—¿Volver a empezar? —murmuré, no muy convencida de aquella idea. —Sí, volver a empezar —repitió, mirándome a los ojos—. ¿No te parece una buena idea? —No —respondí, sin pensarlo mucho. Mi respuesta salió por sí sola. Como un impulso o algo que no podía controlar. El ceño de Braden se frunció por completo y pareció contrariado. —¿Por qué no? —replicó y pareció que mi respuesta no le gustó para nada. Cerré los ojos por un segundo y tomé aire. No estaba dispuesta a seguir actuando como si nada pasase. Quería echar todas las cartas sobre la mesa y hablar claro... dejar todo en claro. Abrí los ojos, lo miré fijamente y alejé mi mano de la suya. —Porque no confío en ti —manifesté, sincerándome—. No creo en nada de lo que me has dicho y siento que me mientes o que me ocultas algo. Brade

