—Joelin cariño, estas empapada— hizo una señal con su mano y las dos puertas de adelante se abrieron saliendo dos de sus guardaespaldas músculos y llamativos con sombrilla. El conductor fue directamente a la puerta donde estaba mi tío, cubriéndolo completamente para evitar que el agua si quiera lo tocara, era curioso como lo cuidaban de sobremanera, nunca entendí porque alguien se sentiría bien rodeado de tal equipo de seguridad, pero seguramente el tendría sus razones para tener a estos hombres. El otro vino a mi lado, cubriéndonos bajo el amparo del plástico. —Tío, cuanto tiempo sin vernos— mi tono de voz busco ser neutro, no quería formar un problema ahora, mi tío era una de aquellas personas que leía entre líneas el comportamiento de las personas. Había olvidado lo parecido que era

