El domingo por la mañana, Cole se despertó a las siete, como de costumbre, y miró por la ventana a través de los altos abetos que ocultaban su casa de los vecinos. Como hoy no había monzón otoñal, decidió disfrutar de una de sus actividades favoritas del domingo por la mañana. Vestido con un chándal n***o, condujo hasta el Starbucks más cercano para tomar un gran Café Mocha. Pasó junto al edificio de cristal donde alquilaba una pequeña oficina. Luego, apreciando el poco tráfico del domingo por la mañana, cruzó el puente flotante sobre el lago Washington y continuó por la Interestatal Cinco hasta Green Lake. Terminó su café al llegar, aparcó y empezó a trotar bajo un cielo gris claro por el sendero asfaltado de 3 kilómetros que rodeaba el lago. Mientras observaba distraídamente a las corred
