Después de que Geremy y Jason recogieran la ropa que la mismísima Katherine arrojó, me permito sentarme en el libre sofá.
Mierda.
Me levanto del sofá y camino a por un desodorante de ambiente. Los muy tontos dejaron olor a tabaco en la sala y eso es molestoso. No es que me moleste mucho, pues cada vez que voy a las carreras hay mucho más olor del que ahora hay en la sala, incluyendo también el olor a droga. Pero todo esto es por Lucinda.
- Me imagino que lo que dijiste sobre la boda era mentira para ponerme celoso- Escucho una carcajada de su parte, por lo que me doy la vuelta y lo miro enarcando la ceja.
- Era y es verdad. Nunca te mentí- Recojo el desodorante de ambiente y camino hacia la sala para rosear un poco mucho-. Yo sí te avisé- Murmuro con una sonrisa.
- O sea que, ¿si irás con Mark?- Pregunta con algo de disgusto.
- Exacto- Me doy la vuelta, dispuesta a volver a la cocina para guardar el desodorante en su lugar y, una vez que logro hacerlo, me apoyo en la mesada para observarlo fruncir el ceño y doblar su boca pensando.
Creo que es mi momento de decir que me gustaría saber que mierda está pensando.
- Ese mismo sábado saldré con las chicas. Ger no irá, son sus amigas y solo las usó para la broma. Pero a mí me cayeron excelente.
- Me pregunto de donde las conoces.
- Del internado. Me comentaron que se inspiraron en tu idea y decidieron escapar- Contesta encogiendo sus hombros.
- O sea que, ¿si te acostaste con ellas?- Él asiente con su cabeza.
Bien. Vamos bien.
[...]
- ¡LUCINDA!- Grito hincándome y observando debajo de la cama, al no encontrarla, me levanto y con un largo suspiro observo toda la habitación- Lucinda ya no quiero jugar más.
Creo que fue una muy mala idea jugar a las escondidas con esta niña. Nunca sostuve la idea de que haría como cualquier niña de película y se escondería en un lugar algo imposible de encontrarla, tal vez se durmió, como en las películas, o tal vez se perdió, como en las películas también.
No es buena idea preocupar a Katy mientras está trabajando, tampoco a su novio y mucho menos al mío. ¿Pero si de verdad se perdió? Estaría en muy graves problemas.
De repente, cuando logro tranquilizar mi agitada respiración, escucho pequeñas voces desde el pasillo. Camino hacia la puerta sin pensarlo dos veces, cuando abro la puerta veo a Lucinda con un niño desconocido para mí.
- ¿Qué haces aquí?- Es lo primero que pregunto. Ellos cesan sus risas y me miran.
- ¡Alex!- Chilla abalanzándose hacía mí- Hice un nuevo amigo, se llama Jhon- Miro al niño que todavía sigue mirándome y le sonrío algo tímida.
Me siento mal ya que el pobre estaba en plena conquista y yo decido abrir la puerta para interrumpir su, seguramente, muy interesada charla.
Observo como él se levanta del suelo y camina hacía mí extendiendo su mano.
- Me llamo Jhon, y es un placer conocerla, señorita linda- Dice cordial. Algo sorprendida, por la reacción del niño, le doy mi mano como saludo.
- Creo que el placer es mío- Él ensancha más su sonrisa. Miro a mi sobrina, quien aún mantiene su rostro confundido-. Me alegra que hayas hecho un amigo en el edificio. Los dejaré solos para que sigan con lo que estaban- Digo.
- ¡Oh, señorita Alex! Quiero que se entere que no es molestia para nosotros, al contrario, su presencia es de mi agrado- Creo que para tener esa tan corta edad, es muy educado.
Asiento fingiendo estar convencida con mi cabeza y, doy media vuelta para volver a entrar al departamento, cerrando la puerta, claro.
Sé que anteriormente dije que no debía preocupar a mi amiga, pero esto es de suma importancia.
- ¡A QUE NO SABES!- Envío el mensaje, manteniendo mis dedos quietos para esperar su mensaje dentro del chat.
Al momento, en la pantalla, me aparece que ella se encuentra escribiendo.
Perfecto.
- Claro que no sé. Explícame- Ruedo mis ojos al leer su respuesta.
Mala mía.
- ¡Lucinda hizo un nuevo amigO, con O!- Escribo algo emocionada.
La verdad es que estoy segura que, cuando las dos palomitas aparecieron, mi amiga dibujó una gran sonrisa en su rostro. Desde hace ya mucho tiempo que anhelamos que Lucinda tenga amigos en el edificio, así no está todo el día encerrada.
- ¿CÓMO SE LLAMA?
- Jhon. Apenas llegues te cuento- Después de enviar este mensaje, bloqueo el celular y prendo la televisión.
Creo que todos se pondrán felices cuando se enteren que Lucinda tiene un amigo, pero al momento la felicidad de Geremy acabará cuando se entere que es amigo con "o". Él es sobre protector con ella, recuerdo que cuando íbamos todos al Shopping, la pobre niña quería ir al salón de juegos, sola, pero su padre siempre la acompañaba, y acompaña, con la excusa de que tiene que ver que su hija no se haga daño.
Claro que solo lo hace porque ve muchos niños.
Como no hay nada que ver en la televisión, decido mandarle un mensaje a Jason.
- ¿VIENES A CENAR?- Una vez que le envio el mensaje, me rio por la respuesta que aún no llega. Odia que escriba en mayúscula.
- ¡Alex! Sabes que no me gusta que hagas eso, amor u.u
- Lo siento niño. ¿Viene o no?
- Estoy ocupado. Y todavía sigo enojado contigo- Ruedo mis ojos.
- Rodé mis ojos, para que sepas- Escribo rápidamente y después de enviar ese mensaje, vuelvo a escribir otro- Yo también estoy enojada contigo, te saqué la lengua, para que sepas- Miento escribiendo.
- Me hubiera gustado chocarla con la mía- comienzo a reír tapando mis labios.
- Adiós, chico ocupado. Te amo.
- Yo no.
- Pues yo tampoco- Y con eso bloqueo mi celular para continuar viendo el, para nada, entretenido canal.
Horas después, logro escuchar como la puerta se abre algo apresurada y ruido de muchas bolsas chocarse se hace presente después de cerrar la puerta. Miro hacia mi izquierda, y veo como mi amiga cuelga sus cosas en el perchero para correr a mi lado y sentarse junto a mí.
Momentos como estos pensaría "por fin llegó" ya que no me gusta mucho la soledad, pero cuando había encontrado algo realmente entretenido, tuve que dejarlo de hacer.
Katherine me mira esperando a que diga algo por lo que, antes de hablar, comienzo a reír.
- ¿Qué?- Me pregunta algo confundida.
- Bien. Ya te cuento sobre Jhon pero antes quiero saber qué habrá de comer.
- Pollo.
- ¿Solo eso?
- Como sea, cuéntame.
Suspiro y comienzo a hablar. Le conté hasta el momento en el que se me perdió, pues es muy importante ya que por eso, conocí a su futuro novio.
Una vez que terminé de contarle absolutamente todo, sin saltarme nada de la historia, ella suelta una gran carcajada.
- Creo que mi niña ya está creciendo.
- Sí, como todo ser humano- digo obvio y con una sonrisa.
Mi amiga se levanta y coge las bolsas para colocarlas sobre la mesa de la cocina, allí comienza a sacar todos los materiales dentro de ella para ubicarlos a cada uno en su lugar correspondiente.
Algo que caracteriza mucho a mi amiga, es que le encanta el orden, por lo tanto, casi siempre trata de mantener todo limpio. Obviamente que a veces no se puede por su hija y los juguetes que tira habitualmente.
Después comienza a sacar todo lo necesario para comenzar a preparar la cena, y este es el momento en donde debo retirarme. No me gusta observar como preparan la comida, me trae muy malos recuerdos.
Pero cuando me entretienen hablando, me quedo, pero miro hacia otra dirección.
En el momento que estoy dispuesta a seguir mi camino hacia la habitación, un ruido se hace presente en mis oídos y en la sala. Me obligo a darme la vuelta para ver a Jason llegar. Él me mira y decido sonreírle sin mostrar mis dientes, como no dándole importancia el que él acabe de llegar.
Observo como toma una bocanada de aire para decirme algo, pero es interrumpido por el sonido de mi celular.
- ¿Hola?- Contesto sin ni siquiera leer el nombre.
- ¡Alex! Quiero recordarte sobre la boda.
- ¡Oh!- Exclamo algo incomoda de estar a punto de hablar sobre esto al frente de mi novio. Termino mi camino a la habitación y me siento en mi cama- Claro, ¿qué ah pasado?
- Me preguntaba que vestido llevarías, como para ir acorde.
¡Que lindo!
- Sí, aún no sé. Como buena amiga, fui a comprar un vestido pero ninguno era de mi agrado, por lo que no sé si seguiré buscando en las tiendas del Shopping o me pondré uno de mi armario- Aunque él no pueda verme, me encojo de hombros.
- Uhm... Bueno. Recuerda que te pasaré a buscar- Murmura.
- ¡Claro que lo recuerdo! Como olvidarlo. Te estaré esperando así que... hasta la boda- Le digo sonriente.
- Hasta la boda- Responde antes de colgar.
Decido dejar mi celular en mi cómoda para salir a la sala a ver a mi novio enojado.
Cuando veo como trata de sacar un pedazo de pollo, a lo que mi amiga responde con un golpe en su mano tras pegarle, sonrío con ternura.
Éste chico me vuelve loca.
- Hola, ¿por qué no me saludaste?- Pregunto en el momento que veo como él me observa.
- Estabas atendiendo un llamado, por cierto, ¿Quién era?
- Nadie importante- Respondo sentándome en el sofá.
- ¿Puedo saber?- Él se sienta a mi lado y, con una sonrisa, posa sus brazos en mis hombros. Yo apoyo mi cabeza en su hombro.
- No.
- ¿Por qué?
- Era Mark- Respondo sonriendo.
Siento como él corre sus brazos sobre mis hombros para poder tener un buen ángulo de mi rostro. Se encuentra con su ceño fruncido, se ve muy sexy a decir verdad.
- ¿Ese idiota con el que vas a ir a la boda?
- Te amo- Contesto dejando un ligero beso en su mejilla. Niega con su cabeza, dibujando una linda curva en su rostro.
Creo que, como está faltando muy poco, aproximadamente un día. ¡MAÑANA! Y ya me estoy pareciendo a esas chicas que se exasperan al no encontrar qué ponerse. Pero esto es realmente distinto.
Es la boda de la hermana de mi mejor amigo.