A partir de ese día, Sasha y Frostfyre fueron inseparables. Dormían, comían y jugaban juntos. Al principio, al león de su padre, Thane, no le gustaba el cachorro de huargo, se erizaba y gruñía cuando el cachorro se acercaba para intentar iniciar el juego. Después de todo, para el gran Thane, un huargo era algo así como un enemigo, había matado a muchos de su especie en el campo de batalla, pero después de un tiempo se llegó a una tregua y se forjó una amistad entre los animales. Frostfyre se acurrucaba en la mole leonada de Thane y lo usaba como cojín, otras veces su cola con mechones no era más que un juguete para masticar.
Como era un cazador experto en bestias, su padre se divertía con las payasadas de su compañero animal, pero, lamentablemente, aunque Evelyn y Benjamin intentaron ser
