El viernes llegó, faltaban cinco horas para la presentación de la nueva colección de Bessette, todo marchaba sobre ruedas y teníamos el vello a flor de piel. La sala dónde se presentaban era espectacular y la decoración exquisita, después de la presentación se iba a dar una cena organizada por un chef traído desde Paris, Monsieur Leroy, de reconocido estatus en su país. Agradecí que Gaël no pareciera por allí, ya tendría tiempo suficiente de verlo esa noche, como para tener que verlo un poco más. Ataviada con un traje de satén color granate entré en la sala, ya repleta de asistentes, junto a Mónica y Marcos. Mónica llevaba un bonito vestido de encaje verde, el cual le quedaba como un guante y Marcos un estupendo traje color gris. -Estoy nerviosa, ¿y ustedes? -nos preguntó Mónica. -Un

