que nunca parecía ser suficiente, me siento cayendo con lentitud haciendo drama, podría hacer un berrinche pero estaba cien por ciento segura de que era la calificación que me correspondía. inclusive el maestro siempre a tenido una flexibilidad gigante conmigo, supongo que notaba cuanto esfuerzo daba, era comprensible conmigo. Siento como Dylan me pica y me giro para verlo y él hace una mueca. —Puedo ayudarte, saque noventa y siete. Mi tres y yo nos podemos ir a llorar solos, gracias, jamás podría entender que hacía el para que sus calificaciones en un examen fuera tan buenas, literal el y Hannah eran unos cerebritos. —Estoy perfectamente bien así.-Le dije acomodando mi cabello a un lado y recargando mi mentón en mi mano, muchas cosas pasaban por mi cabeza haciéndome sentir mal. —Recuerdo que tú mamá te reprendía por tus calificaciones, ¿Sigue siendo así? Eso no te importa. Pero si. Regreso la mirada a mi cuaderno y hago una mueca de nuevo, me giro viendo el reloj y suspiro con lentitud para mi buena suerte estaba por terminar la clase algo sumamente bueno porque era demasiado aburrida y yo me encontraba sola ya que mis amigas estaban más lejos de mí que las Liars en descubrir quien es A. »Ella es mala en química y ustedes no, así que seguro le pasan las respuestas Jamás me pasó absolutamente nada, pero más vale prevenir que lamentar. O eso suele decir el maestro. Apenas suena el timbre tomo mis cosas y me levanto dirigiéndome a las dos chicas que me esperaban en la puerta, dulce libertad. —Smith , Benson y Carson vengan por favor. Hago un puchero y miro a las chicas quienes me muestran una mirada de lastima, me despido con una seña de ellas y veo como susurran un suerte antes de salir del lugar. Yo quería suerte. El maestro toma algunas hojas que tiene en su escritorio para apilarlas y guardarlas en su portafolio, se aclara la garganta y mira a Hannah y a Dylan—La señorita Smith-lo sabia- ha tenido bastantes problemas en la materia, tanto así que si vuelve a reprobar un examen reprueba el curso.-Dice y yo abro los ojos a par, bien pudo habérmelo dicho antes.—Ustedes dos son los que tienen mejor calificación hasta el momento, ¿Quién podría darle asesorías a la chica para que no repruebe. Esperaba que fuera Hannah, porque a pesar de que ya no eramos amigas ella no era Dylan, podía hacer las cosas más sencillas, ella y yo no eramos amigas pero no nos odiabamos. —Mis amigas pueden ayudarme.-Intervengo con rapidez haciendo que mis palabras suenen como un desliz, apenas entendíble. — ¡Oh! ¡También Alex! Su promedio es de noventa y cinco. —Podrían ayudarla.- acepta para después darme una hoja con indicaciones. –pero también uno de ellos, le repetiré el examen en dos semanas, junto con un ensayo de 3000 palabras. Aplano los labios y suspiro... —Yo...-Comienza Hannah pero Dylan la interrumpe. — ¡Yo lo haré! El maestro asiente y sale de ahí, Hannah le dedica una mirada para después cruzar los brazos molesta, pues más que evidente parecía como si la situación le emocionara, está apunto de decir algo cuando yo salgo de ahí con rapidez, lo menos que necesitaba era ver a la parejita feliz pelear. Si las asesorías me las daba el sería chica muerta, siempre que el y yo cruzabamos palabras yo terminaba enojada, siempre encontraba la manera de hacerme enojar. Llego a mi casillero y dejo mis cuadernos y camino a la cafetería, tropiezo al dar vuelta encontrándome con Alex Standall y no, no es de Thirteen rason why. —Tu belleza semeja torpeza.-Se burla recargandose en la pared, me estabilizó con su agarre y cuando ve que estoy bien me suelta. — ¡Es tu culpa! Yo solo caminaba.-dije enojada frunciendo las cejas, el pasa su brazo sobre mis hombros y caminamos. Alex era mi mejor amigo, una persona que llena cada parte de mi, alguien con quien me complementaba al máximo. — ¿A la cafetería?-asiento y sonríe.—Vamos. Alex se llevaba muy bien con mis amigas y yo con sus amigos. Normalmente nos sentábamos juntos en la mesa de al fondo la cual le nombraban la mesa maldita puesto que aquel se sentara ahí tendría mala suerte, eran boberías e infortunios que habían pasado, era una mesa común y corriente. Lo único que la destacaba de lo demás era su intenso color amarillo. Eso sí, supersticiones bobas que la gente creía. Bobos. Nadie se sentaba en esa mesa por miedo de dicha maldición pero a nosotros nos dio igual, aparte así siempre teníamos un lugar para nosotros. —Me enteré que tendrás tutor.-Dice y en su rostro se muestra una pizca de enfado, me suelta apenas entramos a la fila. — ¿Hannah o Dylan? Hago una mueca. —Dylan, ¿Sabes lo horrible que suena? No dejara —Tienes suerte de tenerme como amigo.-Dice analizando lo que hay de comida. —Te ayudaré a estudiar, bótalo a la basura. — Suena a una gran idea.- reí y mire las cosas que habían, pedí unos tacos y Alex igual, salvo que el con una Coca cola y yo un agua. Apenas pagamos salimos de la multitud de gente, caminamos a la mesa amarilla encontrando a Lola con Stefan y a Kilian junto con Ali y Nat. Apenas nos sentamos Ali ríe porque a Nat se le cayó la comida que apenas se iba a introducir a la boca, así que quedó con los labios entre abiertos con una cuchara vacía, hace una mueca y después un puchero. Stefan se ríe pero le da de su taco para que no se quedara con la boca abierta, gran amigo. Comenzamos a platicar hasta que todos se quedan callados mirando detrás de nosotros, me giro y veo a Dylan sonriéndome, mis cejas se fruncen un poco y suspiro. Regresó la mirada hacia los chicos y todos se ven molestos. Ellos lo odian. El me rompió el corazón. Ellos quieren matarlo. Él es un idiota. —Tienes diez segundos para irte de aquí.-Murmura Nat molesta y después frunce la cejas, a diferencia de mi ella si lo odiaba.—Ya pasaron tres. El silencio es incómodo, estar aquí en este preciso momento lo era. —Nat déjate de niñerías como si no me conocieras.-Dice con simpleza Dylan recargándose en la máquina de refrescos. — Ese es el problema.-susurro Stefan, Nat y el habían comenzado a salir, hasta que regreso con Hannah de nuevo. Al igual que conmigo hizo lo mismo. Claro, antes de ser amigas. Ella entrecierra los ojos aún más molesta sin embargo antes de que comience a romperle la cara Stefan la abraza por los hombros. —Creo que sabes a la perfección que aquí no eres bienvenido. — No vengo contigo si no con Andrea. Frunzo las cejas y cruzo los brazos, me estaba haciendo sentir tan frustrada, a pesar de que sabía que era por mi por lo que venía, por el hecho de las tutorías odiaba el como se comportaba con mis amigos, sinceramente me parecía un patán.. — ¿Viniste a meterte con mis amigos? Su ceja se frunce un poco y yo alzo las cejas y frunzo los labios mirándolo a él y luego a mis tacos, iría esta tarde a la tienda de la abuela, quería algo con chocolate. —Vine a dejarte mi número para las tutorías.-Me mira y se gira cuando llega Hannah. — Hannah... — No vengo contigo Dylan. - dice seca y entre busca en su mochila sacando un cuaderno que después le entrega a Lola. —Gracias por prestarme tus apuntes. Ella asiente y después sale de ahí sin dirigirle la palabra a Dylan, nuestras miradas chocan pero ninguna dice nada al respecto. — Ya le diste el número, ¿Necesitas algo más? - dice entre dientes Stefan, su tono era con molestia, ellos siempre se odiaron y con lo que le hizo a Nat aumento. — Mesa de mala suerte, se te pega. - murmura Lola buscando entre sus cosas, saca su celular. — Como si la mala suerte existiera.- murmura y después me mira a mi yo levanto una ceja apenas pasa, el se veía irritado con la situación. — Creo que podríamos ponernos de acuerdo, me mandas mensaje, te ayudaré a estudiar. Asiento pero dirigí la mirada a Lola, quien le hacía señas a un chico, eran señas pequeñas pero supongo y ellos si se estaban entendiendo a la perfección, ya que el se levantó y venía hacia acá, vi como tiro un poco de agua pero no había sido notorio, tenías que conocer a Lola para saber que tramaba algo, el chico se sienta junto a Lola y Dylan camina para irse de la mesa, pero resbala, así chocando con una chica que tenía una especie de sopa en sus manos ahora terminando en el suéter de Dylan, la chica hizo cara de asco cuando se en sucio las manos y culminó con la mirada a Dylan. Solté una risa cuando el hizo cara de asco y después una cara de pena, esto se había quedado en completo silencio a excepción de mi risa. Mire a Lola quien estaba chocando sus manos con el chico. Lo sabía. *** Habían tres cosas que no soportaba. 1.-Las personas impuntuales. 2.-Las mentiras. 3.- Dylan. Y aquí estoy con las tres cosas frente a mi, suelto un suspiro de frustración y hago una mueca, estoy por soltarle mil blasfemias cuando llega la abuela posando su mano en mi hombro, me giro y veo la sonrisa cálida que le da a Dylan y aplano los labios.-No me dijiste que quien venia era él. Mi abuela amaba a Dylan desde que éramos niños y ella siempre solía decir que nosotros llegaríamos a estar juntos en algún momento, en algún punto de mi vida también me lo plantee, aunque ahora estaban tan más equivocada. Quizás nosotros como amigos si llegábamos a funcionar, pero como novios jamás lo podríamos hacer. - Se ira pronto.-Dije sonriendole, espero que sí se vaya pronto, quería que me ayudara con mis tutorías pero verlo me causaba un tanto de estrés, era grosero conmigo constantemente. - Recuerdo que eran grandes amigos de niños, hace tiempo que no los veía juntos.-indaga haciendo una mueca pero después la sonrisa cálida de sus labios vuelve.- Me alegra que sigan siendo amigos. Y en unas semanas será igual, no hablaremos, lo conocía lo suficiente, le gustaba mantener orden y control de las cosas a su alrededor. - Señora Smith, que alegría verla de nuevo.-Sonríe Dylan.-Sigue haciendo unos grandiosos postres... - ¿Porque tu y Andrea no van a comer a mi casa? Eres bien recibido cariño, en fin tengo que seguir, ser una mujer exitosa es grandioso.-bromea riendo y se va. - Tu abuela sigue siendo un amor. Pasó por alto su alago, aunque era cierto mi abuela era un amor, cambió de tema y miro mi libro. - Entonces... en química, ¿Podríamos estudi... Su teléfono suena y el me mira haciendo una mueca, así al rededor de tres veces... - Contesta.-rodé los ojos. El se levanta y contesta minutos después regresa murmurando que se tiene que ir. Toma sus cosas y me deja ahí. Yo me quedo ahí, leyendo las cosas que estaban en los libros y mirando videos en internet acerca de, así hasta que son las diez de la noche y mi abue me pide que le ayude a cerrar lo hago y tomo mis cosas. — Gracias por permitirme estudiar aquí abue.-sonreí a lo que ella sonrió igual. —Cuando gustes, espero pronto puedas ir mejor en esa materia, igual no te enganches, no esta mal que no entiendas algunos temas, tú sabes lo que das de ti y qué es bastante. Le sonrió y ambas subimos a su coche, me deja en casa y ella se va a la suya, entro y miro mi celular que había estado apagado durante todo el tiempo que estudié. Me meto a ** y veo que Dylan estaba en una fiesta. Típico. Hannah. Tarareo mientras leo los apuntes que había pasado a mi cuaderno, llevaba estudiando alrededor de 3 horas, la cabeza me dolía. Me levanto y salgo de mi habitación directo a la cocina, entre busco en el refrigerador buscando algo dulce, pero fracaso cuando escucho los tacones de mi madre contra el suelo, venía hacia acá. Ruedo los ojos y tomó un vaso para después llenarlo de agua. — Creí haberte dicho que estudiarás.-dice autoritaria, miro hacia aún lado y escucho como se acerca más. — Ya me aprendí los temas.-murmure le di otro trago a mi vaso y ella se pone frente a mi. — ¿Cuanto tiempo llevas estudiando? - su voz suena retadora, esperando encontrar un error en mis respuestas. — Tres horas. — No es suficiente. Escucho la puerta abrirse y mi yo interno se pone feliz, camino velozmente a la puerta encontrándome con mi papá. -¡Hola! —Hola corazón.-dice abrazándome por los hombros. -¿Que hacías? — Estudiar.-dije con un enorme puchero. -Desde hace tres horas. — Ya eres lo suficientemente lista, ¿No crees que ya es bastante? - Pues...-comencé pero el sonido estrepitoso de los tacones de mi mama se hicieron llegar, señaló con mis ojos y el rueda los suyos. - Hola cariño.- sonríe mi madre hacia el. -¿Que tal tu día? - Todo en orden. - dice y carraspea. - Hannah ve a ver una película o algo así. Diviértete. - Ella estaba estudiando. - farfulla con todo autoritario. - Ya tiene las mejores calificaciones, déjala divertirse también. -Gracias papi.-sonreí y salí corriendo de ahí. El siempre me ayudaba a salir de ahí, me hacía sentir mejor. Y me ayudaba a escapar de la responsabilidad de mi mamá. Aunque no tenía oportunidad de salir. Mi mundo se había vuelto Dylan, ahora no tenía ninguna forma de salir con alguien. Me había quedado sin amigas. Andrea. Todo el tiempo libre lo había pasado leyendo libros, fórmulas, enlaces. Todo se había vuelto quimica para mí. Ahora tenía la fortuna de unas clases libres, en todas era bastante buenas menos en química y eso era lo que afectaba mi promedio. Desgraciadamente. -Quita esa cara, parece que tienes diarrea...-Levanto la mirada, por poco olvido que estoy sentada en la cafetería a un lado de Alex, arrugo la nariz, eso fue asqueroso. -Asco Alex...-Digo sacando la lengua mostrando mi desagrado a su comentario, el sonríe divertido. Miro mi malteada después la cual era de chocolate, la recorro asqueada y giro los ojos. Gracias Alex. -No es divertido.-Alzo la mirada encontrándome con sus ojos claros. -Alex, reprobare Química. - ¿No tenías tutor?- pregunta intrigado mirándome fijamente, toma mi computadora y hace una mueca. -Lo tengo.-Asiento dándole la razón. A medias. Igual no es su culpa que yo sea un desastre. Él fue quien se ofreció, la culpa es suya. Y yo puedo culparlo por qué sí. Por supuesto que no. -Andrea.-Miro a Alex quien chasquea sus dedos frente a mi rostro... Golpeo su mano y bufo, odio que haga eso, lo cual hace seguido, ¿Lindo? Ni un poco. -Cuídate.-Dice besando mi frente, levantándose y saliendo de ahí. Me recargo en la mesa cerrando los ojos, odiaba todo esto, el que fuera tan mala en química, lo intentaba. ¡Lo juro! Pero parecía que me caía después de levantarme. Colgué mi mochila en los hombros y tome mis cuadernos, guarde la computadora y caminé hacia mi salón, química de nuevo. En el pasillo habían varias hojas pegadas, me acerco un poco notando que se acercaba el baile de invierno. Internamente sonrió y continuo mi camino hacia el salón. -Señorita, espero ya allá comenzado su ensayo. Miro al maestro y sonrió nerviosa. -Claro que sí, se sorprendería de ver lo que he avanzado. 67 palabras, en ellas incluido mi nombre. —Me alegra ver su positividad, espero me sorprenda. Lo hará. Digo a que maestro no le encantaría ver un ensayo perfecto. Bajo la mirada y sigo leyendo el libro de química, las reacciones, vaya, ¿Por qué tiene que ser tan complicado? Sinceramente no quería decepcionar al maestro, era ya mayor y notaba el esfuerzo que hacía por el cual yo no reprobará, me dio varías clases extras, me explicaba en otras clases también. Literal e dado todo de mi. Alex: Puedo ayudarte. Suspiro aliviada, y tecleo rápidamente un »Sí« como respuesta. Segundos después la clase termina, escucho la voz de Dylan le miro durante unos segundos y me giro de nuevo. -An, ¿Podemos hablar? Miro a Dylan y niego guardando mis libros, miro hacia un lado y muerdo mi labio fuertemente evitando decir alguna cosa, sinceramente no quería que fuera mi tutor, ni quería culparlo o pelearlo o algo parecido, simplemente que todo esto se terminara, así sería mas sencillo. —No creo que sea buena idea, no quiero hablar contigo. — Tenemos que... Las tutorias. — Cambiare de tutor, igual, gracias. -Murmuro colgando mi mochila, busco con la mirada a Nat y a Lola y salimos de ahí.—Te agradezco por ofrecerte pero no va a funcionar. Pasa su lengua por su labio y niega. —Hannah me llamo, era urgente, se lastimo... Eres un mentiroso. A uno centímetros de nosotros estaba ella, se que lo escucho cuando sus ojos se ponen llorosos y frunce las cejas, supongo que a ella también le mintió. Ella camina hacia el lado contrario saliendo de mi campo de visión. Se veía mal. — Hay fotos en Instagram.- me bufé y rodé los ojos, busco con la mirada a Hannah pero ya no la encontré. — Deberías cuidar más de ella, se ve que realmente te quiere. Tantos años de estar juntos y no has parado de jugar con ella Dylan, eres un patán. — Ah no... Si se lastimo, de con ella me pase a la fiesta. - dice rápidamente y frunzo las cejas, era triste como se había vuelto un experto en mentir.— ¿Hoy a la misma hora? — Realmente no puedo.- alce los hombros y apenas empiezo a caminar me toma de la muñeca jalandome nuevamente. — Andrea, quiero ayudarte. — Tengo un nuevo tutor.-Murmuró safandome y suelto un suspiro. -Aparte, sinceramente tu tienes otras prioridades, y necesito esto si o si, el me ayudara y así todo termina, será más sencillo. —Puedes tener a ambos.-Dice con una pequeña mueca. -Aprenderás más. — Lo dudo. Salgo de ahí y entro al baño, entro en un cubículo al escuchar la voz de Hannah, sentí tristeza por su tono de voz. — Es un idiota, idiota idiota... — ¡Hannah!-dice una voz chillona pienso durante unos segundos y el rostro de Liz se me viene a la cabeza, ella siempre a estado detrás de el. -Dylan y yo ayer hicim...- Se a donde va la conversación y siento una punzada, como si a quien le dijeran fuera a mi, como si a quien le hubieran hecho eso fuese yo. Salgo del cubículo y Liz guarda silencio, me acerco a lavarme las manos apenas lo hago miro a Hannah quien tiene el rostro completamente rojo y aun se le notaba la tristeza con la cual la vi hace un momento. — Gracias por esperarme Hannah, ¿Nos vamos? Ella asiente rápidamente y ambas salimos del baño, veo como ella no dice absolutamente nada, solo guarda silencio, podía escuchar su respiración agitada. —¿Sabes que te diría, cierto? En la oración que la tenía planeada era obvio que sabía de que estaría por contarle, era evidente el odio que le tenía a Hannah y todo el amor que sentía por Dylan. La gran diferencia era que Hannah lo amaba a pesar de cada faceta que tenía, aún fueran tan malas, ella amaba eso. Liz amaba lo que Dylan demostraba aquí, en la escuela, fuera de ella era una persona diferente. Ella asiente y suelta un suspiro pesado, juega con sus manos y mira hacia arriba, noto como intenta estabilizarce y antes de hablar carraspea.— Ah, si.. ahm... Ella ayer me envió un mensaje, era una foto. Yo solo creí que estaba intentando de molestarme, de hacer que peleáramos. —Hannah... - murmure y ella sonrió. La mire por unos segundos y pude notar como su rostro se veía agotado, ella estaba demasiado agotada, no habíamos estado juntas desde hace bastante tiempo así que no sabía que era lo que pasaba con ella, no sabía que era lo que la tenía así, si solo fuera Dylan o hubiera un plus... Pero estaba agotada. — Igual, solo estoy esperando. - admite.—Superé la etapa, no necesito un hombre para ser feliz, solo estoy esperando... — ¿Ah? - alce las cejas y mire hacia ella directamente a los ojos, ya se veía absolutamente tranquila. — Creo... Que es momento de que deje de jugar con las chicas. — Suerte con ello. - sonreí y ella hizo lo mismo y mi tono de voz salió cambio. —Tu... Las comisuras de mis labios temblaron hacia arriba de manera feliz, le miro a los ojos y hacemos la conexión que tuvimos cuando éramos mejores amigas. Chocamos los puños y cada una se va de lado contrario, voy a la cafetería sentándome con Lola, ella me sonríe y sigue comiendo, miro lo que come de manera intensa y siento como mis tripas me piden, se veía y olía demasiado bien. Me había perdido lo bueno de la cafetería. —¿Dónde conseguiste eso?-Pregunte mordiendo mi labio y siento como mi tripa ruge de nuevo. —Toma.-Dice sacando un topper con lo mismo de su mochila. -Estudiare gastronomía. Le sonrió y agradezco abriendo y sacando un Brownie, estaba tan suave. — Rayos, esta delicioso. —Gracias.-Sonríe y sigue comiendo. — ¿Ya sabes que estudiaras tú? Faltan dos semanas para entrar a último semestre, y hacer trámites a la Universidad. Aplano los labios. -Pensaba estudiar Diseño de moda, o quizá literatura, quiero ser escritora. —Si es como las historias que e leído que haces seguro lo consigues. Le sonrió y seguimos comiendo, miro a lo lejos a Dylan y Alex hablando, ambos se ven molestos, aplano los labios y sigo mirando. — ¡Por qué te entrometes siempre!- le dice Alex de manera brusca, miro yo más a fondo y veo como la vena de su cuello palpita, rápidamente me levanto y camino hacia el. — Será el mismo final, como lo fue la primera vez. - le reta Dylan, el también se veía molesto, pero aquella sonrisa arrogante seguía ahí, le retaba. — No te metas con ella idiota. — ¿Te asusta que termine como la última vez? Veo como el puño de Dylan se esta por estrellar en la cara de Alex, sin embargo el se le adelanta se quita y lo golpea, camino hacia ellos, Lola me sigue el paso y ya estoy junto a él, pero Dylan no deja esperar y le regresa el golpe, y así comienzan, siento mi piel enchinarse al ver la sangre que sale de Alex. — ¡Basta chicos! No hacen nada por detenerse, jalo a Alex quien se mueve hacia mí, Todo pasa demasiado rápido Alex me toma de la muñeca y yo doy un paso hacia un lado mi cuerpo queda aturdido, pues todo pasó demasiado rápido, parpadeo varias veces dando pasos hacia atrás, aun aturdida justo cuando un golpe llega a mi rostro. A pesar de que Alex me intento quitar fue tarde, Dylan necesitaba lentes, lo se, lo presiento y lo siento. Dylan me mira preocupado y Alex me gira para verme y me toma de la cara, preocupado. Y una pregunta llega a mi cabeza tan rápido como el golpe. ¿Tan mala era la puntería de Dylan. Seguro que si...
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