Él me esperaba sentado en su moto dándome la espalda. A pesar de que otros chicos llevaban moto, en su mayoría eran motonetas. Este chico parecía sacado de alguna revista. — ¡Hey!— dije elevando la voz esperando a asustarlo y nada — Ya te había escuchado. ¿Qué tal te fue sin mí? — Pues nada mal—estire el brazo con unos papeles en la mano y se los entregue, él se quitó los lentes, extrañado y empezó a mirarlos con atención, después de mirar tres fijamente, los demás los empezó a pasar uno tras otro sin detenerse. Se rio y volteo a verme. — ¿Y esto? — ¡De tus admiradoras!— le había entregado casi quince papelitos de varias chicas, que le habían anotado su número de teléfono, correo y hasta su dirección, y un piropo. Al principio me molesto, pero al final me reía, por lo patéticas q

