El resto de la tarde, la muchacha no pudo evitar estar distraída con aquellas palabras que le había susurrado el castaño. Por otro lado, Christopher disfrutaba del paisaje de Cuenca, recién habían bajado de uno de los juegos de la feria y las dos muchachas se acomodaban bien el cabello, observó como la pelinegra amiga de Mónica sonreía mientras Zack le acariciaba el cabello quitándole un par de hojas que por el viento se quedaron atascadas ahí.
-Tengo hambre-se quejó Elián mientras miraba a su madre, Dayana lo ignoró porque charlaba con Mónica. –Mami.
-Si quieren comer hay varios restaurantes por aquí cerca-anunció la castaña mirando a los demás, Rubén se tomó unas fotos y Jay grababa.
-¡Sí! Muero de hambre-chilló Elián mientras entrelazaba su brazo con el de Mónica y su madre.- ¡Andan
