Salomo Uzel estaba rabiando, tirando todo a su paso y golpeando al que se le atravesara. Estaba furioso a pesar de que al fin había obtenido la información que tenía meses buscando.
Airam Hatch se había convertido en su obsesión. Esa joven despertaba en él todo lo malo que no sabía que era, pero su odio a la chica que disfrutaba de todo mientras ellos no tenían nada y, peor aún, que fue protegida incluso con la vida de su padre, su hermano mayor y muchos hombres que admiraba y quería, aumentaba día con día.
Había decidido matarla en cuanto la tuviera en sus manos, pero no le pareció suficiente, así que disfrutó de acabar con ella lentamente, torturándola y acabando con ese orgullo con que siempre se mostró cuando era la hija de su señor.
La odiaba demasiado, le deseaba lo peor del mu
