Talentos Agitados

2895 Words
La mañana llegaba a su fin y la tarde se hacía presente, las jóvenes mentes ya se habían inscrito en aquel increíble lugar. Mientras la mayoría trataba de encontrar el sitio al que pertenecían y el salón en el que tuvieran que pasar el resto de su jornada, conociendo a sus colegas de trabajo. Otros decidían cosas más importantes. —No me importa tu opinión la cama de arriba es mía. —Un muchacho de cabello blanco y mala actitud comento con autoridad. —Óyeme... Yo siempre estoy arriba, se sentiría raro estar abajo An... An... —El chico de lentes y baja estatura titubeo tratando de recordar el nombre del peliblanco.  —Ryu... —Replico suspirando —Además el lugar para dormir no es importante de todas formas —Completo acostándose en la cama de abajo.  En un movimiento ultra veloz Sunohara se lanzó en la cama de arriba con un fuerte brinco. — ¡Gracias amigo sabía que lo entenderías! —Exclamo el azabache poniéndose cómodo. — ¡Maldito mequetrefe baja ahora mismo! —Con mucha molestia Ryu agarro a Sunohara de las piernas.  Con el forcejeo Ryu empezaba a bajarle los pantalones al pequeño — ¡Oye cuidado con lo que haces! ¡Invítame a salir antes! —Grito el muchacho mientras se reía de la situación. — ¡Solo baja de mi cama! —Regreso Ryu volteando hacia otro sitio apenado. Las discusiones de ambos muchachos tendrían que esperar, pues una bulla se hizo cada vez más fuerte en la entrada del recinto, ambos frenaron lo que hacían y se dirigieron corriendo a la ventana.  — ¡Parece que es otro más! —Dijo Sunohara enérgico apoyándose de la ventana para ver con claridad.  —Más estorbos... Como si me importara —Aclaro el albino con los brazos cruzados, mas sin embargo se asomaba para poder ver lo que pasaba.   (...) Entrada del Instituto   — ¡Dije que me dejaran pasar! ¿No saben quién soy? —El rubio alto discutía con los tres guardias del lugar que le negaban el acceso.  —Shin Ker... —Todos los guardias comenzaron a reírse al ver el apellido del joven. —... —Guardando silencio el muchacho empujo con fuerza a los dos guardias que lo tenían agarrados zafándose de ellos.  —Eres alguien muy influyente por lo que veo, has trabajado con grandes economistas y se espera que seas una de las figuras influyentes de la mercadotecnia. Pero te diré algo... Tras estas rejas no eres nadie —Completo el guardia tocando repetidamente el pecho de Shin con desprecio — ¿Aquí solo eres un estudiante retardado comprendes?  —Tú no eres más que un guardia miserable ¿Qué se siente estar rodeado de personas que son superiores a ti? Que van a cumplir sus sueños y tú no eres más que un cualquiera —Contesto con una sonrisa triunfante.  —Se acabó te partiré los jodidos dien--- —Antes de que el sujeto pudiera arremeter contra el joven una figura se fue aproximando.  Los pasos del muchacho de cabello n***o y ojos azules se hacían más rápidos conforme el chico se acercaba a la entrada. — ¿Que hacen guardias? Dejen a este hombre pasar, solamente ha llegado tarde, un retraso es natural cuando eres alguien ocupado —Con una sonrisa amable el muchacho se acercó. —Finalmente alguien que lo entiende. —Shin agradeció la aparición del extraño muchacho. —... Perfecto ahora llego el novio a ayudarle. —Respondió el guardia principal con humor. — ¡Me lleva el diablo te voy! —Shin fue detenido por el azabache. —Déjalos amigo... Son solo unos guardias presuntuosos, yo me ocupo —Seguro de sí mismo el joven volteo a dirigirse a los guardias —Escuchen caballeros, este joven estoy seguro de que es importante para este lugar como todos, si tan seguro están de que un leve retraso no es tolerado... ¿Por qué no le preguntamos a Yakuso? —Termino apuntando a la cámara.   El director había observado todo desde la pantalla del dispositivo y ya sabía perfectamente lo que diría, al ver que el muchacho notaba su presencia, decidió esperar a la llamada de los guardias. — ¡Director! ¿Qué hacemos con él? —Preguntaron los guardias al unísono. — ¡Déjenlos pasar! Pero vigilen al joven Shin, si causa más problemas no duden en llamarme de forma inmediata se ve alguien bastante agresivo —Termino el líder de la institución. —No se preocupe Yakuso-sama... Más bien él es alguien muy pacifico —Comento Hayato con ironía intentando que las cosas quedaran en orden. —Si claro... —Replico Shin en voz baja mientras caminaba hacia la entrada dejando atrás a los guardias. Ambos chicos habían llegado al pasillo de entrada, el silencio de las afueras fue interrumpido por los ruidos del interior del lugar. La gente caminando de un sitio a otro buscando el salón en el que pudieran ser recibidos para conocer a sus compañeros de clase. —Estoy agotado... Creo que iré al dormitorio enviaron mis cosas, así que debe estar todo en orden —Hablo Shin mientras tronaba su cuello. —Te sigo, eres mi compañero de habitación. Soy Hayato Azarashi, no nos hemos presentado correctamente —Con la mano en alto se refirió el joven a su nuevo amigo. — ¿Por eso me ayudaste antes? Shin es mi nombre, es un placer conocerte pareces el único con cerebro en este antro de mala muerte —Estrechando la mano, el hombre contesto. —Me gusta ayudar a la gente y detesto las injusticias. Por eso lo hice, créeme estoy seguro de que hay más gente como nosotros —Replico siendo positivo. —Espero que tengas razón —Termino el rubio mientras empezaba a caminar hacia los dormitorios. Juntos Hayato y Shin siguieron su camino discutiendo temas interesante, mientras conversaban sobre que los había traído hasta la institución en cuestión. Cuando una figura extravagante les llamo la atención. —... ¿Qué está haciendo? —Pregunto Shin viendo al muchacho sentado sobre un minúsculo banquillo con sus brazos y piernas en posición de relajación. —Me atrevería a decir que meditando  —Respondió Hayato con obviedad. —Se me acaba de ocurrir algo bueno —Empezó a reírse por lo bajo el joven mientras preparaba una pequeña vacilada al compañero. Maliciosamente Shin se acercó a Seiko y justo en su oreja puso en máximo volumen la canción de un artista pop adolescente bastante molesta y chirriante. Con lo que inmediatamente el chico perdió el control y callo, culpa de los bizarros ruidos que salían del dispositivo.   —Acabo de salvarte el trasero de esos guardias y ya andas metiéndote en problemas —Pensó Hayato mientras resguardaba sus oídos de los horribles cantos — ¡Puedo preguntar por qué demonios hiciste eso! —Reclamo el joven Seiko con una ira abismal —Pero... La verdadera pregunta es... ¿Por qué tienes esa canción en tu teléfono? Hayato no pudo evitar reírse por la cara que puso Shin al escuchar esa pregunta —Para burlarme de gente como tú por supuesto... —Respondió el rubio sin perder el sentido. —Debe ser problemático cuando pones las canciones a reproducir en automático —Regreso el muchacho con una sonrisa ladina —En fin eso me pasa por meditar fuera del dojo — ¡Oye se suponía que te enfadaras! —Reclamo el muchacho al ver fallada su broma. — ¿Acaso no te diste cuenta? —Pregunto Hayato a su amigo. — ¿A qué te refieres? —El vio venir la broma desde antes que se la hicieras... Te dejo hacerla simplemente por mera diversión —Explico el azabache —Si, este lugar tiene gente interesante. Shin volteo para los lados sin entender muy bien lo que su amigo le había dicho. —Ok... ¿Ahora podrías explicármelo como a un niño? —Seguro... Todavía hay camino a los dormitorios, este lugar es enorme.   (...) De vuelta con Sunohara y Ryu   —Así que... ¿Te gusta el pan? —Pregunto el azabache desde la parte de arriba de la litera, para romper el silencio incómodo. —Si estas tan aburrido... Ve a j***r a alguien más... —Respondió Ryu con molestia. —Es que no quiero ver clases, el viaje me dejo cansado... ¿Escuchas eso? —Dudo Sunohara mirando hacia la puerta del cuarto —Oye... Cuando tengo los audífonos puestos se supone que escucho música —Aclaro el albino. — ¿Pero en verdad solo lo haces para que nadie te fastidie verdad? — ¡Precisamente! ... Espera... ¡Esas voces que vienen son las de afuera! —Exclamo el guitarrista animado.  — ¡Bi--- —La emoción de Suno, se cortó al golpearse con el techo del cuarto en la cabeza. —Karma por robar la litera perro —Burlo el joven mientras se asomaba  Shin y Hayato se acercaban rápidamente, había soledad en ese sitio debido a que todos los alumnos se encontraban viendo las clases introductorias de sus aulas. Pero, los creídos chicos pasaron del tema con la excusa de estar cansados. —Se ven más altos de cerca... —Susurro Sunohara — ¡Todos son altos frente a ti enano! —Discutió de vuelta Ryu   Al aproximarse, los dos muchachos se escondieron para evitar que los otros los vieran. Sin embargo Hayato y Shin fingieron pasar de largo, cuando Ryu y Sunohara se asomaron nuevamente, se llevaron una sorpresa — ¿Mas o menos que hacen espiándonos? —Pregunto el rubio con desagrado — ¡Nos los espiábamos! Nosotros... Nosotros...—Ryu buscaba una excusa para zafarse pero era inútil. —Mirábamos si el piso estaba limpio —Aclaro Sunohara dejando un silencio alrededor. —... Creo que podría pensar una mejor excusa con mi rodilla... —Reflexiono mentalmente Hayato mientras empezaba a reírse. —Raritos... —Susurro Shin —Presumidos... —Refunfuño Ryu — ¿Dijiste algo copo de nieve? —Reclamo el joven rubio — ¡Lo que oíste ricitos de oro! —Regreso el peliblanco tomándolo de la camisa. Mientras las dos miradas colisionaban a la espera de una respuesta explosiva de ambas partes Hayato y Sunohara se limitaban a observar la rivalidad que se acababa de formar. Desde las sombras una figura los acechaba con ojos oscuros casi huecos, sin embargo dos personas se aproximaban todavía más rápido lo que les impidió percatarse de ella. — ¡Amigos! ¡No tienen que pelear! ¡La respuesta a todos sus problemas esta en este papel! —El primero un chico con traje bastante formal y un moño excéntrico levanto la mano con una extraña nota.  —Si muchachos... Qué tal si abren el papel y dejan atrás la pelea —El segundo un poco flaco y con un aura bastante alocada completo. Ryu y Shin, frenaron un momento sus acciones mientras Sunohara tomaba el papel, dudoso, Hayato se colocó en segundo plano. —Aquí dice... "El que lea esto es homosexual" —Tras completarla al unísono los tres muchachos ardieron en llamas de venganza y salieron corriendo con ganas de matar a los que le tomaron el pelo  — ¡Menos mal no lo leí! —Comento Hayato con alegría — ¡Solo ayúdanos a matarlos! —Respondió Ryu a toda velocidad. — ¡Cuando los alcancemos dense por muertos! —Exclamo Shin con furia. — ¡El de la derecha corre como una iguana! —Señalo Sunohara burlándose  — ¡Sabe mi secreto! ¿Qué hago ahora mago? —Pregunto el joven ya a punto de ser alcanzado. — ¿Acaso soy mama tuya? ¡Corre bien Kotaro! ¡Como un ninja carajo! —Replico el joven mientras cambiaban de posición. — ¡Son nuestros! —Dijeron el cuarteto de muchachos. Por desgracia tendría la mala suerte de ser interceptados por un hombre que iba saliendo de la zona de Danza —Bueno al menos ya me libre de proble--- —Sus palabras fueron arrolladas al ser atropellado por los cuatro jóvenes mientras los otros dos escapaban. En medio de la caída, los chicos les costaban reaccionar ante lo sucedido. —Se escapan... Los dos desgra--- —Ryu a penas y podía concretar sus palabras. —Le vamos a partir la ma--- —Shin reaccionaba con dolor. — ¡Jodidos críos! ¿¡Para qué demonios corrían por los pasillos!? —Replico Ryouji con rabia por la caída. —Me duelen mis gónadas. —Comento Hayato mientras se levantaba. Los tres chicos se miraron entre ellos sin entender lo que decía el azabache. —Se refiere a sus bolas —Explico Ryouji aun con molestia. —Es una manera muy bonita de decirlo —Comento Sunohara con risas. —Disculpe nuestra intromisión profesor... Pero lo que sucede es que--- —El joven no tuvo que decir nada cuando un estruendo se escuchó al final del pasillo.   Los 4 jóvenes y el profesor Ryouji salieron corriendo a ver qué había sucedido y la escena no era nada bonita. Los dos bromistas estaban tirados en el suelo con moretones en sus rostros y frente a ellos una figura aterradora les helaba la sangre. — ¡Ahora si creen en alguien más vale que recen! —Comento la castaña sacando una navaja de su bolso.  — ¡Chica relájate! —Una profesora hacia sus mayores esfuerzos para controlar a la mujer —Sea lo que sea que hicieron no puede ser tan grave. —Esa docente sí que se preocupa por el orden —Pensó Ryouji al ver a Sayumi. — ¡Profesora! Ese estúpido de la derecha se tropezó conmigo y cuando lo fui a ayudar, me quiso agarrar las nalgas y su estúpido compañero iba a fotografiarme —Comento súper enojada Kai —... Tengo un cuchillo en mi bolso déjame ayudarte —Regreso la dama con la misma expresión sádica. — ¡Muchachos ayuden van a perder el Pe---! —El profesor trataba de defenderlos pero era inútil. Los otros cuatro chicos estaban esperando que se hiciera justicia. —Este es el fin del trayecto Mago... ¿Al menos podrías decirme como haces el truco de la moneda? —Pregunto Kotaro con desdén. —Eso se va conmigo a la tumba... —Regreso el hombre mientras se ponía unos lentes de sol. —Bueno suficiente... Se acabó el espectáculo —El hombre alto y de ojos ámbar había llegado para poner orden a la situación. —Aparta Touma... Esta chica quiere hacer justicia —Reclamo Sayumi a su compañero de trabajo. —Estoy de acuerdo, por eso le permito una patada —No había terminado de decir la frase cuando los dos recibieron el golpe de la castaña. —Suficiente por ahora... Me voy a mis prácticas —Comento Kai antes de marcharse. —Oye tú, el que tiene cara de violador nocturno —Señalo Shin llamando la atención de Touma. —Te llevaría a dirección niño, pero no es la primera vez que me lo dicen... —Divago el hombre — ¿Que quieren? —Déjanos patearlos, también se metieron con nosotros —Reclamo Ryu —Ya fue suficiente, son estudiantes y no pueden hacer esas cosas... ¡Están mal! —Comento Sayumi golpeando disimuladamente al joven —O lo siento fue por error —Regreso mientras sonreía. —Bueno ya escucharon a la chica circulando —Reclamo Ryouji conteniendo la risa.   Ante la señal Hayato, Ryu, Sunohara y Shin se dispersaron prácticamente olvidándose mutuamente. Ryouji estaba a punto de retirarse cuando se le quedo mirando una vez más a la mujer. Parecía estar embobado de ella, pues al azabache siempre le habían gustado las chicas malas. — ¡Eh! ¿Que estas mirando? —Pregunto la dama al hombre —Es la primera vez que te veo por aquí... La situación con los jóvenes este año parece descontrolada. Por qué no vamos a la cafetería por algo y me cuentas a que vienes a este sitio. —Yo... Claro —Ryouji acepto de inmediato la invitación de la mujer pero sus intenciones estaban lejos de ser buenas —Bien así podre saber más de este lugar, estoy de suerte —Pensó el maestro mientras bajaba las escaleras. —Oigan... —Touma susurro por lo bajo tirando un pequeño objeto en los pies de los dos muchachos —Me gusta su actitud Catarro y Mago. Si les interesan las chicas en bañadores y la perversión no duden en llamarme —Finalizo el sujeto de ojos ámbar dejando su tarjeta. —Es Kotaro... —Replico el muchacho tomándola. —Si catarro lo que tú digas. —Termino el docente, marchándose del lugar. Cuando los jóvenes se estaban levantando rápidamente llego la doctora Kokomi junto a un grupo de estudiantes, para enseñarles los procesos de examinación de los pacientes. —Como verán para saber la posición exacta y el daño causado por el golpe deben--- —La mujer hablaba de una forma muy técnica y con una exactitud sorprendente. —Vaya... Cuando no está en la tablet ella es realmente genial... Me pregunto quién habrá sido el monstruo que les hizo eso —Pensó Kensuke, prestándole atención a la doctora. En alguna parte de la universidad la joven Kai estornudo con mucha fuerza ante el comentario del aspirante a ser un gran médico.
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