Era bueno liberarse de las limitaciones de la sociedad, un tónico para el alma. La joven miró a su alrededor, al bosque, y sonrió; por primera vez en muchos meses, su sonrisa era de felicidad genuina. ***** Su padre se había marchado cuando el tiempo empeoró y le había implorado a Sasha que tuviera cuidado y se mantuviera a salvo. Le dijo que el alguacil Dughan pasaría a diario para comprobar cómo estaba, ya que la cabaña estaba bastante apartada y la amenaza de los Defias estaba siempre presente. Había cortado una gran pila de leña y la había apilado al costado de la casa, suficiente para que le durara el resto del invierno. Cuando se despidió de él, pudo ver la preocupación en su expresión. —Estaré bien, padre, de verdad —le aseguró. Él simplemente la abrazó con fuerza. —Ten cuidado,

