Entre las montañas

3018 Words
Escuché a lo lejos impactos como de pisadas de algún animal. Se escuchaban como sobre el techo, como si corría por todo él. Encendí la luz de inmediato, en una mesa había un reloj que marcaba las ocho y dos minutos. Me levanté y fui al baño, realicé mis necesidades y salí del cuarto. Del lado derecho de la cocina en el fondo, había un pasillo que seguí, no veía a nadie en la casa lo que me puso alerta. Al final de ese pasillo había una escalera, las subí, estás daban a una puerta de acero, se veía bastante segura. La puerta estaba entreabierta. Del lado afuera hacía un arco un enorme árbol de cedro, pasé por ahí y llegué a una verde y enorme planicie, el sol se veía bastante rojo y la luz que emitía era igual, este fenómeno pasaba porque el escudo que cubría a el país era rojo y al sol dar con él; la luz que se filtraba se convertía en rojiza, realmente era como estar en otro mundo. Pero a pesar de ese color sangre el paisaje se veía hermoso, lo digo porque habían muchos árboles, animales, ríos, elementos que no son muy comunes en mi mundo. Un poderoso río estaba frente a nosotros, era el mismo río que generaba las cascadas frente a la casa lo que indicaba que la casa estaba debajo del río. Ahí estaban mis amigos viendo al tal Max, éste tenía a una especie de caballo de ocho patas fuertes. Mis amigos junto a Max llevaban puestos unos anteojos con el cristal con los colores del arcoiris. Sam me acercó uno y me dijo: _ Debes colocartelos de lo contrario no apreciarás esta belleza. Me los puse y ese color rojizo en los objetos se esfumó mostrando así colores vivos, los árboles verdes, el musgo, los matorrales, el cielo azul con un sol amarillo, la tierra marrón, el agua cristalina, todo era como la veíamos en mi mundo a través de la historia que nos decía que así había sido el mundo hace muchos años, esa naturaleza que en mundo ya no existe. Así que pude ver mejor los colores de aquel animal. Tenía un color marrón con franjas verdes fluorescentes por todo el cuerpo, se veía fuerte, un poco más retirado estaba su manada. Mis amigos veían el espectáculo del chico montando o tratando de montarlo. _ Es un adolescente, por eso es tan rebelde, pero, prometí montarlo_ Decía el chico tratando de amansarlo_ Tiene una fuerza increíble, si me pisara con tan solo una de sus patas aplastaría la mitad de mi cuerpo. _ Es un caballo muy grande_ Dije uniéndome al grupo de mis amigos. _ No es un caballo_ Respondió el chico desde lejos_ Es un "Equinus Maximus", o como le llamo más fácil, un Ocballo. La mezcla de octavo por sus ocho patas y ballo por Caballo, es un juego de palabras, tuve mucho tiempo para estudiarlos, soy como Adán en el paraíso. _ Lo poco que ha dicho es que es el único humano aquí, y ahora nosotros_ Dijo Sam. _ ¿Quién es Adán en qué paraíso?_ Pregunté.  _ No lo sé. Dice cosas extrañas. Usa palabras que ya no se hablan, es como si estuviera atrapado en el tiempo pasado. Es como escuchar hablar a mi padre_ Intervino Kioto. _ Para mí sigue siendo un salvaje como los que casi nos matan_ Habló Emma. _ No lo creo, de lo contrario los animales huyeran de él... Mírenlo, es como un domador experto_ Habló Sam. _ Tal vez no come animales vegetarianos, tal vez solo come criaturas carnívoras.  _ ¿Qué? Estás loca_ Dije y solté una risa. _ Que asquerosa eres_ Rió Turrot. _ Igual, no me da confianza. El chico se oía alegre porque había logrado montar al animal. _ Después que lo montas, ya es tuyo, es como un vínculo de amistad entre él y yo... ¿Quién quiere subirse conmigo? _ Y luego dicen que la loca soy yo_ Dijo Emma. _ ¿Nadie? Entonces yo elijo. Que sea el más flacucho. Venía corriendo hacia a mí montado en el animal y comenzó a alargar su mano. _ Yo no soy el más flacucho, ¿Verdad?_ Pregunté. _ Viéndolo bien... Sí lo eres_ Respondió Kioto. El muchacho se acercó y de un tirón me subió a lomos del animal y comenzó a correr más fuerte por aquella planicie, corría muy rápido, yo estaba asustado por eso lo apreté por la cintura. _ ¿Sabes cómo lo voy a llamar? _ No sé_ Dije  _ Lo llamaré Alister, como tu segundo nombre. ¿Cómo sabía que ese era mi segundo nombre? No sé lo había dicho a nadie, ni mis amigos lo sabían, trataba de ocultarlo porque no me gustaba, u este completo desconocido lo supo. ¿Serán ciertas las sospechas de Kioto y este tipo lee la mente? Pero... Es que ni por mi mente pasaba ese nombre.  Guardé silencio. Seguía contemplando el paisaje que era muy hermoso, todavía me es imposible creer que un lugar así existiera en la tierra, era raro ver este tipo de paisajes en mi mundo, en él, todo tenía urbanismos, ciudades, la población mundial era muy grande, y por eso la civilización se expandía a los lugares más remotos, en los desiertos más inhóspitos como en el Sahara que tenía grandes ciudades, o las planicies más apartadas como el centro africano, o donde una vez estaba la selva amazónica que ahora están plagadas de industrias extractoras de minerales preciosos, o la Patagonia Argentina llena de edificios, o Groenlandia con sus complejos industriales, los que una vez fueron grandes océanos solo queda el diez por ciento de ellos y el océano más grande que quedaba es el océano Pacífico y sus profundidades están llenos de ciudades y máquinas que extraen agua dulce de sus fondos, sí, mi mundo no tenía espacio para la naturaleza, por eso los animales salvajes y domésticos, por eso la ausencia de plantas...  Pero aquí, todo era tan natural, tan grande y hermoso. En nuestra carrera, se unió una mana de estás criaturas, corrían junto a nosotros. El chico habló. _ Todos ellos son su familia, padre, madre y hermanos, siempre están juntos, era raro verlos separados. Varias aves salieron volando al vernos pasar. En nuestro recorrido vimos muchos, pero muchos animales raros, todo era un zoológico de criaturas extrañas, todos vegetarianos, en su gran mayoría. Se detuvo un momento, por lo que aproveché y le pregunté: _ ¿Cómo es posible todo esto? ¿Cómo es que tú no eres un canibal? _ Regresemos. Los llevaré a un lugar donde les explicaré mejor. Las cosas horribles no se deben decir en un lugar tan bonito como este.  Giró y regresamos a donde mis amigos. Al bajar del animal, Emma corrió a mí y preguntó: _ ¿Estás bien? Estábamos preocupados. _ Tu estabas preocupada_ Dijo Turrot. _ Sí, estoy bien. Max va a responder a nuestras preguntas. El hombre se despidió de su nuevo amigo animal, y entró a la casa a través del árbol. Nosotros lo seguimos. Ya en la casa él dijo: _ Coloquense esta ropa, es militar. No se sabe que se nos puede cruzar por el camino , y llevaremos armas, les prestaré algunas. _ ¿A dónde vamos?_ Preguntó Turrot. _ A uno de los lugares donde comenzó todo_ Dijo después de un suspiro y con la vista algo perdida.  Desde el principio supe que él sabía muchas cosas, pero pueden que no sean cosas buenas porque siempre evadía nuestras preguntas. Después de estar preparados con el equipo que él nos dió, subimos a la nave donde nos trajo el día anterior, la encendió y después que se quitó el vidrio protector salimos con un rumbo desconocido para nosotros, aunque para él no, sin embargo, veía en su mirada una angustia, era como si no quería ir a ese lugar, como si el estar presente ahí le reviviera malos recuerdos. En la nave se guardó silencio, de hecho, era un poco difícil mantener conversación por el ruido del motor de la nave. Max nos dijo que no nos quitaramos los lentes arcoiris para que los colores reales del lugar no se escaparan de nuestra vista.   Ríos, grandes árboles, lagunas, animales extraños y grandes se veían en la tierra desde nuestra altura. Todos teníamos la cara pegada a las ventanas de nave viendo aquella belleza.  En nuestro vuelo vimos algo impresionante. Mientras pasábamos por un lugar escaso en árboles pero repleto de animales y con pequeños pozos pantanosos. Max nos dijo: _ En esta zona es donde vive la criatura más grande de estas tierras. La gigante Earthworm-fire. Esos pantanos son ricos de pequeños crustáceos que a los vegetarianos les gusta y además gracias a esos crustáceos los vegetarianos pueden tener las franjas fluorescentes, así que Earthworm-fire vive en lo profundo de esos pantanos. ¿Quieren verla?  _ ¡Claro!_ Gritó Sam. Max bajó un poco la nave haciendo correr a los animales que parecían manadas de dinosaurios corriendo por aquellos pantanos huyendo del ruido de la nave. Sus carreras sobre el pantano comenzaron a generar una especie de temblor en la superficie de este. Yo me percaté de un movimiento extraño en un lugar del pantano, fue como si algo hubiera despertado de debajo del lodo.  _ ¡Allá!_ Alerté. Entonces, salió de ese barro una enorme lombriz con una boca llena de terribles dientes, media como treinta metros de largo, y cómo seis metros de ancho. Hacía un movimiento sobre el pantano como lo haría un delfín, entraba y salía de la superficie persiguiendo a las manadas de criaturas que corrían despavoridas. Entonces, salió otra Earthworm-fire, y otra más, y otra más, en total eran como veinte de estás lombrices detrás de las manadas, en esa persecución sucedió algo sorprendente de verdad. Una nueva Earthworm-fire salió de delante de las manadas haciendo que todos los animales frenaran de golpe, algunos de ellos cayeron deslizándose por el barro. Esa nueva Earthworm-fire era más grande que las otras, esa lombriz se prendió en fuego creando una muralla de fuego alrededor de una manada de casi treinta animales. Las demás manadas aprovecharon para escapar. Estos vegetarianos eran del tamaño de un auto familiar por lo que delante de las Earthworm-fire se veían muy indefensos. La Earthworm-fire que se había encendido saltó de inmediato sobre una de estas criaturas como si fuera una ballena asesina y la sumergió en lo profundo del pantano, el barro saltó por los aires casi salpicando la nave, así hicieron las demás Earthworm-fire con los demás animales en un gran espectáculo.  _ Es increíble_ Escuché que habló Kioto. _ Increíble es ver que la evaluación no cambia ni siquiera en especies nuevas.  _ ¿A qué te refieres?_ Preguntó Sam. _ "La supervivencia es del más fuerte"_ Citó Max, recordando las palabras que una vez dijo Charles Darwin. Es increíble como eran estas criaturas, me refiero a sus formas, a su comportamiento... Desde ese momento solo hablamos de lo que vimos en los pantanos, de lo grande que eran las Earthworm-fire, de su forma de cazar... En el mundo donde nací ya no habían animales, así que lo que sabíamos de ellos era por lo que veíamos en los documentales o libros que hablaban sobre ellos, ni en un millón de años había pensado ver y presenciar a una cacería en plena vida real. La naturaleza siempre nos dará sus sorpresas.  Ya la hora comenzamos a sobrevolar por una ciudad en ruinas como las demás, justo cuando pasábamos sobre ella vimos como un edificio se desplomaba sobre otros más pequeños levantando una nube de polvo. Grandes árboles crecían dentro de grandes estructuras y filas de carros oxidados y viejos se veían por las carreteras. Entre estos panoramas se desplazaban animales, algunos pisaban los abandonados carros aplastándolos. Ví varios riachuelos que cruzaban las carreteras. Otras criaturas voladoras salían de los interiores de los altos edificios donde tal vez tenían sus nidos y volaban extrañados cerca de la nave. _ No nos atacan_ Dijo Emma. _ No son criaturas agresivas. En mis años de vida, las únicas criaturas realmente nocivas eran los humanos. Me puse a ver y detallar la ciudad, la posición de los carros indicaba que habían filas interminables de personas que huian de la guerra. Al fondo de la ciudad, incrustado en las montañas habían unas construcciones casi camufladas con el entorno verde, se exhibía un túnel por donde Max dirigió la nave. Vimos naves antiguas destruidas por el suelo. Max iba volando por ese túnel de manera cuidadosa para chocar con algo. _ Aquí hubo una batalla muy fuerte_ Dijo Turrot al ver las naves desparramadas. _ Sí. Los soldados atacamos fuerte. Nos habían dicho que el gobierno se escondía aquí, por eso hay tantos helicópteros y aviones. Este túnel estaba equipado con cañones; pueden verlos destruidos en los costados_ señaló_ Así pudimos entrar, todos los del gobierno se escondían aquí como suponíamos y sin pensarlo lo aniquilamos, uni por uno, pensamos que era el fin y que el escudo caería, pero nos equivocamos. Llegamos a un sitio donde aterrizó. El complejo era grande, debajo de aquellas montañas, había un espacio donde se suponía aterrizaban las naves llamadas helicópteros y aviones. Al frente se expandían estructuras de concreto y vidrio, todo rotos y oxidados, quemado y a oscuras, la única luz ahora era de la nave de Max. Obvio que estábamos asustados, aunque afuera era de día, los monstruos buscaban estos lugares para alejarse de la luz diurna. Aquí adentro no era necesario usar los lentes ya que la luz roja del día se quedaba afuera, sin embargo, solo Max se quitó los suyos.  El chico antes de bajar se colocó varios implementos encima; armas, navajas, linternas y otras cosas. Nosotros solo llevamos un arma y una linterna. _ Manténganse alertas_ Nos dijo. _ Si sabes que nos pueden a****r monstruos aquí, ¿Por qué nos trajiste?_ Preguntó dudosa Emma. _ Los monstruos que vieron la noche que cayó su nave no les gustan estos lugares tan lejos, ellos prefieren cuevas cerca de las ciudades. _ ¿Y esto no es una cueva cerca a una ciudad?_ Volvió a preguntar Emma mientras nos adentrabamos al edificio. _ Todos estos muros son de concreto y metal, construidos por el hombre, ellos evitan esto, prefieren las cuevas naturales con muros de rocas y filtraciones de agua_ Decía Max_ Les digo que se mantengan alerta porque en estos lugares habitan otros espectros. Los llamo los Transparentes. _ Eso suena aterrador_ Dijo Sam acercándose más al grupo. _ Es una especie nueva. Una vez los ví en un lugar parecido a este, no sé si aquí hay por eso les digo que se mantengan alerta. Tenía años que venía a este lugar. _ ¿Cómo son esos transparentes?_ Preguntó Turrot. _ Son... Transparentes. Le huyen a la luz, por eso mantengan sus linternas encendidas. Tienen forma humana y es difícil verlos en la oscuridad a menos que ellos tengan los ojos abiertos, sus ojos son amarillos fluorescentes. Se roban el alma de los seres vivos. Todos nos veíamos aterrados y aquel lugar era fantasmagórico. Los pasillos tenían objetos regados, las paredes estaban húmedas y pintadas con enredaderas con flores con luz propias aunque su luz era muy tenue, caigan goteras del techo. _ ¿Y, a dónde nos llevas ahora?_ Pregunté. _ Iremos al generador eléctrico. La batería debe estar funcionable, si logro encenderlo, podemos evitar a los Transparentes. _ Buena idea porque siento que alguien camina detrás de nosotros_ Alarmó Kioto. _ No bromees Kioto_ Dijo Sam. _ Es verdad_ Volvió a decir.  Todos alumbramos a donde Kioto dijo escuchas pasos. No había nada. Entonces oímos ahí dentro pero lejos de nosotros una especie de risa. _ ¿Qué fue eso?_ Preguntamos todos. _ Oh no. Es Bitty. Pensé que lo había dejado encerrado en aquel pozo. _ Pues pensaste mal_ Habló Emma. _ ¿Qué es un Bitty?_ Preguntó Kioto. El chico arrojó unas esferas por aquel pasillo, las esferas se iluminaron creando luz en el pasillo. _ ¡Vengan ya estamos llegando!_ Comenzó a correr y nosotros trás él. _ ¿Quién ratos es Bitty?_ Preguntó Sam. _ Es una criatura muy inteligente que quiere hacerme la vida imposible. Hemos peleado mucho y nunca le gano. Es muy fuerte. Lo único que le he hecho es quitarle una oreja. _ ¿Es igual a ti?_ Preguntó Sam. _ ¿Quién, Bitty? Por Dios, es un horrible humanoide con tres ojos y enormes orejas, bueno... Una oreja, pero es más razonable que los demás monstruos. Hace tiempo había pensado atraparlo, afeitarlo, bañarlo y ponerle ropa, pero siempre escapa de mis trampas, como en el pozo en que creía estaba_ El chico se detuvo frente a una gran puerta_ He tratado de volverlo civilizado pero es casi imposible. _ ¿Hablas con él y te entiende?_ Preguntó Kioto. _ Claro que me entiende, hemos conversado por largo rato, es solo que él me quiere comer y pelea todo el tiempo, es un tonto. En el caso de Bitty le tiene miedo a la luz artificial. ¿¡No es así, Bitty!?_ Le gritó y la respuesta fue risas terroríficas acompañada de gruñidos. El chico abrió la puerta y adentro estaba el generador eléctrico. El chico comenzó a presionar botones y se lamentó. _ ¡Maldición! ¿Por qué no enciende? Yo, debido a mis conocimientos comencé a ver el aparato. Habían muchos cables sueltos que comencé a unir. En minutos la máquina encendió generando la luz. Algunas lámparas reventaron pero otras soportaron. _ "Y se hizo la luz"_ Citó Max. _ Eres un genio Robert_ Alabó Kioto. _ ¡Te gané otra vez Bitty! Cuando la luz se había encendido, el tal Bitty chilló en vez de reír y se escuchó cuando se alejo de nosotros. Max nos dijo que se mantendría lejos mientras hubiera luz igual a que los Transparentes. _ Ahora sí muchachos. Subamos a los laboratorios.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD