Lo que no dijimos

8. Visitas inesperadas

POV THEO

-¿Esperás a alguien?- preguntó Calliopi.

-No- dije, ya de pie. Fui a abrir la puerta y ahí estaba ella, con la misma sonrisa de siempre y una mochila colgando del hombro como si viniera de la esquina y no del otro lado del mundo.

-¿Kira?- pregunté completamente anonadada

-Hola, griega dramática- dijo soltando las palabras como si no se hubiera ido nunca ¿Vas a dejarme pasar o te abrazo desde acá?- No dije nada, solo la abracé fuerte, al entrar vi una genuina sonrisa en el rostro de Nadia, quien abrazó feliz a mi mejor amiga, Kira se fue a estudiar arquitectura a Italia justo antes de que mamá muriera. Nos hablamos a veces, fue la única amiga verdadera que tuve en la vida, y también la única que mi madre aceptó

-¿Y esa cara?- me preguntó cuando entró y vio la mesa armada.

-Almuerzo familiar- le susurré -llegaste justo a tiempo para salvarme- susurré y ella me sonrió como solo ella sabe hacerlo.

-Perfecto. Hora de incomodar a los incómodos- Me reí bajito, solo ella lograba que lo hiciera, no sabía qué estaba por pasar ahora que Kira había vuelto, pero no me sentía tan sola como antes. Y en cuanto a Nadia… iba a averiguar qué le pasaba. Porque si algo había aprendido de mi madre, es que los silencios dicen más que mil palabras.

(Al día siguiente)

Le di mil vueltas a los que había pasado en esa comida familiar y no entendía un carajo, pero tenia que enfocarme en encontrar la verdad sobre mi madre, así que fingí como si nada pasara, pero eso se había sumado a mi lista de cosas por averiguar, ahora estoy en la oficina y buscando el nombre de Alexandros Drakos en el sistema interno, no esperaba encontrar mucho, pero algo en mí me empujaba a intentarlo, no era intuición, era lógica, si el correo que encontré decía “Alexandros@drakosgroup.gr”, tenía que seguir por ahí.

Encontré un archivo raro, no tenía asunto, solo un PDF escaneado a mala calidad.. un contrato de confidencialidad firmado por mi madre… y por un tal “A.D.” ¿Alekos Drakos?

Lo abrí, lo leí tres veces, era un documento simple, nada específico, hablaba de una “colaboración entre grupos”, una “transacción sensible” y el compromiso de no divulgar, la firma de mi madre estaba al pie, la de él también.

Fecha: 2011.

Mi madre había firmado algo con él solo dos años antes del accidente, no decía más, pero ¿por qué firmar un acuerdo con el enemigo?

¿Por qué mantenerlo oculto? Guardé una copia en mi correo personal, me quedé mirando la pantalla, sin saber si lo que sentía era rabia o miedo, luego, por impulso, marqué el número directo del archivo físico, pedí que sacaran todo lo que tuvieran etiquetado bajo “AD/2011”.

La persona al teléfono dudó.

-¿Autorización?-

-Theo Laskaris- Silencio… Luego aceptaron.

Esa noche me llegó una notificación:

“Alguien más pidió esos mismos documentos hace 48 horas.”

Nombre: confidencial.

Pero no hacía falta ser experta en seguridad para entender lo que significaba, no estoy sola revisando esto y alguien más se está asegurando de que no llegue al fondo.

POV IASON

Dimitros me mandó una foto vieja, era de un evento empresarial del 2002, ahi estaban mis padres, de traje y al fondo, entre otros empresarios… Daphne, no era una coincidencia, le escribí un mensaje -¿Ella también estuvo en ese evento?-

Me respondió con solo una palabra -Siempre-

Caminé hasta el bar de siempre, pedí algo fuerte, encendí el teléfono de repuesto, ese que nunca uso salvo para cosas puntuales entré al chat cifrado con el número de mi padre.

Le escribí -¿Por qué me usaron en la transacción con los Laskaris?-

Pasaron 10 minutos. Luego su respuesta -Porque eras útil y estabas limpio. ¿Vas a seguir preguntando, o vas a volver a enfocarte en lo que importa?-

No respondí, apagué el teléfono.

No sé si está amenazando, o advirtiendo, o simplemente recordándome que nunca fui dueño de nada, a veces pienso que él sabe que Theo está cerca, que si nos cruzamos, se le puede caer todo y otras veces, creo que nos quiere cruzar solo para ver qué hacemos..

Mi padre no suele buscarme, pero ese mensaje tuvo consecuencias, cuando lo hace, es porque necesita que recuerde de quién soy hijo y hoy lo hizo, me citó en su oficina, esa de mármol blanco, persas cerradas, escritorio perfecto y café que nunca se bebe.

-¿Por qué estás buscando ese tema?- preguntó apenas entré

-¿Cuál tema?- fingí

-¡No te hagas pendejo conmigo! la transacción, Daphne, ella.. Todo lo que me costó tanto enterrar- No contesté.

Se puso de pie, caminó hacia mí sin levantar la voz -No te olvides de que llevas mi nombre, no lo llevas porque lo mereces, lo llevas porque yo lo puse ahí- Ahí fue cuando lo entendí, no le importaba si buscaba respuestas, le importaba si me atrevía a tomarlas.

-¿Y si no quiero cargar con eso?- le dije por primera vez… Sonrió.

-Entonces prepárate para ver cómo todo lo que tienes desaparece, y si ella cae contigo, no vengas a llorarme después- Salí de ahí con las manos temblando, no por miedo era por rabia y no sé si fue casualidad o ironía del destino, pero dos horas después, la vi.

POV THEO

No iba a entrar, la vieja sala de juntas de mi madre estaba cerrada desde que falleció, pero algo en mí… no sé, me empujó a subir, estaba por abrir la puerta cuando lo escuché, pasos conocidos, el silencio que arrastra alguien que no quieres ver, pero que tu cuerpo reconoce antes que tu mente, me giré y ahí estaba.. Iason Drakos

No como lo recordaba, mas adulto, más cansado, más todo, nos quedamos viéndo, no dijimos nada los primeros cinco segundos.

-Así que ahora sí das la cara- solté.

-No vine por ti- me dijo..

-¿Y por qué estás aquí entonces?- dije con rencor

-Porque todo esto está por explotar, tu estás en el medio- Me reí, una risa seca, sin ganas.

-¿Ahora te importa?- escupí

-Siempre me importó- no supe si golpearlo o abrazarlo, pero me fui por lo primero, le di un empujón, nada fuerte, solo para que sintiera algo.

-Te fuiste, me dejaste, no explicaste nada.. Ni una mald¡ta palabra-

-No podía quedarme, si lo hacía, mi padre te iba a destruir- vi sinceridad en sus palabras, pero no podía confiarme

-¿Y ahora qué cambió?- quise saber

-Que ya no me importa lo que él quiera- me miró a los ojos, no como alguien que viene a pedir perdón, sino como alguien que viene a quedarse -Estás en peligro, Theo-

-No más que tu- dije y solo hubo silencio por unos minutos.

-¿Qué estás buscando?- me preguntó.

-La verdad ¿y tu?- le respondí

-a ti- Ahí fue cuando bajé la guardia sin querer solo por un segundo..

NARRADOR OMNISCIENTE

Residencia Drakos, oficina privada

Dos horas después del encuentro

Drakos estaba leyendo un informe cuando entró Thomas, su asistente, no dijo nada al principio, solo dejó un sobre cerrado sobre la mesa.

-¿Y esto?- preguntó Alekos, sin mirar.

-Del sistema de vigilancia del edificio Laskaris, cruzamos cámaras, acceso por credenciales y sensores-

Drakos abrió el sobre, sacó tres fotos, en la primera, Theo entrando al viejo salón de juntas, en la segunda, Iason bajando del ascensor del ala este y en la tercera, los dos, parados uno frente al otro, sin seguridad, sin terceros sin control, Alekos se quedó observándolas unos segundos, apoyó la punta de los dedos sobre la imagen.

-¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?-

-Treinta y seis minutos- respondió

-¿Grabación de audio?-

-No disponible señor, salón sin micrófonos activos desde hace años- Drakos suspiró no fue de cansancio, fue cálculo.

-¿Creés que descubrieron algo?- quiso saber, mostrando ansiedad por primera vez

-No lo sé- dijo Thomas, nervioso.

-Entonces imaginalo- dijo Drakos -Porque si hablaron, y se dijeron lo suficiente… esto ya no es una partida, es una bomba con temporizador- Guardó las fotos de nuevo, se levantó y caminó hasta el ventana -¿Ella ya sabe lo del contrato de confidencialidad?-

-Sí, lo revisó hace dos días, pidió acceso a más documentos, alguien autorizó sin filtrar- le respondió su asistente

-¿Y él?-

-Lo desconozco señor- Drakos apretó los dientes, no por rabia, por concentración.

-Manteneme informado de cada movimiento, no quiero teorías, quiero hechos- ordenó

-¿Y si vuelven a encontrarse?-

Alekos giró despacio, se acercó a Thomas, lo miró como si pesara cada palabra -Si se ven otra vez, y hablan… vas a asegurarte de que no lo vuelvan a hacer ¿Entendido?- Thomas asintió rápido, una vez y Alekos volvió a sentarse, como si nada hubiera pasado, como si no acabara de ordenar una advertencia velada o algo peor...