La Reina Del Mafioso

Capitulo 15

Dhara POV S

Sin hacer caso a la pregunta de Alexander me armé de valor y seguí mi camino hacia la habitación, entre y empecé a ordenar la ropa que había comprado en el closet, pienso que no tiene ningún derecho de reclamarme absolutamente nada, pues el también se marchó sin dejarme una nota o un mensaje tan solo.  Sentí sus manos en mi cintura haciéndome que volteara a verlo.

- Dónde estabas? ¿Por qué rayos te fuiste sin decirme a donde ibas? - dijo en un tono calmado, pero con cierto enojo.

- Estaba en el centro comercial. No deje ningún recado como tú no lo hiciste conmigo. Estamos a mano – le conteste enojada

Sonrió

- ¿Estas celosa? - me preguntó tomándome por la cintura nuevamente y pegándome a él haciendo que casi nuestros labios se rocen.

- No - dije mirando la textura de esos labios carnosos de la misma manera como el miraba los míos.

- ¿Sabes? Estoy orgulloso de que me celes, es un gran avance, además yo té celé también. Por mi mente pasaron muchas imágenes de hombres mirándote. No se vale mi reina - dijo malicioso

- Tampoco se vale, mi mafioso - dije imitándolo, pero era enserio, no me gustaba que al levantarme ya no supiera nada de este hombre.

Me sonrió con malicia y picardía a la vez. 

Alexander POV'S

- Hermosa - la llame besándola en los labios. para despertarla

Gruñó haciéndome reír, pero me permitió ver sus hermosos ojos.

- Tenemos que salir. Llega mi Hermano David y vamos a ir a recogerlo al aeropuerto, quiero que me acompañes - dije besándole su cuello como sabía que le gustaba para torturarla.

- Por qué debo ir? - dijo mirándome maliciosamente

-  Debemos pasar tiempo juntos, además de que me debes de perdonar por lo de ayer – le dije para convencerla

- Bueno con tal de que siempre me digas a dónde vas, lo perdono señor mafioso – me dijo juguetona correspondiéndome al beso.

- Como ordene reina del mafioso – dije feliz de escucharla.

………………

Habíamos llegado del aeropuerto de buscar a mi hermano David que ya había montado tremenda amistad con Dhara.

- Oye hermano, creo que con Dhara no se puede salir - dijo un poco burlón, pero con algo de seriedad.

Dhara levantó la cabeza de su móvil y lo miró negando con la cabeza.

- Estoy contigo – dije mirando la manera en que Dhara nos aniquilaba a los dos con la mirada

- Así? ¿Por? - preguntó ya un poco enojada.

- Pues Alexander casi mata a todos los hombres que se volteaban a mirar tu Trasero - dijo entre carcajadas David.

- Que chistosito JA - JA - JA – le dijo Dhara sarcástica rodando los ojos.

- No preciosa, sabes que no es tu culpa, no tienes la culpa de ser tan hermosa – le conteste besándola, acariciando su mano entre la mía.

- ¿Dhara que le hiciste a mi hermano? ¡No es el aburrido de siempre! ¿Dónde esta? – exclamó David entre burlas.

- Realmente si antes era peor que ahora no quiero imaginarme nada – le siguió el juego Dhara.

- ¡Dhara! – exclame fingiendo estar ofendido por sus palabras. Me lanzó un beso en el aire en modo de disculpa.

- Ya ya ya. Basta de tantas cursilerías. Cambiando de tema, ¿cómo va la fundación, Alex? – me preguntó David haciéndome incluso hasta toser por la pata tan grande que había metido.

- Que fundación? - preguntó Dhara mirando a David. Le lancé una mirada aniquiladora ¿Para que abrió la boca?

- Emmm .... Los dejo. Tengo que desempacar mis ... Pocas ... Cosas - dijo nervioso marchándose y dejándome con un encabronado lío.

- ¿Que fundación Alexander? Veo que me sigues ocultando cosas - dijo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

Suspire profundo.

- Ven, te cuento en el camino, necesito mostrarte el lugar – le dije intentando tomarla de la mano a la fuerza ya que se negaba. Al final terminó permitiendo que entrelazara mis dedos con los suyos dejándose guiar.

Dhara POV'S

Íbamos camino a no sé dónde, el mafioso conducía muy concentrado con la vista en la carretera, siempre que Alexander y yo estábamos juntos aparecía algún problema que hacía que nos disgustáramos o yo me disgustara. ¿Por qué?  ¿Acaso siempre seria así?

- Dhara, mi trabajo en el pasado me hizo pensar muchas cosas, entre ellas que debía tener algo en que gastar mi dinero, todos los meses me entran cantidades gigantescas a mi cuenta porque mi negocio me lo permite. La cocaína, las exportaciones ilegales, la venta de órganos entre otros negocios me dan unos buenos ingresos, así que pensé, que nunca en la vida lo voy a poder gastarlo todo ya que no tengo vicios de ningún tipo como para apostarlo. Así que para ayudar a otros y no sentirme tan maldito decidí optar por una fundación. Si algo no me gustaba era ver a los niños huérfanos, sin familia, sin comida, sin ropa, sin educación, y pensé ¿por qué no? – lo escuché hablar atentamente. Mis ojos ya estaban cristalizados.

- Es una muy hermosa causa de tu parte. ¿Por qué me tenías algo como esto oculto? – le pregunte triste tratando de encontrarle una lógica a su secreto.

- No lo sé. No es la gran cosa - dijo como si no fuera nada.

-Eso lo es todo. Es algo tan humanitario, tan caritativo, tan noble. Con tu acción me haces feliz, muy feliz, pero me enoja que no me lo hubieras dicho – le dije sintiendo varias emociones al mismo tiempo.

- Hay algo más por decir, bueno es lo único que me falta por decirte – me dijo apretando sus labios.

- Ay no! ¿y ahora qué pasa? – le pregunte bufando.

- Aparte de mafioso, estudie medicina, soy doctor - soltó.

Me quede con la boca abierta.

- Claro! Por eso me decías que no podía comer tantos dulces, que tenía que comer sano ¡Oh, Dios mío! – le dije dándome cuenta que Alexander me tenia engañada.

- ¿Tan malo es? - dijo con una sonrisa

- No, me siento súper orgullosa por ti, pero me molesta que lo ocultaras como si fuera un delito. Yo no te he ocultado nada, sabes todo de mí. ¿Y tú qué? No te entiendo para que me quieres – le dije suspirando pasando mis manos por mi cabello en forma de desesperación.

- Por favor Dhara cálmate. Sabes que de verdad te quiero y me permito decírtelo porque es la verdad, ¿sabes cuándo fue la última vez que de mi boca salió esa palabra? Antes de sepultar a mi hermana, hace cuatro años. ¡Y ya! Ya no hay más secretos. Se acabaron. - dijo afligido con un tono fuerte pero adolorido.

- Me quieres? ¿Para qué Alexander? -