Más tarde, acostados juntos en la cama, Mónica mencionó algo en lo que llevaba tiempo pensando. "Howard, ¿sabes qué echo de menos?"
"¿Qué es eso, querida mía?"
Tu carrera como pro-Dom. Fue una de las cosas que más me atrajo de ti, y no has visto a ningún cliente desde que nos conocimos.
"Hemos estado bastante ocupados", dijo Cole, "pero quizá sea hora de retomar el negocio. No he publicado ningún anuncio en meses, pero sigo recibiendo correos de mujeres interesadas. Al parecer, han oído hablar de mí por clientes anteriores. Les he estado hablando de ti y parece que no les importa que ahora tenga pareja. De hecho, parece que lo prefieren así".
Mónica se incorporó y empezó a masajearle la espalda. "Maestro, ¿cree que podría ser su asistente, como hablamos hace unos meses?"
Boca abajo en
