Capítulo 2 Él no la cree

719 Words
Alondra cambió instantáneamente de expresión. Resopló despectivamente y entró en la habitación de Kaylah. —Kaylah, si yo fuera tú, me divorciaría rápidamente de Hendry. Hendry no te lleva en absoluto en su corazón. Kaylah frunció el ceño. —¿Es importante? Mientras no me divorcie, seguiré siendo su esposa. Alondra miró la habitación de Kaylah. —No seas arrogante. Si me haces daño en tu habitación, ¿qué crees que hará Hendry? Kaylah sabía muy bien que Hendry probablemente no la creería. —Tres años es demasiado tiempo. He venido hoy para decirte que no quiero esperar más. —Alondra mostró una sonrisa de suficiencia. —¿Qué quieres decir? —Kaylah tuvo un mal presentimiento. En el segundo siguiente, Alondra se dio la vuelta de repente, agarró la navaja de afeitar de cejas que había en el tocador y ¡se la clavó en el abdomen! —Kaylah, quiero tu vida. Los ojos de Kaylah se volvieron fríos de repente. —¡Alondra! ¿Qué estás haciendo? La sangre salió de la boca de Alondra. Miró hacia su espalda. —Cecilia, sálvame... En el hospital. Cuando Hendry llegó, el médico acababa de salir de urgencias. —El riñón de la paciente se ha roto. Necesita un trasplante. —¡Kaylah! ¿Por qué eres tan despiadada? —No he sido yo. Ella lo hizo... —Kaylah se tambaleó al ser arrastrada por Hendry. —¿Vas a decir que Alondra se apuñaló a sí misma? —Hendry empujó a Kaylah contra la pared. »Kaylah, lo vi con mis propios ojos. Al ver que eras infeliz, Alondra fue a pedirme disculpas. Entonces la apuñalaste en tu habitación. Si no hubiera llegado a tiempo, Alondra habría muerto —dijo Cecilia mientras lloraba. —¡La paciente está en estado crítico! —dijo el médico con ansiedad. —¡Tú! ¡Dale tu riñón a Alondra! —De repente, Cecilia pareció pensar en algo y señaló a Kaylah—. Ella tiene el grupo sanguíneo polivalente. Definitivamente será compatible con el grupo sanguíneo de Alondra. Hendry se acercó a Kaylah y la miró fríamente. —Tú... No te acerques. —Kaylah negó con la cabeza. —Doctor, haga una prueba de compatibilidad —dijo Hendry. —No, no tiene nada que ver conmigo. Yo no la apuñalé... —Kaylah se esforzó por retroceder. Sin embargo, Hendry no vino solo. Hizo un leve gesto con la cabeza y los guardaespaldas que tenía detrás se apresuraron a acercarse. —¡Hendry! ¿De verdad quieres mi riñón para compensar a Alondra? —Kaylah sacó fuerzas de repente y apartó a los guardaespaldas. —Tú la apuñalaste. Deberías hacerlo —dijo Hendry con cara fría. —No me viste apuñalarla con tus propios ojos. ¿Y aun así me acusas? —Kaylah estaba muy angustiada. —Cecilia no me mentiría. ¿O el médico también miente? —Hendry frunció el ceño. Kaylah estaba tan enfadada que hizo una mueca. En estos tres años, no era la primera vez que Alondra le había gastado una broma. Cecilia también había intimidado a Kaylah más de una vez, pero Hendry seguía prefiriendo creerles a ellas y no a ella. —Hendry, divorciémonos. —¿Quieres arrepentirte ahora? —Hendry lucía una sonrisa burlona. A Kaylah se le heló el corazón. —A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro. Puedes casarte con quien quieras, Alondra o cualquier otra. Hendry resopló —Si quieres divorciarte, haré lo que desees. Antes de eso, tienes que pagar por tu error. La mirada de Kaylah era firme. Dijo con actitud firme. —En el pasado, estaba dispuesta a tolerarlo todo porque te amaba. Hendry, finalmente me di cuenta de que enamorarme de ti fue el mayor error que cometí. ¿Quieres mi órgano? Jamás. Kaylah no creía que Alondra fuera realmente tan despiadada consigo misma. Alondra siempre había querido sustituir a Kaylah y ser la esposa de Hendry. —¡Fuera de mi camino! Apartó al médico de un empujón y entró corriendo en el quirófano. Alondra estaba tumbada en la mesa de operaciones y hablaba con la enfermera. —¿Tanto me quieres muerta? —dijo Kaylah con frialdad. —Kaylah... ¡Una bofetada! Kaylah utilizó todas sus fuerzas para abofetear a Alondra.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD