Capitulo 16

970 Words
Alexander POV'S   - Que para que te quiero? Te quiero para mí, para hacerte mía todas las noches, te quiero para que me des un abrazo, te quiero para besarte y darle envidia a los demás hombres, te quiero para darme el lujo de decir esa mujer es Mi Reina, te quiero para acariciarte, para no sentirme solo, para cuidarte, para protegerte, para llenarte de mimos, para acurrucarte cuando tengas miedo, para que estés toda la vida conmigo. Te quiero para mí- dije estacionando el auto y tomándola de las manos, sus ojos estaban cristalizados. No me gustaba verla así. Le solté las manos y me bajé del auto dándole la vuelta y abriéndole la puerta para que bajara ella también y pudiera abrazarla. Estar entre sus brazos, sentir como me abrazaba, sentir su aroma, el shampoo de su cabello, su calor, ese sentimiento de amor que habitaba entre ambos.   - Para esto te quiero, para abrazarte como lo estoy haciendo ahora. Te has convertido en una dosis para mí - dije susurrándole al oído apretándola más fuerte.   - Sabes que también te quiero para todo eso que me mencionaste. Me hiciste llorar - dijo mirándome a los ojos, sus largas pestañas estaban mojadas haciendo que resaltaran sus bellos ojos. Coloqué un mechón de su cabello detrás de su oreja y la besé, la besé como si no hubiera mañana o pasado.   Esa sensación que corría por todo mi cuerpo comenzando en mi medula espinal me hacían sentirme como un adolescente, y ni mencionar lo de las maripositas en el estómago. Eso era otra cosa aparte.   Me separé de ella costándome un esfuerzo gigantesco porque teníamos que seguir adelante con todo esto. Le limpié las mejillas y me aseguré de que ya no llorara. Le abrí la puerta del coche y luego que ella subió le di la vuelta al auto y tomé el volante, entrelacé su mano con la mía mientras conducía con rumbo a mi fundación.   Dhara POV'S   Estacionamos en un gran edificio de algunos 52 pisos con un gran cartel que llamaba mucho la atención que decía " Foundation Children's Happy “. Bajamos del auto y antes de entrar por las grandes puertas, Alexander me tomó de la mano, me gustaba sentirme así, me gustaba cuando él se comportaba todo romántico conmigo, era el tipo de hombre que muchas mujeres querían tener a su lado. Los guardias y la secretaria principal le saludaron muy amables al igual Que Alexander. Todo esto me deja claro que no debemos Juzgar a nadie por su apariencia, mi maestra de literatura decía nunca juzgues un libro por su portada, pero es que ¿Quién diría que un mafioso tuviera una Fundación para niños y fuera doctor? Nadie.   Entramos a una sala que estaba repleta de nenes de cinco a seis años. Se veían padres conociendo niños para adoptar mientras que estos jugaban con bloques o plastilina. El lugar era digno de acongojarse, a mí esto me daba ganas de llorar, tantos niños que esperaban ser adoptados me partía el alma, aunque al menos estaban bien cuidados aquí.   Me separé de Alexander para ayudar a un niño que al parecer tenía problemas para amarrar las cuerdas de sus zapatos.   - Te ayudo? – le dije amable con una sonrisa.   El pequeño era muy guapo. Era de piel canela, con el cabello n***o acostado hacia un lado y de ojos marrones. Tenía algunos seis años. Alexander se acercó a mi junto con el niño.   - Por favor – me contestó muy educado devolviéndome la sonrisa con mucha modestia.   - ¿Es tu novia? - le preguntó a Alexander viéndolo con una sonrisa picarona y ladeando su cabeza con vergüenza.   Alexander me miró y me sonrió muy ampliamente. Esa sonrisa que podía derretir a cualquier chica.   - Si, ¿por qué? ¿Acaso no es linda? – le preguntó Alexander de travieso   - Es muy linda, Debes de quererla mucho.  Yo quiero una como ella también - dijo haciéndome sonrojar y estallar de la risa también.   Que lindura..   - Gracias, tú también eres muy guapo, pero estas muy chico para tener novia – le dije simpáticamente respondiendo a su halago.   - La quiero bastante – le contestó Alexander mirándolo a él y luego a mí.   - Hacen linda pareja – nos dijo mirándonos contento. Escuchamos como al parecer una señora lo llamaba por el nombre de Samuel. Lindo nombre.   - Bueno Adiós. Hoy fue mi último día acá, me acaban de adoptar. ¡¡¡Adiós !!! - dijo despidiéndose con su manita muy contento.   - Adiós! Suerte - le dijo Alexander negando con la cabeza con una sonrisa estampada en su rostro.   Ese corto momento me había hecho sentir muy feliz.   A pesar de que había un montón de nenes, Alexander ya conocía algunos que habían empatizado también conmigo. Me agradaba saber que estos pequeños tienen un lugar donde dormir y comida sobre la mesa, que no pasan frio, que los educan y que por el momento están bien cuidados y juegan felizmente.   - Te gustan los niños? - le pregunté a Alexander cuando salimos de la fundación.   - Me encantan, pero creo que soy un mal ejemplo para ellos - dijo encendiendo el auto con la mirada fija en la carretera.   - No vuelvas a decir eso- le advertí - Gracias a ti ellos hoy son felices y tarde o temprano la vida te recompensara lo que estás haciendo, lo que muchos padres no hacen. Esos niños cada sonrisa que dan, es gracias a que tú has puesto de tu parte por ellos- le dije melancólica sabiendo que lo que Thiago hacia era una gran obra.   - Si eso crees, entonces también lo creeré, mi reina - dijo tomando mi mano y depositando un beso en ella.   Lo quiero tanto…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD