capitulo 2.

2347 Words
Al llegar a la mansión de mi supuesto padre, nos recibe una elegante recepción tan característica del estilo de los D’angelo .Por supuesto la mujer que me acompaña es mi esposa y mi bella hija. Tengo que aclarar que esa niña que lleva mi sangre es una digna descendiente de mi herencia, es más que hermosa, tiene unos enormes ojos azules idénticos a los míos además de que el rubio de su cabello es asombroso, tengo que aclarar el punto en el que esa criatura del señor no es más hermosa que yo, eso está más que claro, no existe ser en la tierra que pueda superar mi perfección, obviamente no soy presumido soy una persona arrogante pero humilde, otra característica que me hace completamente único. Visualizo la figura de mi padre rodeada de varios invitados, la realidad es que me hastían este tipo de eventos, odio socializar y poner mi cara de hipócrita, pero a decir verdad jamás he sido amable con ningún ser humano. Hablando con honestidad soy un hombre demasiado maduro y también puedo agregarle a la lista que me molesta la mentira, he sido siempre grosero, déspota y prepotente, algunas de las personas que me conocen sé que odian ese lado de mi personalidad pero realmente me viene valiendo tres hectáreas de v***a, jamás he dependido de ellos y de nadie, soy poderoso y siempre lo seré. -Eres un ser despreciable padre.-le dije sin mirarlo. -No tanto como tu, Baldrick. -sonrió de oreja a oreja, acto que me molesto demasiado.-Pensé que no vendrías a felicitar a tu padre. -Mi padre me viene valiendo una mierda.- mire a mi padre directamente a los ojos.- Dime Domenico, ¿aun recuerdas que tienes un hijo?. -Baldrick… lo que pasó en el pasado se queda en el pasado, deja de hacer tantos dramas. -Lo mismo digo Domenico. –tome una copa de champaña y bebí su contenido. -¿Dónde está tu esposa y tu hija?. -Eso no debería de importarte.- gire a la derecha para continuar caminando cuando mi padre me sujetó del hombro y me hizo voltear a mirarlo. -No quiero escándalos, Alessandro , esta noche es importante, no te drogues y evita acostarte con cualquier mujer. Una enorme sonrisa se formó en mi rostro, ¿en verdad cree que el siendo un vejestorio va a poder controlarme? Es realmente patético si no lo hizo cuando estaba niño menos ahora que he forjado un carácter más fuerte que el de mi padre, que he creado una enorme coraza que me cubre de todo el dolor que algún momento pude sentir en mi infancia y esa máscara de hierro me abrió infinidad de puertas en la vida, oportunidades que me brindaron la grandeza de mi personalidad, durante años me pregunté algunas cosas de mi pasado pero he llegado a la conclusión que ese pasado de mierda no se compara con la gloria que vivo día a día, pero vamos… tengo que confesar que el obtener más poder pudre mi alma y hasta puedo asegurar que la envenena, pero es una consecuencia que estoy dispuesto a aceptar. A lo lejos visualizo a Albert y a mi esposa, no sé en dónde rayos dejó a la niña pero seguramente mi abuela está disfrutando de su compañía. Tengo que disfrutar esta noche y obviamente le daré un lindo espectáculo a mi padre, no me pondré en ridículo porque eso sería manchar mi propia imagen y la verdad solo me importa mi bienestar, buscaré a una nena que esté dispuesta a fornicar conmigo y también me drogare un poco para estar en ambiente. El destino se pone de mi parte cuando el reloj marca la medianoche, una candente mujer de color contonea sus caderas frente a mis ojos, es más que claro que necesita mi v***a en su coño y estoy más que dispuesto a cumplirle el capricho. Sin ni siquiera cruzar palabra me dirijo a uno de los baños libres del salón, a lo lejos puedo observar que la bonita chica me sigue, ambos queremos jugar un poco esta noche. Colocó cuatro líneas de la mejor cocaína colombiana sobre el mueble del lavabo, mi cabeza y mi cuerpo se inclinan para aspirar el oro blanco con el que me esclavizo cada vez más, aquella sensación de saciedad se hace presente cuando mi sistema reconoce la sustancia, me siento demasiado tranquilo y lleno de energía es una sensación extraña pero demasiado placentera. La mujer de piel morena se inclina para aspirar una de las líneas de polvo, es el momento preciso para comenzar el perverso juego, sujeto la raíz de su cabello con fuerza y la obligó a ponerse de rodillas ante su rey, miro desde arriba como desabrocha mi pantalón y saca mi enorme erección, sin más, se la mete a la boca, sentir la humedad de sus labios y su lengua recorriendo toda la longitud de mi pene es la mejor sensación, muevo su cabeza con más rapidez en un movimiento de adelante y atrás, puedo notar que no le cabe toda mi v***a en su boca pero tengo que reconocer que lo mama rico y con eso me basta, no he conocido a la mujer que sea digna de mi órgano viril, pienso que aún no ha nacido aquella diosa que pueda satisfacerme. El orgasmo se hace presente y derramo mi leche dentro de su boca, la morena de fuego saborea mi semen mientras la tomo de las caderas para poder sentarla arriba del lavabo y así penetrarla. Sujeto su vestido y lo arremango hasta su cintura, deslizó dos de mis dedos por debajo de su ropa interior y palpo la humedad de su sexo, me coloco el condón, estoy más que ansioso de terminar con esto de una buena vez. Mientras dirijo mi v***a en su cavidad puedo notar que sus pezones están demasiado duros, no me gustan sus tetas así que no les prestaré atención, para que una mujer llame mi atención debe de tener una figura de infarto .En el caso de esta nena, ella no tiene muchos senos y solamente tiene buenas piernas, es obvio que eso no es suficiente para mí. Mientras escucho el sonido de nuestros cuerpos al chocar percibo el delicioso aroma del sexo, aquel aroma que te embriaga, sus jugos me mojan por completo, a pesar de tener el preservativo en su lugar puedo notar cual húmeda está, el elixir que emana de su sexo se escurre por sus nalgas y reposa en la fría superficie del lavabo, ambos gemimos con intensidad disfrutando de las brutales estocadas que le doy, los gemidos se convirtieron en gritos cuando ambos llegamos al orgasmo. Con respiración agitada y un poco de sudor en la frente, salgo de su interior y automáticamente me quito el condón para desecharlo en la basura, mi pene aún está erecto deseando más de aquel cuerpo que le brindo placer. -Jamás he conocido a un hombre que mantenga su erección tan dura después de llegar al orgasmo.- me dijo mientras se acomodaba el vestido. -Pues obsérvalo con más detenimiento por que esta será la última vez que puedas presenciarlo.- abrí la llave del lavamanos y comencé a humedecer mis manos. -Eres demasiado arrogante para ser un hombre demasiado hermoso, porque sí querido, eres más que bello.- acarició mi nuca. -Gracias por los halagos, pero sé que soy perfecto y obviamente esta belleza es digna de un rey. -Seguramente eres un D’angelo, esos seres son perfectos.-me miro a los ojos.- Un gusto pasar la noche contigo. -Lo mismo digo.-enseguida coloque dos líneas de cocaína en una de mis tarjetas, inhale aquella sustancia mientras me miraba al espejo. -¡BALDRICK, NO PUEDO CREER QUE TE ESTÉS DROGANDO!. –la maldita voz de mi esposa se hizo presente, esa voz que aborrecía con todo mi ser. -¡PUEDES CALLARTE, MALDITA SEA!.- le grité mientras salía del baño. -Sé que te estabas revolcando con una mujer.-comenzaron los reproches nuevamente, esta mujer no se cansa de hacerse la víctima. –Ya quiero irme, no soporto estar un segundo más en este lugar. -Por fin dices algo coherente, seguramente nunca te cansas de joder. -No me hables así…- comenzó a llorar, ¡lo que me faltaba! Escuchar su maldito llanto. -Deja de llorar, estoy demasiado drogado y además creo estar borracho.-me recargue en un muro y cerré por un momento mis ojos.- Ve a buscar a mi hija, te veo en la entrada para poder irnos a casa y descansar. -Está bien, amor.- se marchó casi corriendo. Mis movimientos comenzaron a volverse torpes era de esperarse al estar drogado y alcoholizado, pero un en el estado en el que me encontraba tenía unas ganas inmensas de conducir mi nuevo Ferrari. Una máquina hecha a mi medida ya que como soy un hombre de dos metros de altura un auto cualquiera deportivo no habría sido lo suficientemente cómodo para andar en las bellas calles de Italia. Esa hermosura necesitaba correrla a toda velocidad y disfrutar de mi bella juventud, para levantar mi ego decidí adquirir el deportivo en color rojo, un color característico de la sensualidad y el erotismo. Salí del salón y fui directamente al garaje de la mansión de mi padre, me gustaba guardar varias de mis mejores joyas en esta propiedad era más cómodo cuando viajaba a Italia, regularmente siempre me la pasaba en México o en otra parte del mundo, rara vez regresaba a la tierra que me vio nacer. Subí a la hermosa bestia deportiva y percibí el sentimiento de miedo en mi sistema, jamás había sentido aquello de tal intensidad, tal vez podría ser algún presentimiento, pero lo más triste de esto es que no creía en pendejadas; seguramente son los efectos de combinar drogas y alcohol, al encender el potente motor regrese a la vida y a la realidad, conduje hasta la entrada de la mansión y encontré a mi esposa y a mi hija esperando por mí. -Sube al auto. –le dije mientras abría la puerta del copiloto para que subiera a su interior. -¿Es tu nuevo juguete?, es muy bonito, ¿desde cuándo te gusta el rojo? .- me dijo mientras cubría a mi hija con una ligera manta color rosa. -Simplemente quise cambiar de aires, además no tienes nada de qué quejarte es un deportivo demasiado hermoso, podría jurar que este auto me hace lucir más atractivo.- cerré por un momento los ojos, el cansancio y el sueño estaban venciendo mi cuerpo. -Baldrick , por favor dime que no estás drogado y borracho.- me miro con miedo.- Recuerda que tu hija está aquí con nosotros. -Cálmate nena, no pasara nada.- mire la hora en mi reloj, exactamente eran las tres de la madrugada.-Sabes perfectamente que Albert jamás nos dejará solos ni por un maldito minuto. Puse el auto en marcha y salimos de la propiedad de mi padre. La extensa carretera estaba en completa oscuridad solo la iluminaban los faros de mi auto, comencé a sentirme un poco extraño, pise el acelerador hasta el fondo, necesitaba una buena descarga de adrenalina para calmar esa ansiedad. Podía escuchar los llantos de mi esposa pero no entendía nada de lo que decía, mi vista estaba en la carretera, mi subconsciente anhelaba ver algo en la oscuridad y entonces lo vi… estaba de pie mirándome fijamente, era un horrible niño de tres cabezas, estaba montado en un deforme caballo n***o, su sonrisa se hizo presente cuando susurro unas palabras en mi mente, “ERES MIO”, esas perversas palabras se repetían en mi mente a cada segundo, un profundo miedo se apodero de mi cuerpo, no podía reaccionar, simplemente pise el acelerador, necesitaba atropellar a esa horrible cosa que se encontraba en la carretera, no sé en qué momento una enorme luz brillante me cegó por completo causando que perdiera el control del auto y volcáramos a toda velocidad, mientras el auto realizaba su macabro yoga yo podía escuchar a lo lejos voces, esas voces que son atormentadas desde el infierno, cuando el auto realizó su última marometa quede inconsciente. Cuando pude abrir mis ojos vi fuego, fuego demasiado cerca de mi cuerpo, un horrible aroma a carne quemada inundaba mis fosas nasales, todo el cuerpo me dolía, pero la zona derecha de mi brazo, cuello, pectoral y piernas ardían con madre, dolía demasiado a tal grado que nuevamente me desmaye. Nuevamente recobre la conciencia cuando sentí los enormes brazos de Albert, no podía entender porque me arrancaba la ropa y con ella se llevaba parte de mi piel. A lo lejos escuchaba los gritos de mi padre y entonces ocurrió una explosión, algo explotó a la distancia pero ¿Qué sería eso?, no entendía en dónde ni en qué posición me encontraba. -TRANQUILO HERMANO, TODO VA A ESTAR BIEN, YA ESTA EL HELICÓPTERO AQUÍ.- Albert me gritaba pero solo podía percibir unas cuantas palabras. Nuevamente observe oscuridad, una oscuridad total donde ni siquiera podía ver mis manos, el dolor era parte de esta historia y de estas dolencias. Abrí mis ojos cuando recorría un pasillo blanco. Luz. Oscuridad. Luz. Oscuridad. Luz. Oscuridad. Luz. Oscuridad. No sé en qué momento dejé de sentir dolor pero fue el momento más agradable de toda esta mala jugada del destino. Sumergí mi cuerpo en agua, ¿Cuándo me metieron al agua? ¿En qué momento viaje al mar?, no entendía esta mierda pero seguro estaba de que me encontraba dentro de un enorme contenedor de agua, mi cuerpo se sentía demasiado ligero a decir verdad no sentía mi cuerpo físico. Mi sexto sentido me indicaba que estaba en un lugar lleno de sufrimiento, algo horrible me vigilaba desde la distancia y fue entonces cuando escuche esa voz, una voz casi demoníaca disfrazada por la ternura y la sensualidad. -Bienvenido Baldrick, este es tu nuevo hogar hasta que te decidas a tomar la mejor opción. – esa maldita voz me seducía al máximo, me atraía pero al mismo tiempo me causaba miedo, terror. Este fue el comienzo de mi pesadilla, el comienzo del cambio del rey.
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