CAPITULO 5

1557 Words
AGNA Salí del salón como alma que lleva el diablo, estaba muerta de la vergüenza ¿Qué se estaba creyendo ese imbécil? ¿Cree que puede hacer conmigo como quiera? Se está equivocando de chica, soy una chica calmada, pero si me buscan me encuentran, no voy a dejar que nadie intente pasarme por encima, además vuelvo y digo quiero terminar mi año escolar sin ningún tipo de problema, lo he hecho bien hasta ahora, y estos niños de papi y mami no me van a venir a dañar mi buen comportamiento en la escuela, no se los voy a permitir. CHISTOPHER ¿Qué se cree esta becada? Quito la boca cuando casi ya la besaba, pero si me quiere dar pelea esto se pondrá más interesante, me gustan los retos, y mientras más duro sea el proceso, mejor será el resultado. Cuando termine con ella me rogará como si estuviera en llamas, y solo yo pudiera apagarlo. Cuando esté completamente loca por mi le dolerá más, sé que a Ilán también le dolerá, se le nota que está enamorado de esa becada, aunque realmente no sé qué le ve, si es linda, pero es insípida, no tiene gracia y sobre todo no está a nuestro nivel. -¿Qué paso? ¿Te rechazaron el beso? - Asher me sacó de mis pensamientos. -¡Que va! De que le robo un beso se lo robo, eso que no te quede la menor duda, además no puedo lanzarme así tan rápido, todo es con calma – Le digo airoso - El cazador va por su presa. -No vaya a ser que el cazador termine cazado - Me dice con una gran sonrisa Asher. ¿Qué? Eso que dijo me da mucha risa… ¿Yo terminar cazado? ¡Qué va! Hasta ahora no ha llegado la mujer que vuelva loco a Cristopher Walker. Todas para mi han sido mis juguetes y eso no va a cambiar, y menos una becada como ella. Esto es solo un juego, me divierto un rato y ya. AGNA Iba caminando por los pasillos de la escuela, iba distraída que no note que alguien estaba frente mío… -¡Auch! ¡Lo siento no te vi! -¿Tienes como deporte chocarte conmigo? – Una voz grabe y extremadamente sexy de hace escuchar. ¿Qué? ¿Otra vez este tipo? ¿No se cansa? ¿Me tiene un maldito radar puesto? -¡Lo siento! Suelo andar muy distraída – Le digo seria - Te pido disculpas, espero que no armes de esto un problema como la primera vez. Ruedo mis ojos y bato las manos. Quiero dejar de encontrármelo ¿Acaso me está acosando? ¿Debo comenzar a preocuparme? -¿Qué me vas a dar a cambio? – Sisea. Su cuerpo me atrapa entre él y los casilleros, mis ojos se abren, mi cuerpo se tensa y mi respiración se comienza a ralentizar, mi corazón galopea en mi caja torácica y dejo hacer acoplo de todo mi auto control, para no salir corriendo o no tirármele encima. -¿Qué? ¿De qué hablas? – Inquiero. ¿En serio este chico se enloqueció? Sus ojos azules, están oscurecidos, veo como me mira los labios y se los relame, su aliento se mezcla con el mío, y puedo sentir su aroma invadir mis fosas nasales. Huele a limpio, su aroma en amaderado, es delicioso. -Si… ¿Qué me vas a dar? Su cuerpo me acorrala más, puedo sentir como su reparación comienza a agitarse, su altura de 1.90 sobrepasa la mía. Me veo tan pequeña a su lado. Y debo estar loca, pero debe ser una delicia tener su cuerpo encima mí. Agna, no vayas allí. Su mano se posa en una de mis mejillas, y comienza a recorrerla con sus nudillos. -¿Me puedes dar permiso? - Le digo. Ya un poco cansada de todo este teatro que ha montado este chico. Trago grueso, no puedo dejar que mis deseos tomen el control de mi cuerpo. -¿Y si no quiero? - Me dice en un tono retador. Lo veo medio sonreír, y acercar más su rostro al mío. Mis ojos se encuentran con los suyos. -¡Pues entonces te quito yo! – Ladro. Bruscamente lo empujo y hago que se aparte, pero me toma del brazo y vuelve a acorralarme contra los casilleros. -¡Eres muy arisca! - Me dice muy cerca de mi rostro. Mi nariz rosa la suya, nuestros labios están a centímetros, si me muevo solo un poco podré besarlo. -Y tú eres un imbécil… ¿Qué te crees? -¡Uh! De esa boquita tan provocativa no pueden salir tales palabras – Sisea y medio sonríe - ¿Nunca te enseñaron a respetar a la gente que tiene más que tú? Y eso es todo lo que necesito para salir del hechizo en que estaba cayendo. Tomo aire y elevo el mentón. -¿Crees que eres mucho por tener dinero? – Le digo y medio sonrío - Déjame reírme, solo pasas las materias por el poder que tienes en la escuela, pero yo – Le sostengo la mirada - Déjame decirte que estoy aquí, por lo que sé, por lo mucho que me esfuerzo en conseguir mis cosas y no estoy todo el tiempo esperando que papi y mami me den todo en bandeja de plata, no me afecta ser becada, es un honor para mí, porque eso significa que soy una de las mejores y gracias a mi esfuerzo estoy aquí. Así que si crees que tus insultos me ofenden estas equivocado – Sacudo la cabeza y lo empujo - Ahora con permiso, tengo mejores cosas que hacer que estar discutiendo con alguien como tú. Me voy a ir, pero me agarro del brazo, me estampa con fuerza en los casilleros, mi espalda golpea y estampa sus labios en los míos. Su lengua se va abriendo camino en mi boca y comienza a dominar la mía. No es un beso suave, ni gentil. Es uno cargado, de rabia, ira, deseo. Busca dominarme, poseerme, apoderarse de mi razón con ese beso. Sus labios son suaves y cálidos y puedo sentir todo el calor que emana su cuerpo. Lleva una de sus manos hacia mi cuello y comienza a apretarme suavemente, cortándome un poco el paso del aire. Le do un empujón y le estampo una bofetada ¿Qué se cree? ¿Era enserio esto? Después de ser invisible este tonto se viene a tirar de esta manera todo mi esfuerzo por terminar mi año escolar como venía ¿No sabe que seré la chica más odiada de la escuela? Gracias a que uno de los chicos más populares me ha estado prácticamente acosando y para terminar con la cereza del pastel me beso… -¿Me acabas de pegar? -Me dijo mientras me miraba con ira… -Si en tú casa no te enseñaron a respetar, pues yo te lo voy a enseñar, nunca te di permiso de que me besaras, así que no seas tan atrevido – Le ladro. -¿Sabes a quien le pegaste? – Lleva una de sus manos a su rostro y acaricia la aparte donde lo golpee. -¡Si! A un estúpido como tú… - Le digo de manera retadora, debo confesar que por dentro estaba muerta de los nervios. -¿Qué hiciste qué? - La voz de Ilán nos llamó la atención. -La besé ¿Por qué? – Dice en un tono arrogante Cristopher – Y lo volvería hacer las veces que desee. -¡Ilán! No – Le digo y me cruzo en su camino rápidamente. Veo como sus ojos se oscurecen llenos de ira, sabía que iba armar un problema así. intento calmarlo, pero no funciona, se le va encima cual tigre enfurecido, comienzan a pelearse y yo solo quiero que la tierra me trague. Ahora los dos chicos populares dándose golpes por mí, no podía tener más mala suerte. Como Cristopher tiene sangre en el labio y Ilán en la nariz, ambos tienen golpes por toda la cara. -¡Basta ya! Ilán – Chillo - Yo ya le di su merecido ¡Por favor basta ya! - Le grito. Veo como él atendió a mi grito, se aparta de Cristopher y vine hacia mí. Mis lágrimas recorren mis mejillas y la respiración la tengo agitada. -¿Estas bien? ¿Te hizo algo más? – Me dice. tomando mi rostro entre sus manos y recorriendo mi cuerpo con su vista, como si estuviera buscando algo más. -¿Qué más le puedo hacer? – Dice Christopher - Si esa becada es una fiera, Pero yo me voy a encargar de domarla, a mi ninguna mujer me queda grande. ¿Era enserio lo que decía? Ósea realmente no salía de mi asombro, este chico había terminado por enloquecer. -Primero no soy ninguna fiera, imbécil – Le doy un golpe en el pecho – Segundo, no soy ningún animal para ser dominado, no sea cabrón y tercero, mantente alejado de mí, eres un maldito dolor en el culo. Con eso tomo a Ilán de la mano y comienzo a jalarlo para salir lo más rápido de allí. Todos mis planes de pasar desapercibida se han ido al carajo por ese imbécil.
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