La puerta.

1053 Words
Desperté con un fuerte sobresalto, con mi corazón latiendo desbocado. El aire que me rodea es frío y denso, como si hubiera caído en un lugar fuera de la realidad. Intenté abrir los ojos, pero la luz era tan intensa que me costó enfocar. Cuando finalmente pude ver, lo que observé fue desconcertante. El libro estaba en mi regazo, me dió tanto miedo que me lo quite de encima y terminé dándole una sola patada, este cayó a un riachuelo a mi lado y se fué flotando. —¡Libro de mierda!—le grité al libro y levanté la mirada a mi alrededor. Estaba en un bosque, pero no era un bosque común. Parecía que estaba de día, pero en el cielo conté como seis lunas. A mi alrededor se alzaban árboles de robles altísimos con troncos retorcidos y rectos, como si la naturaleza misma desafiara todas las leyes conocidas. El aire olía a tierra húmeda y flores exóticas, un aroma que me resultaba desconocido y embriagador fuera de cualquier contaminante. Miré a mi alrededor, tratando de encontrar algo familiar, pero lo único que vi fueron musgo, una ligera llovizna y un frío de pütä madre. “Esto no puede estar pasando, ¿dónde diablos estoy?” Me repetí mientras intentaba orientarme. El silencio era abrumador, roto solo por el cantar de las aves y el sonido de algún riachuelo. Todo estaba demasiado quieto, para ser un bosque, como si el mundo estuviera conteniendo el aliento. ¿Estaré soñando?—me pregunté—Si, eso debe ser, de seguro me caí, me golpeé la cabeza y me di un coñazo que ahora me hace ver visiones, todo por estar jodiendo la paciencia y estar de ponemano. Me di un pellizco, y no. No estaba soñando. —Tal vez me morí y este es el cielo—me dije. Con pasos vacilantes, decidí avanzar. El suelo era blando, casi como si estuviera caminando sobre un tapiz de hojas secas y musgo. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, y cada crujido bajo mis pies resonaba. El entorno era tan extraño que me sentía como si hubiera cruzado a otro mundo, uno donde las reglas de la realidad eran diferentes. Y entonces lo escuché: Eran audios de lobo. —Mierda ya estoy muerta—me dije abrazándome a mi misma—Si esos son lobos de segurito que seré su maldita cena. A medida que me adentraba más en el bosque, la inquietud se hacía más intensa. Miré hacia arriba, tratando de ver el cielo, pero las ramas cubrían todo, dejando que solo algunos rayos de luz se filtraran. Era como estar atrapada en un sueño o una pesadilla. De repente, vi un movimiento entre las sombras de algunos arbustos y di un paso atrás, sobresaltada. El aire a mi alrededor se volvió aún más tenso, y un sonido suave, casi como un susurro, llenó el espacio. Miré a mi alrededor, tratando de entender de dónde venía, pero no había nadie a la vista. Y entonces, apareció ante mí una figura. Era un hombre alto, con cabello largo y gris que caía sobre sus hombros. Su piel tenía un tono ligeramente brillante, como si hubiera sido tallada por la misma naturaleza que lo rodeaba. Me observaba con cautela, sus ojos profundos y oscuros como la noche. —¿Quién eres?— le pregunté con mi voz temblando. La sensación de ser observada se intensificó, y la presión en mi pecho aumentó. —¿Quien eres? Él decía algo en un idioma extraño. —"Amigo, no hablo ese idioma, hablo español" "No te entiendo,”— le dije haciendo señas con mis manos, tratando de procesar su idioma. —Oh, disculpa te hablé en idioma lican, olvide que los humanos no entienden. —hablaba con el mismo sin mirarme mientras acariciaba su barba—Soy Elyan. ¿cómo entraste al portal? espera...¡eres una humana que entró a nuestro reino a través de un portal! —¿Qué portal? ¿Dónde estoy? Con cada segundo me moría de miedo —"¿Este, estará drogado?"—me pregunté. El sujeto se sentó en una peña enorme. —Has llegado a Eldoria, el reino Licán —explica— ¿Cómo entraste, humana? —Solo estaba leyendo un libro que tome...prestado de una estanteria. Y zas, me trajo hasta aqui. Al principio pensé que estaba soñando. —El libro que leíste debió ser la puerta, pero necesitas una llave para abrirlo. Es un libro raro de ver y único, vale una fortuna, sólo hay tres de esos libros y uno desapareció, los demás están en el palacio... —¡Oh...carajos!—dije pensando que pude haber vendido el libro y no dejar que se vaya con la corriente. —¿Dónde está el libro?—me pregunta recorriendome entera. —Lo perdí... —¡¿LO PERDISTE?! ¿Cómo pierdes un libro único y tan costoso e importante? —Solo lo perdí, se esfumó, ya no está. Sentí que mis piernas flaqueaban y me dejé caer sobre un tronco cercano. —¿Por qué me pasa esto? Solo soy una chica común. —Eso es lo que crees— dijo Elyan, dando un paso más cerca—Debes tener algo de poder para poder entrar a menos que seas una licántropa, debes tener algo que te conecta con este lugar. —¿Poder? No tengo poder—protesté, sintiéndome confusa y asustada. El corazón me latía con fuerza, y una mezcla de miedo y curiosidad se apoderó de mí. "¿Qué significaba esto? ¿Qué tipo de destino me esperaba en este lugar desconocido? ¿Cómo puedo regresar?” —me pregunté, la idea de involucrarme en un país extraño me parecía abrumadora. —Debes seguirme—dijo Elyan, extendiendo su mano hacia mí—No puedes quedarte aquí, este bosque es usado para las noches en dónde los licántropos conocen a su predestinados. A pesar de mis dudas, sentí que no tenía otra opción. Tomé su mano y, juntos, comenzamos a caminar por el bosque. Cada paso que daba me llenaba de una extraña sensación de temor. No sabía qué desafíos enfrentaría, pero algo dentro de mí sabía que este era solo el comienzo de una aventura que cambiaría mi vida para siempre.
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