Alexander Moncada, el socio de Albert había estado atento a cada movimiento de Corina desde que salió de la oficina de Albert. —¿Corina Méndez? —Pregunta cuando ella se dispone a seguir con su camino para marcharse. —Disculpe, ¿lo conozco? —Ella responde extrañada. —No puede ser que ya no me recuerdes. Soy Alexander Moncada. —Corina escruta incrédula sus facciones detalladamente y lleva las manos a su boca sorprendida al notar que es la persona que él dice ser. —¡Oh por Dios! ¡Alex! —Inmediatamente ella lo abraza fuertemente y se separa para verlo de nuevo. Él estaba muy contento. —¡En serio, no puedo creer que seas tu! Mírate, te ves... —¿Delgado y guapo? —Suelta una carcajada. —Tonto, ¡no!, bueno si, pero no era eso lo que iba a a decir... Luces diferente, hasta eres más alto que y

