POV JOHANH La casa era un caos. Un hermoso, jodido caos. Navidad con los White siempre ha sido una mezcla entre reunión vikinga y función de circo. Por todos lados había risas, gritos, pies descalzos corriendo, niños trepando muebles y adultos tratando (y fallando) en mantener el orden. —¡Axel, bájate de ahí o juro que te amarro con las luces del árbol! —gritó Logan mientras su hijo mayor trepaba al respaldo del sillón como si fuera un muro de escalada. —¡No fui yo! ¡Fue Allan! —¡Mentiroso, fuiste tú! —¡No es cierto! —¡Sí es cierto! Y mientras discutían, ambos se colgaban de mí como si fuera un juguete humano. Uno trepado en mi espalda, el otro colgado de mi pierna. —¿Por qué siempre terminan conmigo? —me quejé entre risas—. Logan, te cambio uno por un chocolate caliente. —Te doy

