Vigilados y Encerrados

2301 Words
(...) Cafetería del instituto Los dos profesores habían llegado, mientras conversaban y hablaban sobre sus respectivos oficios ordenaron rápidamente dos cafés para luego situarse en dos pequeños bancos de mármol al aire libre debajo de un árbol. Pues la cafetería era enorme y contaba tanto con zona techada como descubierta, había una cierta tensión entre ellos y era obvio, los dos ocultaban algo.  —Es grato recibir una invitación de una chica tan amigable como us--- —El muchacho fue callado por la mano de la mujer quien le cubrió la boca. —Tenga cuidado con lo que dice señor Ryouji, las cámaras pueden escucharlo y verlo en cualquier momento —Con un tono muy serio la dama miro a su compañero con ojos penetrantes —Espero que no hayas dicho ninguna estupidez hasta ahora. Por un momento el corazón del azabache se paralizo y recordó que su llamada fue interrumpida por la pequeña Nanami. —Si esa jovencita no me hubiera detenido... —Pensó brevemente el azabache —De acuerdo... No aún no saben nada... ¿Por? —Pregunto mientras tragaba saliva fuertemente. —Gracias a dios —Suspiro la mujer —No te preocupes esto es un punto muerto, aquí las cámaras no pueden vernos —Sonrió levemente.  — ¿Por qué quieres ayudarme? ¿Como es que sabes tanto? —Pregunto sin perder ni un minuto el hombre. —Llevo aquí trabajando desde que iniciamos hace un par de años... Tu plan es ambicioso, eso puedo verlo... Sacar a la luz todo esto, pero debo advertirte que no es tan fácil —Con algo de desdén, la chica le contesto. — ¿Si sabias todo esto? ¿Por qué no has intentado salir Sayumi? —Pregunto nuevamente Nagano ante la actitud desanimada de la señorita. — ¡Te dije que no es tan sencillo! ¡Este lugar esta gente! —Exclamo eufórica, mientras miraba hacia otro lado —Tu... No tienes idea de lo que ese maníaco de Yakuso puede hacerte... Cuando sales...  Reflexionando un poco ante lo sucedido el joven periodista decidió dejar de lado las preguntas y volver a la chica. —Disculpa... Tanta información, perdí la calma por un momento —Se acercó el hombre a la docente y la tomo de la mano —Tienes razón no entiendo por lo que has pasado, gracias por ayudarme a sobrevivir —Respondió con cordialidad. —Tienes suerte de que haya venido a salvar tu trasero —Regreso la maestra, acomodando su pelo y tratando de evitar que se notara el sonrojo que había tenido por el acercamiento del atractivo chico —En fin, veme en mi despacho en un rato, debes llegar después de mi no pueden vernos juntos, te entregare unas carpetas con las ubicaciones de los puntos muertos de las cámaras. No tardes Nagano —Finalizo con una sonrisa ladina, caminando y moviendo las caderas.   —De acuerdo Sayumi... —Ryouji se quedó frio mientras la mujer se alejaba, sin embargo lejos de pensar en su belleza, veía la oportunidad perfecta para continuar adelante con su plan —No sé si debería confiar en ella... Pero no parece que mienta y es mi mejor chance por ahora, antes de nada. Debo concentrarme en ser parte de este lugar sin levantar las sospechas de Yakuso —Pensó con detenimiento, preparándose para irse.   (...)   Sayumi entro en su despacho con velocidad y saco una carpeta con las ubicaciones de las cámaras para que Ryouji pudiera estar preparado, sin notarlo una muchacha rubia estaba en la parte media del salón haciendo una obra artística. —Eh oye... —La mujer trato de llamar la atención de la joven pero fue inútil. —No me perturbe ahora profesora estoy en medio de un... —Con un fuerte grito la chica golpeo el pupitre — ¿Cómo es que no me salen correctamente? —Pregunto con enojo. —Eres... La que se peleó con aquella castaña mete miedo del Voley —Comento la maestra con un par de risillas — ¿Tienes mal temperamento verdad? —Dudo con burlas.   —Sobre todo cuando no me salen las manos... —Respondió con rabia Minori. —No te salen por que te falta algo fundamental... —Una voz silenciosa y misteriosa contesto a la muchacha. —Profesora Sayumi… ¿Usted dijo eso?   —No... Fui yo —Como una sombra, la figura pelirroja se puso delante de la rubia. — ¿Tienes problemas? Yo... Se la respuesta, Minori... — ¿¡Como sabes mi nombre!? —Pregunto la mujer.    —Soy dios... —Dijo por lo bajo mientras levantaba las manos, para luego bajarlas y hacer un símbolo de la paz. —Si claro... ¿Me dirás el secreto para hacerlas? —Pregunto la rubia nuevamente. — ¿En verdad te interesa tanto lo que diga? —Replico Sayumi con ironía — ¡Claro que no! Yo... Solo... ¡Es mera curiosidad! —Exclamo sin cesar intentando ocultar su enorme intriga — ¡Ahora dime! La joven se limitó a poner sus extremidades sobre la boca de Minori y a mover los labios haciendo una expresión concisa que evocaba una petición absurda. —... ¿Panecillos? —Dudo la rubia ante la indiferencia de la pelirroja. —Sí, dámelos y todas las respuestas del universo serán tuyas... —Confirmo mientras sus ojos se iluminaban. —Me parece un trato justo —Completo la profesora, recostándose de la pared y riéndose ante las payasadas de la estudiante. . —De acuerdo está bien —Con un suspiro la artista comenzó a retirarse hacia la puerta. La extraña joven se emocionó y empezó a agradecerle a Minori en varios idiomas, pasando por japonés, español, inglés, Coreano, francés y alemán, diciendo una frase de agradecimiento muy larga y rematando con un símbolo en lenguaje de señas. La cara de la presentes fue de sorpresa total, quienes no se podían creer lo que acaban de escuchar.    —Soy Natsumi Nakamura no pertenezco a un departamento fijo, pero me trajeron por el lenguaje... Aunque no entiendo el por qué... —Con una voz súper silenciosa y casi muda la joven jalo a la chica para que se fueran a la cafetería. — ¡Tienes que estar de broma lo que hiciste fue increíble! —Con emoción, la artista corrió hacia la puerta, chocando con una figura masculina. Al hacerlo, la joven cayó y fue tomada por la espalda por la pelirroja mientras el azabache la tomaba de la mano.     —Lo lamento señorita, no sabía que Sayumi tenía otra maestra con quien compartía salón —Se disculpó amablemente Ryouji elogiándola sin saberlo. —Yo... Soy estudiante pero entiendo su confusión —Reclamo con egocentrismo Minori —En fin un permiso —Hablo con prisas mientras salía corriendo jalando a Natsumi para que el chico no pudiera notar su fuerte sonrojo.  En cuanto ya se habían alejado lo suficiente Natsumi se quedó mirando a su nueva amiga de arriba a abajo, viendo que esta no había perdido el color en su rostro desde que tropezó con el joven, era compresible, alto, pelo n***o corto y bien peinado, rasgos asiáticos prácticamente perfectos, por no mencionar un porte que denotaba elegancia, estilo y masculinidad. —Oye Minori... ¿Acaso se te mojo cuando lo viste? —Pregunto muy fuera de lugar la pelirroja mientras la agarraba por el brazo. — ¿¡QUE!? —El grito de la rubia se escuchó en todas las inmediaciones del comedor e hizo temblar todo. Tras eso la mujer sacudió de un lado para el otro a su compañera pidiéndole que se disculpara por lo anterior dicho. —Vaya parece que las muchachas son interesantes este año —Sonrió el azabache tras el pequeño tropiezo con la joven. —Más te vale no emocionarte tanto Nagano —Respondió Sayumi, entregándole la carpeta. Ambos compartieron una mirada picara entre ellos, pues sabían sus posiciones respectivas y que todavía tenían mucho que conversar. —Te veré luego Ryouji. —Regreso la mujer sacando la lengua. —Seguro nos veremos Sayumi. —Completo el pelinegro mientras guiñaba el ojo.   (...) Cafetería del instituto Natsumi tenía finalmente su ansiado panecillo, Minori se relajaba un poco bebiendo una bebida de malta bien fría, la artista apenas y podía creer el comentario tan fuera de lugar que la muchacha le había dicho, era como si no tuviera ningún tipo de pudor o en un caso más extremo, ningún tipo de razonamiento emocional.      —Sabes... Si te mojaste no debes avergonzarte —Reclamo la pelirroja con un tono demasiado serio. — ¡Qui--eres pa-rar! —Respondió con enojo la chica, casi ahogándose en el proceso — ¿Puedes decirme el secreto de dibujar manos de una ves? —Reclamo perdiendo la paciencia.  —Es simple, solo tienes que seguir tres pasos, el primero es el boceto o imagen residual, el segundo es el conocimiento anatómico para asegurarte de que quede bien... —Antes de que la extraña joven pudiera terminar su frase Minori regreso con un grito. — ¡Tanto para esto! —La mujer perdió la calma por completo —Pensé que me dirías algo que no sabía... El tercer paso, es el desempeño de mi habilidad en el dibujo para ejecutar de forma correcta los pasos 1 y 2... —Suspiro fuertemente la chica.  —Te falto el más importante... El 2.5 —Volteo Natsumi a ver a la señorita con seriedad. —... —La artista se quedó sin palabras y solo se limitó a ver a su compañera. —Antes de usar tu habilidad... Tienes que dibujar pensando en las manos de alguien que estimes mucho... —La pelirroja se tomó una pausa para terminarse el panecillo —Si usas cualquier otra mano... No será igual de efectivo, el dibujo se hace con el corazón y el tuyo es bastante frio... —Yo nunca había pensado en eso... —La rubia se tomó un segundo para reflexionar ante las cosas que le habían ocurrido —Oye de verdad graci--- ¿A dónde se fue? —Antes de que pudiera decirle nada la muchacha ya había desaparecido —Supongo que la veré en otro momento... Quién lo diría —Reflexiono con una sonrisa.   (...) Oficina del director. La figura de Yakuso campaneaba de un lado a otro un pequeño vaso repleto de whisky mientras desde su despacho veía perfectamente una serie de televisores con la señal de las cámaras de toda la institución.  —Qué día más divertido... Creo que los jóvenes se merecen unas palabras. —Concreto el hombre mientras se tomaba el alcohol de un solo shot.   Las personas reaccionaron, rápidamente al escuchar los sonidos de los altavoces encendiéndose, las palabras del director eran ya conocidas por los profesores pero sumamente intrigantes para los estudiantes. Todos estaban expectantes ante lo que Yakuso tuviera que decir. //—No esperen que haga esto todos los días, lo hare solo cuando ocurran cosas significativas o para dejar en claro algún acontecimiento ocurrido —Realizo una pequeña pausa mientras se sentaba en su escritorio —No se alarmen... Nadie será castigado hoy, pero debo decir que algunos de ustedes han mostrado actitudes reprochables en este día. // Ante ese mensaje Hayato, Ryu, Sunohara y Shin levantaron la mirada con desprecio, mientras que Touma se reía al recordar lo acontecido. //—Tranquilos se perfectamente que lo hicieron para vengarse de unos bromistas ellos recibirán su castigo a su debido tiempo, es el primer día, aprendamos a convivir —Recalco el hombre con ojos y voz intimidante.// —Sera mejor que se preparen par de idiotas —Ryu se reía al escuchar los comentarios del director. —Van a saber lo que es bueno —Completo Sunohara burlándose de los muchachos.   (...)   —Yo siendo tú voy preparando las nalgas —Comento Touma en otra habitación. —Cierra la boca,  sádico —Respondió Kotaro ante las amenazas del profesor. —Más te vale respetar a tus mayores o en lugar de un castigo podrías perder más que eso chico —Restregó Touma sin intimidar al joven quien se tomaba muy a la ligera la vida.   —Si claro, sigue hablando. (...)   //—Para cerrar con el tema del día de hoy, tengo que decir que es un placer tenerlos a todos aquí, sé que son genios... Y los genios son complicados, pero si se pasan de la raya recibirán las consecuencias, los profesores no pueden tener relaciones con los estudiantes, no olviden eso —Comento mientras subía las cejas de forma picara. //  Ante esta frase Natsumi comenzó a apuntar a Minori desde una pequeña esquina solo para recibir un grito por parte de la rubia sonrojada quien negaba rotundamente lo que sentía. // —Causa y efecto es lo que rige esta institución. Cada quien en el mundo tiene un lugar y este es el suyo... Demuestren que lo merecen y recuerden, siempre estoy vigilando —Cerro Yakuso apagando el micrófono y sirviéndose más licor. // —Espero que estos jóvenes aprendan a comportarse rápido —Escapándose una leve sonrisa de su boca, el hombre se burló de su frase —Aunque pensándolo mejor... Algo me dice que no serán sencillos de manejar. El sol empieza a ponerse en la institución, aún quedan misterios y secretos por descubrir, solo los más fuertes sobreviven en este lugar, para quienes se quedan el futuro es incierto y para quienes intentan escapar no hay garantías de un futuro. El encierro más cruel es aquel que es en silencio, en el que poco a poco y sin notarlo eres privado de libertad ¿Quién se dejara atrapar al final? Eso no se sabrá por ahora, el sol cae dando paso a la luna y el mañana traerá consigo una nueva aventura.
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