ELEGAR, CAPITAL DE ALSTEN.
Dar un paso y retroceder cuatro.
Así se sentía Ivannia mientras observaba por la ventana la ruta que su marido había seguido, montando en su lindo caballo, mientras salía de la capital. El pretexto fue que necesitaba arreglar unos asuntos en Thorney de manera personal para traer una propuesta a la corte con lo referente a los ejércitos, pero Ivannia sabía que no iba a volver en las dos semanas que había pactado y así fue.
Todos los días observaba el mismo lugar por donde le vio marcharse esperando que volviera, pero cada día se tenía que ir a la cama, con la decepción de saberla vacía. No fueron días fáciles, especialmente porque su cama se sentía vacía sin él. Extraña discutir, hacerlo enfadar y también dormir. Era sorprendente cómo se podía echar en falta
