CAPITULO 4 ME IGNORA

2764 Words
AGNA -¿Por qué corres tanto, conejita? – Su voz hacia que mi cuerpo vibrara – Sabes que te voy a atrapar. Seguía corriendo por aquel bosque, cada noche se repite la misma secuencia. Huyo de alguien. Corro y corro, pero no lo hago porque quiera huir y salvar mi vida, lo hago porque me excita que este extraño me persiga. Lo hago porque sé que cuando me atrape me dará lo que busco. Aquella adrenalina que me calienta. -¿Dónde estás, conejita? – Cada vez lo siento más cerca – Cuando te atrape, te voy a castigar. Mis piernas me tiemblan, el corazón retumba en mi pecho, las manos me sudan y mi centro ya está goteando. Me odio por excitarme con esto, me siento sucia e inmoral, pero no puedo evitarlo. -¿Ya estas húmeda por mí? – Siento sus pasos cada vez más cerca – Si te atrapo y llevo mis manos a tu rico coño ¿Ya estarás húmeda para mí? Mi respiración estaba agitada, sentía como mi pecho subía y bajaba. Yo seguía corriendo, quiero que cuando me atrape, me castigue tan duro. Me escondo detrás de un árbol, intento calmarme, quiero tomar un poco de aire. Hago silencio, para que no sepa donde esto. La luz de la luna ilumina un poco aquel bosque, se siente un silencio sepulcral, la brisa hace que las hojas de los árboles se muevan. Salgo de mi escondite, ya no siento que me persigue, ya no escucho su voz, ni siento sus pasos. Camino con precaución, mirando para todos lados, intento enfocar mi vista, ya que, por la poca luz de la noche, se me dificulta un poco. De repente unas manos me rodean, siento algo duro en mi espalda, me tapan la boca, con una mano y la otra viaja hasta mi coño. -¡Te atrapé – Intento soltarme, pero la mano que estaba en mi boca, baja hasta mi cuello y comienzan a cortarme el oxígeno, su agarre es fuerte, pero no intenta lastimarme – Shhh, déjame comprobar lo que dije hace unos minutos atrás. Me remuevo, me avergüenza que descubra que decía la verdad, me avergüenza que sepa mi oscuro secreto. -P-por favor – Susurro. -Que conejita tan perversa – Sisea, su voz es rasposa y grave – Mira que mojada estas ¿Te excita que te persiga? -¡P-por favor! – Vuelvo a decir en un jadeo. Sus dedos ya están follando mi coño, juega con mis pliegos, masajea y penetra. Es un éxtasis que no logro descifrar. -Me vuelves loco conejita – Susurra en mi oído – Me enloquece todo de ti. Quisiera amarrarte a mi cama y tenerte allí por la eternidad, para poder follarte cada vez que desee. En un movimiento rápido me tira al suelo, se sube a horcajadas, lleva mis manos por encima de mi cabeza. Muero por ver su rostro, pero debido al pasamontañas me es difícil. Esta noche solo puedo ver sus ojos, ya que la luz de la luna los ilumina son de color… ¿Azul casi gris? -Voy a follarte duro muñequita… Me levanto exaltada, mi pecho late con fuerza, es como si tuviera un tambor dentro de mi caja torácica. Las manos me sudan y siento mi entre piernas mojadas. Intento calmarme, respiro hondo ¿Qué carajos? Otra vez el mismo sueño de cada noche, pero esta vez pude ver sus ojos. ¿Cómo mierdas son de ese maldito color? Mi mente me está jugando una mala pasada, no puedo tener un sueño húmedo con ese imbécil, no puedo ponerle los ojos de ese niño mimado al desconocido de mis sueños. Necesito ir a un psiquiatra, necesito que me mediquen, ya he perdido totalmente la cordura. *** Caminaba por los pasillos de la escuela, pensando en aquel sueño que se repetía en mi cabeza como una perversa película, que hacía que mi lado calenturiento saliera a flote. Seguía pensando la actitud de Cristopher ¿Qué le pasaba a ese chico? Primero casi me pega por haber tropezado con él sin culpa y después se acerca a mi como si nada hubiera pasado, luego le pongo el color de sus ojos al desconocido de mis sueños húmedos. Esto es una clara señal que debo mantenerme alejada de él y de sus demás amigos, no quiero problemas y realmente me las he arreglado muy bien para pasar desapercibida como para ahora venir a llamar la atención, sin necesidad alguna, mientras más lejos de él mejor me va en la vida y así puedo terminar mis estudios son problemas. -¿En qué tanto piensas? - La voz de Ilán me saca de mis pensamientos. -¡En nada! - Le digo con una gran sonrisa. Veo como me toma de la mano y camina conmigo, Ilán siempre ha sido muy especial, anda pendiente de mí, siempre está cuando más lo necesito, me hace sentir especial y siempre me mira con vehemencia. -¿Qué clase tomaste? – Me pregunta Emily. Ilán y yo brincamos del susto ¿De donde apareció? Hace unos momentos estábamos solo. -¡Baile! – Le contesto emocionada. -¡No puede ser! ¿Es enserio? De todas las clases ¿Tenías que tomar precisamente esa? - Me pregunta Ilán un poco alterado. Yo me quedo sorprendida por el tono de su voz, nunca me levanta la voz y no entiendo que fue lo que dije, para que se alterara tanto. -¿Qué pasa con esa clase? Sabes que me gusta, Bueno… podríamos decirlo, es la única opción que vi – Inquiero frunciendo el ceño Lo veo tocarse el puente de la nariz y despeinarse un poco el cabello, miro confundida a Emily, quiero saber por qué se altera tanto, si solo es una clase, además, de que, era la única opción que tenía. -¡Tranquilo Príncipe! Agna sabe cómo cuidarse - Le dice Emily, dándole una pequeña palmada en la espalda. Yo sigo esperando a que me expliquen el cambio repentino de Ilán y las extrañas palabras de Emily. -¿Qué pasa con esa clase? - Pregunto confundida. Llevo mis brazos a las caderas y alterno mi vista entre ellos, hago un mohín y espero a que me digan a que se debe todo esto. -¡Pues mi querida amiga! En esa clase esta Cristopher – Me responde Emily. -¿Qué? ¿Enserio? – Chillo. ¿Acaso rompí un espejo? No podía creerlo, ahora entendía porque Ilán se ha puesto de esa manera, sabía que estos dos no se llevaban bien desde hace mucho, siempre viven compitiendo, a pesar que son de familias adineradas son totalmente polos opuestos, Cristopher es un chico engreído, le gusta jugar con todas las chicas, es grosero y bueno, no quiero comenzar a enumerar sus defectos porque no acabaría, en cambio ilán es todo lo contrario, es un chico dulce, amable, siempre cuida de mí, podría ser el novio perfecto, aunque bueno, también es algo mujeriego, se la vive compitiendo con Cristopher por las chicas, realmente no entendía ¿Por qué eran así? -¡Tienes que tener mucho cuidado princesa! Mantente alejada de ese pendejo ¿Sí? -Me dice Ilán mientras toma mi rostro entre sus manos muy delicadamente. Sus hermosos ojos miel se encuentran con los míos, puedo ver en su mirada la preocupación, así que, le sonrío. -¡No te preocupes! Yo me sé cuidar sola… - Le digo - Ahora me tengo que ir, mi clase de baile comienza en unos minutos y no quiero llegar tarde el primer día. Veo como Ilan se relaja y me devuelve la sonrisa. Acerca su rostro al mío y me da un suave beso en la coronilla. ¿Por qué el repentino cambio de ambiente? -¿Te llevo? - Me pregunta Ilán. -No… tú tambien tienes clases y no quiero que te retrases por mi culpa - Le contesto. Mientras me despido de ellos batiendo una de mis manos, camino por los pasillos de la escuela. Llego al salón y ya están casi todos mis compañeros aquí, en una esquina vi que estaban Cristopher, me mira apenas ingreso al salón de baile, pero decido ignorarlo, si no hacia contacto visual con él sería mucho mejor. Como dicen por ahí, si no me muevo, no me ve. Activando modo, tiesa. Tomo mi lugar y todos esperamos a que llegue la profesora de baile, pasan unos minutos hasta que ingresa al salón. -¡Buenos días chicos! – Saluda con una gran sonrisa y nos mira a todos - Vamos a ir al grano – Suelta de una - Formen parejas de baile. Esa pareja será para todo el semestre y no se aceptan cambios o prefieren que yo las arme –Se cruza de brazos - ¿Prefieren eso verdad? Todos nos quedamos mirando, comencé a sentirme nerviosa porque yo no conocía a nadie en ese salón. Estoy por pensar que los cielos me odia. Ya comienzo a cuestionarme la suerte que me cargo. ¿Debí mandar aquella cadena donde decía que si no lo hacia tendría 7 años de mala suerte? Vi como Cristopher se acercó a la profesora le dijo algo al oído y se alejó, me mira y se sonríe, eso no me olía nada bien. Mi cuerpo se tensa, y trago grueso - ¿Dios si me escuchaste cuando te dije que no queria que este año me sorprendieras? – Sacudo la cabeza. -Bueno, a petición de uno de los mejores bailarines yo formaré las parejas – Nos dice la profesora. No, esto no podía ser cierto, solo esperaba a que no me tocara con ninguno con ese chico. Dios… soy yo de nuevo… La profesora fue llamando por lista y armando las parejas de baile, yo estaba quedando de ultimas y eso me comenzó a estresarme. Mi corazón latía fuertemente en mi pecho, mis manos comenzaron a sudar, ya no sabía cómo pararme. -¡Cristopher Walker y Agna Müller! Son la última pareja en formarse – Inquiere la profesora. ¡No esto no podía ser cierto! A Ilán le va a dar un infarto, y yo… bueno voy a morir ¿Por qué tenía que ser justo conmigo? ¿Dios, seguro que tú me escuchas? Veo como el chico camina con ese tumbao que tiene los guapos al caminar, una medio sonrisa se le dibuja en los labios, sus manos están dentro de los bolsillos de su pantalón. -¡Hola! – Me dice, apenas se me acerca - Nos volvemos a encontrar y que casualidad que formamos pareja de baile – Su mirada recorre todo mi cuerpo - Eso quiere decir que pasaremos tiempo juntos… - Vi como ladeaba una sonrisa – No sonrías así ¡Maldita sea! – Tomé aire, no le iba a dar el gusto a este chico de causarme problemas. Arqueo una de mis cejas y me muerdo el labio inferior. -¡Creo que estas equivocado! – Le digo con simpleza - Solo pasaremos tiempo juntos en la clase de baile, no veo porque fuera del salón tendríamos que hacerlo. Debo admitir que me costó mucho decir eso, me considero alguien valiente, pero estaba siendo un poco grosera con uno de los chicos más populares de la escuela. Pero no iba a alterar mi vida, ya dije, prefiero ignorar los problemas, si eso significa que va a ver paz en mi vida. CRISTOPHER Logré que la profesora la pusiera como mi pareja de baile, esto era lo bueno de tener influencia en la escuela, cuando vi que entró al salón la quise saludar, pero me ignoro por completo, así que eso me lleno de mucha ira ¿Qué se sigue creyendo esta becada? ¿Cómo osa ignorarme? Vi su cara de decepción cuando la profesora dijo que sería mi pareja, pero no me importaba, no era que yo me muriera porque lo fuera, esto solo hacia parte de mi plan para poder ganar la apuesta. Voy a ponerte a mis pies muñequita. Me acerqué a saludarla, le dije que pasaríamos tiempo juntos y esta chica me bateo, de manera fría me dijo que solo sería el tiempo de las clases, que no tendríamos que pasar más tiempo juntos fuera del salón, debo decir que eso hirió mi orgullo, yo que soy uno de los más deseados de la escuela, todas las chicas morirían por pasar tiempo conmigo, y esta becada en cambio no ¿Es eso posible? Tiene que ser una broma, pero ya verá, haré que se enamoré de mí, que se vuelvas loca, que se entregues en cuerpo y alma, la llevaré a la cama, la haré gemir mi nombre, me comeré ese pequeño coño y luego la humillaré delante toda la escuela. La enseñaré como debe tratar a Cristopher Walker Lennox . Voy a poner su cuerpo en el cielo, pero se va a sentir como el infierno. voy hacer salvaje y brutal. -¿Por qué no podemos pasar tiempo fuera del salón de clases? – Me acerco un poco más y veo como da un paso atrás. -La pregunta sería – Me mira y arquea una de sus cejas - ¿Por qué pasaríamos tiempo fuera del salón de clase? ¿Somos amigos? -Podríamos serlo – Doy otro paso y ella vuelve y retrocede. -Gracias en estos momentos mi lista de amigos está copada, pero agradezco tu buen gusto. Tomó aire e intento calmarme, está chica hace que pierda la poca paciencia que tengo, me dan ganas de… de… zurrarle el culo obstinada. Cuando la tenga atada a mi cama y la esté embistiendo tan duro, le haré tragar todas sus palabras. AGNA La profesora comenzó a darnos las clases, comenzamos a bailar en parejas, todo iba bien, hasta que a la profesora la llamaron de la dirección y le toco salir, nos dejó una rutina, teníamos que practicarla y presentársela cuando volviera de la dirección, así que nos quedaríamos solos por unos momentos. Comenzamos a practicar, no podía negar que este chico bailaba muy bien, ahora entendía porque era uno de los mejores bailarines de la escuela, aunque tenía entendido que no le gustaba mucho el baile, entonces ¿Por qué escogió esta clase? Comenzamos a bailar, había una parte de la rutina donde teníamos que acercarnos mucho y debo decir que esto me ponía realmente nerviosa, no podía negar que Cristopher es realmente atractivo, pero eso es solo físico, su corazón estaba podrido y eso le quitaba cualquier encanto. -¿Por qué tan nerviosa? – Me susurra al oído, puedo sentir su aliento y su aroma inundar mis fosas nasales. Cuando di la vuelta, quedamos frente a frente, nuestros cuerpos estaban muy cerca y nuestros labios también, solo nos separaban unos centímetros, algo duro choca con mi pelvis y abro los ojos. ¿Tiene una erección? ¡Sucristo bendito! Si así se siente dentro del pantalón, no me quiero imaginar en vivo y directo. Siento como el calor sube por todo mi cuerpo, mis orejas se calientan y debo parecer un tomate. Mi sueño se me viene a la cabeza, como una maldición y tengo que sacudir la cabeza, para alejar todo demonio de lujurio que se quiere apoderar de este pequeño cuerpecito. -¡No tengo porque estar nerviosa! - Le digo Sabía que mentía, estaba muerta de nervios y caliente tambien, tenerlo tan cerca, es una jodida tortura, la vida debe ser justa y malograrle la cara por lo menos, así, si tiene una polla grande, no tendría una cara bonita, o si le dio una cara bonita, tener una polla pequeña. No pueden dotarlo de belleza y masculinidad al mismo tiempo, es un sacrilegio. -¿Qué pasaría si intento…? – Sisea. Se va acercando más y más, casi que, rosando mis labios, su respiración se mezcla con la mía y yo comienzo a asfixiarme, necesito tomar aire, un baño de agua fría y leer la biblia. Sus ojos estás clavados en mis labios y veo como se relame su labio inferior. Sus manos están en mis caderas en un agarre baste firme y fuerte. -Si intentas nada… - Digo. Me alejo rápidamente, casi me besa, todo el salón nos estaba mirando y yo estaba muerta de los nervios y de la vergüenza ¿Cómo podía haber intentado besarme, está loco? Yo queriendo no figurar y este estúpido haciendo que todas las miradas se posen en mí, ahora no falta la loca, obsesionada con el chico que crea que le gusto y venga por mí.
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