Capítulo Uno

1036 Words
Una Semana Después  Liam Brown  Me encontraba en mi despacho esperando que Matthew me trajera reportes acerca de las dichosas humanas que podían acercaste peligrosamente a los míos. No creo que causen problemas, mi hermano les va conseguir becas a ambas en las mejores universidades de California, así quien puede armar líos, si eso pasará sería absurdo por de cualquier manera estudiarán y se formaran en Academias de prestigio en el país. Sinceramente no quiero tener que ir a arreglar las cosas hace tiempo que no interactuo con un humano y no sé si lograré mantenerme sereno o perderé los estribos. Le sonido de la puerta al abrirse me saca de mis pensamientos... - Señor, su hermano lo solicita en la Academia se presentaron problemas y pide su presencia lo más antes posible - dice una de mis hombres de guardia  - Muy bien hágale saber que me estoy dirigiendo para haya, gracias - hace una reverencia antes de salir - Así será Alpha, con su permiso - dice, yo asiento y se va.  - Matt, no pudiste con dos humanas, bueno pues a ayudarte - agarro las llaves de mi auto y mi chaqueta y me dirijo a auxiliar a mi hermanito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  Entro en el enorme castillo que alguna vez fue de mis padres y me encamino inmediatamente a la oficina central, entro y solo me encuentro con el rostro disgustado de mi hermano.  - ¿Dónde están ellas? - ordeno saber - no me llamabas por qué tienes problemas con ellas - pregunto sentándome en la silla detrás del escritorio. - Ellas salieron un momento y con respecto a los problemas pues no quieren ceder, ellas no desean cambiar de academia, piden estudiar aquí como les fue notificado desde el principio - dice colocando las manos encima del escritorio. - Entonces esperemos que nuestras invitadas lleguen - digo recostando mis pies sobre el tablero del escritorio y cerrando los ojos - espero no se tarden, tengo cosas que hacer - la puerta de la oficina se abre y casi instantáneamente un exquisito olor inunda mis fosas nasales. ( ¡¡MATE!! Liam, ¡búscala! ) gruñe mi lobo Sí, lo sé. Tranquilízate - pido cuando siento que algo se remueve en mi interior  Me acerco disimuladamente a las preciosas chicas que se encuentran aquí, pero al llegar a la rubia todo mi autocontrol se va al caño, la acorralo con la pared, acerco mi rostro al hueco de su cuello  y gruño: - ¡¡MÍA!! - gruño posesivamente y de inmediato ella me empuja asustada. - Señor que le sucede ¿Está loco acaso? - comenta molesta con las mejillas sonrojada, sonrió por dentro por saber que causo ese efecto en ella - ¿Quién es él? - ahora se dirige a mi hermano. - Él es, Liam Brown mi hermano y dueño de esta academia - informa mi hermano, con voz firme. - Entonces la locura es de familia - dice la chica pelinegra que acompaña a mi mate y yo automáticamente gruño, lo que hace que ella se esconda detrás de mi Luna - ¿Por qué gruñe? - oigo que le susurra a mi mate. - Matthew, ¿Estas seguro que ellas dos son humanas? - pregunta y él responde con un asentimiento de cabeza. - ¿Alguien quiere decirme que ocurre aquí, que clase de personas son ustedes? - pregunta notoriamente alterada - ¿Es que ninguno de los dos piensa hablar? - Ni yo no mi hermano emitimos una sola palabra - Bien, pues aceptamos la propuesta nos cambiaremos de academia, no pienso educarme con personas como ustedes, por favor señor Matthew informenos cuando sepan en que instituto estudiaremos - enseguida todas mis alarmes se activan y Matt e mira preocupado. - No es necesario, ustedes pueden estudiar aquí - digo calmado. - No señor, yo... - le indico a mi hermano por el link que me dejen solo con la rubia y así lo hace - ¿Qué es lo sucede? ¿Por qué hizo que su hermano se llevara a mi amiga? - me mira seria y esta es la primera vez que siento que tengo que darle una explicación me mis acciones a una mujer - ¿No va a decirme nada? - ¿Cuál es tu nombre? - pregunto claramente interesado, ella me mira confundida pero responde. - Pues mi nombre es Elizabeth Miller - dice con voz firme y dulce. - Bonito nombre...- digo sonriendo. - Disculpe pero que le importa a usted si es bonito o no mi nombre, si decidimos estudiar lo único que nos une es que usted es el director de esta institución - frunce el ceño y coloca las manos en su cintura. Me levanto y camino hasta colocarme detrás de ella y susurrar en su oído... - Te equivocas Elizabeth, tu eres mucho más que cualquiera de las alumnas o jovencitas que se educan en este establecimiento - coloco mis manos en su cintura y la volteo para que quede de frente a mi - Tu eres una reina y mereces ser tratada como...- soy interrumpido porque su mano impacta contra mi mejilla. - Usted disculpará señor pero yo sé perfectamente como hacerme respetar y ni usted ni ningún otro hombre cambiará eso - dice abrazándose así misma  - Lo siento, debes pensar que soy un pervertido. Solo es que esto es difícil de explicar, tu pensarías que estoy loco - digo rascándome la nuca nervioso - pueden tu amiga y tu estudiar aquí, los gastos de sus estudias van por mi cuenta - digo y por un momento veo un brillo muy particular en su mirar, pero ella simplemente rechaza mi oferta. - Estudiaremos aquí, pero ni usted, ni nadie pagará nada, para ello Kayle y yo tenemos manos y pies - dice pasando por mi lado - usted disculpará pero debemos irnos. Adiós - cuando sale por esa puerta vuelvo a sentir la misma soledad que sentía antes de saber que ella existía...
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