CAPÍTULO VEINTIDÓS

1172 Words
ELINA   Lo siento cada vez más cerca de mí y mi corazón empieza a latir de forma desenfrenada, a medida que sus labios se acercan a los míos, la corriente que sentí cuando sus dedos rozaron mi frente se intensifica, y por un momento pareciera que la electricidad entre nosotros podría iluminar un reino entero, y justo cuando sus labios están a punto de rozar los míos, él se endereza de repente, frunce el ceño y sin decir una palabra más se devuelve a su cama y se acuesta con su espalda vuelta hacia mí.   Mi corazón retumba furiosamente contra mi pecho y me siento mareada, confundida y decepcionada, pues realmente estaba esperando a que él cerrara ese estrecho espacio entre nosotros y sellara sus labios con los míos, así que su repentino arrepentimiento es completamente extraño… a menos que me lo haya imaginado todo y él realmente no quisiera besarme, puede ser posible, aun siento los efectos de la anestesia en mí, puede que todo haya sido una jugarreta de mi imaginación y nada de eso hubiese pasado como yo lo estoy pensando, será mejor que me calme y trate de dormir.   Alrededor de media hora después, el rey ya parece estar durmiendo profundamente mientras yo sigo aquí despierta y pensando en qué carajos acaba de pasar, cuando escucho un leve golpe en la puerta y un segundo después la cabeza de August se asoma por la puerta entreabierta, pero tan pronto como me ve despierta él entra a la habitación con su habitual actitud despreocupada, la cual desaparece en el momento en que sus ojos se posan sobre mis heridas, y un profundo ceño aparece en su apuesto rostro, August es casi tan alto como el rey, pero a diferencia de su cabello rubio oscuro, el cabello de August es n***o como el de su hermana, con quien también comparte el mismo color de ojos y rasgos afilados, tiene una nariz ligeramente torcida, cejas espesas y unas pestañas tan largas que seguramente causan la envidia de muchas mujeres, su tez es pálida, pero sus labios son rosados y enmarcan un perfecto set de dientes blancos, y todo eso con un cuerpo musculoso.   Cualquier chica moriría porque él la viera con la misma preocupación con la que me está viendo en este momento, pero yo no puedo dejar de pensar en lo que casi pasa con el otro hombre que está en la habitación en este momento, y aunque August es apuesto, el rey lo es aún más, y ser consciente de ello hace que me sienta aún más mortificada al pensar en lo cerca que estuvo de besarme solo para arrepentirse al final.   August se aclara la garganta y noto con vergüenza que está esperando la respuesta a una pregunta que ni siquiera lo escuché hacerme, así que con una sonrisa de disculpa le digo: “Lo siento, no te escuché,”   Él me sonríe de vuelta y me responde: “Te pregunté que cómo te sientes,”   “Oh, me siento como si me hubiesen atacado una docena de rogues,” le respondo a modo de broma y él se ríe.   “Bueno, un día cualquiera en la guardia real, ya sabes,” él responde en el mismo modo juguetón y yo también me río.   “Me gusta escucharte reír,” él me dice y noto por el rabillo del ojo al rey moviéndose un poco, aún con su espalda vuelta hacia nosotros.   “¿Acabas de regresar?” le pregunto, tratando de desviar el tema, y él asiente, volviendo a fruncir el ceño.   “Sí, estaba bastante lejos de aquí y vine en cuanto me enteré de lo sucedido, lo siento Ellie, debí haber ido con ustedes,” él me dice mirando con preocupación mis heridas.   “No es tu culpa, nadie pudo haber previsto que iban a atacar al rey justo cerca a la frontera del reino, estábamos demasiado cerca a la manada Granate y nadie se mete con ellos, lo de ese grupo de rogues fue una clara misión s*****a, me alegro de que no hayas estado porque seguramente habrías terminado en esta misma habitación con nosotros, o peor,” le digo y él sacude la cabeza.   “No, olvidas que no tengo sangre real, a mí me habría atendido cualquier otro médico del hospital y no el doctor Phillip,” él me responde y cuando ve mi expresión de culpa por haber sacado en cara eso, August me pregunta:   “¿Cómo te sientes realmente? Eso debió haber sido difícil para ti, no tienes el entrenamiento adecuado, estabas herida y no habías ido preparada para luchar, además con el acónito, mira lo mucho que te lastimaron,” él me dice mirando mis heridas nuevamente.   “Estoy bien, no te preocupes, lo que más me importaba era no permitir que hirieran al rey, ese es mi trabajo después de todo, ¿no?” le respondo y antes de que él pueda responder, el rey se gira del todo con una expresión molesta en su rostro y nos increpa con tono mordaz:   “Si ya pararon el coqueteo me gustaría que me dejaran dormir,”   August lo mira con curiosidad, pero yo me siento realmente mal por haberlo despertado, así que me disculpo de inmediato con él, pero me ignora por completo y se dirige a August con un tono cortante:   “Si ya terminaste, por favor vete, ambos necesitamos descansar, deberías estar tratando de capturar a los rogues que nos atacaron y no aquí perdiendo el tiempo,”   August frunce el ceño ligeramente y sin decir una palabra más, asiente y luego da media vuelta para marcharse de la habitación, pero antes de salir, se gira y le dice al rey:   “Mi hermana está afuera esperando para verte, ¿le digo que vuelva después?”   El rey permanece en silencio por un segundo, luego me lanza una mirada rápida y finalmente responde: “No, déjala que entre,”   Un par de segundos después Iris Cross entra a la habitación con una pequeña canasta de mimbre y se dirige directamente a la cama del rey, ignorando mi presencia por completo, luego se sienta en la cama de él y le dice con una voz melosa:   “Te traje tus galletas favoritas,”   “Muchas gracias, Iris,” el rey le responde con una voz mucho más amable que la que suele usar con el resto de las personas y yo siento una punzada de rabia atravesar mi pecho, pero finjo que no me interesa en absoluto, y siguiendo el ejemplo de él trato de girarme para darles la espalda, pero es casi imposible debido a la herida de mi pierna, así que debo resignarme con quedarme boca arriba y cerrar los ojos para tratar de bloquear la fea imagen de ella sentada tan cerca de él, y después de que ellos llevan un rato de charla entre murmullos, ella levanta su voz ligeramente y dice:   “¿Ya hablaste con tu madre sobre nuestro matrimonio?”
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