Obligada a casarse

Aviso: Esta es la versión corta de la novela Obligada a casarse que solo consta de 30 capítulos y queda con un final abierto. Dicho eso, espero que disfrutes la novela. PRÓLOGO. —Vas a casarte. —Ni siquiera lo conozco. —Sinceramente eso es lo de menos. En el pueblo The Sun era costumbre que se llevara a cabo ese tipo de dialogo entre padre e hija o entre padre a hijo. No importa si llegabas a los diecinueve y querías escapar de ese dialogo maldito para algunos o beneficiarios para otros, siempre llegaba y no podías escapar. Punto. No hay remate u opciones. Si cumplías los diecinueve te llegaba la hora más detestable e inevitable: debías casarte con el de tu clase. Malditas elites que se ocupan de dar un aspecto denigrante a la sociedad. Si nacías en el pueblo The Sun adiós a tu vida, porque ya estaba destinada a un billonario o billonaria. Un momento, no pienses que debías casarte con alguien de tu edad. Te casabas con una persona entre los diecinueve a treinta años. Pobre de aquel que superaba los treintas y no encontraba esposo o esposa. Si no te casabas con alguna o alguno de la elite despídete del dinero, los carros carísimos, la ropa de marca y la posición social. Serias echado del pueblo de una preciosa patada en el trasero o asesinado, en el mejor de los casos, para que cuando te vayas, se aseguren de que no reveles la existencia de aquel asqueroso pueblo. Porque así era el perfecto e inmaculado sitio en donde la madre naturaleza les había meado encima con fabulosos ríos, paisajes montañosos y en donde los árboles altos te saludaban a la hora de recibir el periódico. Barrio vecinal, una casa más hermosa que la otra, pero el mismo olor a hipocresía en donde todos son amables con otros, pero a tus espaldas hablan pestes de ti, de tu familia y también de tus antepasados. ¿Y cómo demonios sé esto? Porque no existo para The Sun. Nunca existí y nadie debe saberlo. Porque mis padres me tienen oculta hace ya dieciocho años para impedir que me case con un maldito millonario de elite. Mi madre se vio obligada a ser casada con mi padre. Eran amigos desde pequeños, pero se vieron obligados a casarse a los diecinueve, como todos. Mi madre evitó con todas sus fuerzas quedar embarazada para que su hijo o hija terminara en manos de un matrimonio arreglado. Pero una noche de copas con mi padre fue el desastre. Ella no decidió interrumpir el embarazo, aunque lloró a mares mi existencia. Lágrimas de desesperación y tragedia corrió por la mansión Queen hasta que mi padre la tomó por los hombros, la abrazó y le juró que todo estaría bien... La idea de los Queen fue entonces mantenerme oculta hasta que tuvieran la oportunidad de sacarme del pueblo para mantenerme a salvo. ¿Hasta cuándo se mantendrá este secreto oculto? Soy una bomba de tiempo que si no se esconde bien terminará con un ramo de flores en las manos. Que sería igual que terminar muerta.