Pov: Anabelle Avery.
Cuando llego a mi piso veo a mi asistente y la regaño con la mirada. ¿Cómo se le ocurre dejarlo entrar a mi oficina en mi ausencia?
—Lo siento, señorita Avery. El señor Martin es muy insistente, intenté detenerlo, es solo que… Lo siento, señorita.
Es una maldita incompetente que se deja engatusar por esa sonrisita sensual y esa mirada descarada que tiene. Seguro solo tuvo que sonreírle y elogiar algo de ella para que la incompetente lo dejara entrar.
—No quiero que me hable más, ¿entendido? —voy directo a mi oficina y abro la puerta cerrándola de golpe.
—¡Al fin llegas, Pandora!
—¿Qué carajos haces aquí, Patrick? —reclamo cruzándome de brazos.
—Vine a ver por qué rechazas mi cafés. Eres malvada, aceptas ir a almorzar con ese tipo y no aceptas el café que te
