Esposa traiconada

¿te parece bien?

Y algún papel o algo.

Sabía que estaba abandonada desde hace tres años y que nadie le había alquilado.

No sabía ni siquiera qué le había comprado me tomo un taxi, Ya que la empresa queda a las afueras de la ciudad.

Mientras vamos llegando, voy mirando con nostalgia. Las veces que había ido con mi padre, trago en seco y me bajó después de pagarle al conductor.

Empiezo a caminar, por fortuna, la reja exterior está abierta. Todo está oxidado, el pasto se ha colado entre las rendijas tapando absolutamente todo junto a pesar de eso.

Aún se puede caminar por el suelo, no era nada comparado a los loros gloriosa y limpia que era hace unos años atrás.

Me sentí mal, trago saliva en seco y no pude evitar recordar las veces que jugaba que adelante.

Era hija única, así que lo único que tenía en la vida era a mis padres.

Mientras subía los peldaños, que eran tres antes de ingresar al interior.

Siguió observando y una lágrima cayó por mí mejilla.

Abri la puerta sin ningún tipo de dificultad e ingrese.

El bullicio, me atrapó, estaba preguntándome si quería una taza de chocolatada, o algunas galletas.

Me vi a mí misma siendo pequeña arrastrada hacia el interior de la fábrica.

Los empleados saludándome, y todo era alegría hasta que finalmente abrí los ojos, encontrándome con un sitio vacío, con algunas ratas recorriendo el lugar.

Cajas tiradas, productos con hongos y todo absolutamente vacío.

＜＜Nunca había estado todo tan sucio...＞＞

Sentí un escalofrío, no había ingresado desde aquella vez. Mientras camino, puedo ver todo con bastante tristes hasta que finalmente, subo las escaleras, con bastante cuidado que me llevaban al despacho de mi familia.

Al ingresar, abro la puerta de puedo ver que está todo tal cual estaba. Empiezo a revisar los papeles, uno por uno como incluso encuentro entre medio dibujos míos.

＜＜Papá...＞＞

No puedo evitar llorar al saber que mi padre guardaba absolutamente todo.

Voy analizando cada una de las cajas, hasta que me encuentro con algo que me estremece.

La empresa había sido comprada por mi esposo, y mi padre se la había vendido.

＜＜¿Acaso él tiene que ver con la muerte de mis padres?＞＞

Me estremecí, le saqué una foto de nuevo y empecé a bajar rápidamente. No podía creerlo, había esperado todo de mi esposo, menos que fueron asesinos.

Durante esos tres años, había sido feliz pero al parecer él no.

No me tomo mucho tiempo llegar de nuevo a la casa, quería enfrentar a mi esposo, pero al parecer era más difícil de lo que pensaba.

En cuanto llegue, estaba cansada de ver a su amante.

Subi las escaleras hacia arriba, y le dije:

—Estoy cansada de ver que tienes a tu amante, váyanse este es mi casa —dije. Y él empezó a reírse divertidos, para mí sorpresa: me empujó.

Caí en el suelo, y me acaricio con bastante dolor la cadera.

—Tú no eres nadie para decirme que...

—Si no te gusta, te puedes marchar —me dijo y entonces empezó a patearme.

Sorprendida, empecé a proteger mi vientre. Pero el seguía pateando mi una y otra vez.

＜＜Tanta crueldad, yo confiaba en él...＞＞

De pronto apareció Amalia, lo pude sentir sus zapatos; pero en vez de defenderme, creí siendo mujer... lo haría.

Empezó a reírse divertida.

—Pareces un gusano —me dijo y me señaló.

—¡Es un gusano..! —dijo mi esposo y dejó de patearme para simplemente tomar de la mano a la mujer y alejarse.

Me quedé llorando desesperadamente en ese rincón, me sentí cómo las peores de las personas no podía ni siquiera ponerme de pie para el dolor que sentía, por fortuna, no había llegado golpear mi vientre; lo había protegido pero si mi rostro.

En cuanto pude levantar después de media hora fui bastante coja.

Hasta llegar a mi habitación porque voy al baño, para limpiarme las heridas, y me estremezco.

＜＜¿S-soy yo..?＞＞

Mi rostro, está golpeado pero no tanto a diferencia de mis brazos y de mis piernas.

Al menos era invierno y podía cubrirme.

Suspiro de alivio con más lo que me preocupaba, era que alguien me pudiera llegar al golpear el rostro.

Baje la mirada, sabiendo que me habían golpeado, y yo como una tonta aún seguía aquí.

Pero tenía que buscar información acerca de qué había pasado con mis padres.

No me iría y no dejaría todo en la nada.

Tendría que soportar un poco más, y eso es lo que hubiera hecho mis padres por mi.

Me doy una ducha, siento que el cuerpo me duele demasiado, me había tomado un analgésico, a pesar de que sabía que no podía por el bebé.

De igual forma, no soportaba el dolor, y quería seguir investigando. Después de bañarme y de cambiarme estaba lista.

Empecé a caminar, aunque por fortuna, después de haber tomado esa pastilla mágica.

Ya no me sentía tan adolorida.

Caminé, atravesando la ciudad, pero lo primero que otra vez se fue el parque central.

Una voz, me hizo distraerme.

＜＜Esa voz...＞＞

Mire hacia mi costado, encontrándome con un chico desconocido del otro día.

Se puso de pie, estaba sentado en el mismo banco, y vino, me saludó:

—Hola... Buen día —dijo.

Aunque su sonrisa se borró en el momento que me vio.

—¿Quién te ha hecho eso..? — dijo yo lo miré sin entender.

Me tocó con sumo cuidado, el cuello.

—Nadie —dije tapándome y seguí caminando.

—Si necesitas algo, me lo puedes hacer saber —dijo y yo lo miré sin entender muy bien

—E-estoy bien —dije desconfiada y seguí caminando.

—Dime ¿que te ha pasado..? — insistió, empezó a perseguirme, mientras yo aceleraba al paso como el chico el cual era más alto que yo.

Lo hacía, me seguía.

—Nada que te importe —dije simplemente, y después me puse a pensar.

＜＜¿Por qué trató mal a alguien, que solamente se ha preocupado por mi..?＞＞

—Lo lamento —dije simplemente y baje la mirada.

—Dime quién fue.

—Mi esposo.

—¿El idiota, que se burló de ti en esa vez..?

Asentí, mirando hacia otro lado y sintiéndome bastante torpe.

—No deberías permitir que alguien te hiciera eso —dijo:

—Lo eh hecho, pero lo que ocurre que estoy investigando algo y no me puedo marchar.

— Ya luego entonces te ayudaré investigar eso que buscas, mira cómo estás. Ya estás caminando ¿y si te desmayas o te ocurre algo..? — me preguntó.

—Quiero saber si él es el verdadero culpable de la muerte de mis padres, antes yo tenía una bonita empresa junto con mi familia y ahora, no tengo nada. Quiero saber si él fue el culpable.

—Entonces, te ayudaré. Lo haré como un amigo ¿te parece bien?