2- Cuestión de Riesgos

2193 Words
Todavía no sabía que hacer, solo se me ocurre esconderme. El problema sería donde, ya que mí apartamento no es muy grande, aunque hubiera podido esconderme bajo de la cama, había una probabilidad de que fuera el primer lugar en que este buscaría. Así que para distraerlo tomé uno de mis pantalones y zapatos, lo más rápido que pude los rellene con sábanas para poner este señuelo bajo mi cama. Esto me daría por lo menos unos minutos para poder escapar con una soga hacía el balcón de abajo. -¡VAMOS ALL! ¡SI NO ME DEJAS ENTRAR ENTONCES DERRIBARÉ LA PUERTA! —Fue lo que dijo esa cosa con su horripilante voz para luego derribar la puerta. Esa bestia entró en mi apartamento rompiendo la puerta y gritando por mí. Sin dudarlo me aventé por la ventana usando la cuerda que utilizaría para quitarme la vida. mientras esa cosa se distraía con el señuelo que hice con mis sábanas, pude ir bajando poco a poco, hasta llegar al balcón de mí vecino que se encontraba un piso abajo del mío. > –Dije en mi cabeza mientras entraba en el apartamento. Debía tener cuidado, ya que no sabía si habían más de un demonio por el lugar, así que me dirigí a la cocina y tomé un cuchillo para usarlo en caso de encontrarme con otro de ellos. Abrí con cuidado la puerta para observar la zona, la verdad no podía creerlo, habían 3 demonios más que estaban con sus cabezas pegadas a la pared mientras susurraban algo que no alcanzaba escuchar. Con mucho cuidado salí del apartamento y me dirigía con mucha cautela hacía el ascensor que se encontraba abierto. Mientras me dirigía hacia el ascensor no pude evitar notar que estás cosas no tenían ojos lo que significaba que el ruido era su única ventaja contra mí. -Rita Noriega, 15 años, estudia en la secundaria Churchill. –Dijo una de esas cosas mientras me dirigía hacía el ascensor. Que uno de esos demonios dijera eso me hace pensar que puede que no sea el único en este lugar al que esas cosas buscaban. Mi teoría se comprobó al ver que en medio del camino había algo. Por curiosidad y con mucho cuidado de no hacer ruido me agaché a ver… no podía creerlo… ¡es el cuerpo sin vida de una chica!… pero, no tenía sus ojos ni su lengua. No pude evitar hacer un mínimo ruido por el horripilante hallazgo. como temía una de esas cosas se percató de mi presencia, con gran rapidez y agresividad se dirigía hacía mí. Yo aterrado por la situación empecé a correr lo más rápido que podía hacía el ascensor. -¡RITA VEN CON TU FAMILIA! –Dijeron los 3 demonios mientras se aproximaban en dirección a mí. Estando en el ascensor presionaba con mucha insistencia el botón que cierra las puertas, lo hacía con muchos nervios al ver que ya casi estaban por llegar al ascensor. cuando por fin la puerta estaba por cerrarse, uno de ellos puso su grotesca mano en medio de las puertas evitando que pudieran cerrarse. Solo me quedé quieto lo más que pude para evitar que notaran que estaba ahí. Cuando vi mí oportunidad tomé algo de valor y el cuchillo que tenía en mí mano lo usé para herir al demonio y sacarlo del ascensor. En cuanto lo herí un liquido n***o y de un olor putrefacto salió de la herida que le causé, sin contar sus horripilantes gritos de dolor, Al cerrarse las puertas me quedé quieto un momento para quitarme mi sudadera y limpiarme la cara. > –Dije en mi mente mientras limpiaba mí cara con la sudadera. Cuando el ascensor terminó de cerrar sus puertas, terminé de limpiarme y escuché como los demonios decían algo. -Rita… vuelve a casa… tu familia te extraña…–Dijeron con un tono sollozo. > –Pensé en ello mientras dirigí mi mirada al tablero del ascensor. Presioné el botón del ascensor para ir a la recepción. Cuando el ascensor empezó a bajar, no pude evitar pensar en lo que sucedía, nada de lo que estaba sucediendo era normal, solo se me ocurría que era una pesadilla. -Esto ya es demasiado, es solo un sueño. –Dije mientras procedí a darme un pellizco para comprobar si era una pesadilla. Al ver que en verdad todo lo que veía estaba sucediendo, solo me derrumbé al fondo del ascensor para empezar a llorar. Me encontraba en un infierno peor del que ya antes me encontraba. Me hacía muchas preguntas. > ¡YA NO LO SOPORTO MÁS! –Me dieron vueltas en mi cabeza esas preguntas, al punto de gritar. Para cuando había gritado, el ascensor se detuvo y se apagó. Definitivamente no era mi día de suerte, al menos las luces de emergencia se activaron, solo me quedaban 4 pisos para poder llegar a la recepción. Tendría salir y usar las escaleras. Así que jalé la palanca de emergencia, que destraba las puertas para poder abrirlas y salir de ahí. Como me temía, me encontraba entre 2 pisos. Abajo el piso 3 y arriba el piso 4, inspeccioné ambos agujeros probando por cuál podría pasar. Solo pude entrar por el que da al cuarto piso, por suerte el piso estaba despejado. No había ni un solo demonio por la zona, así que me decidí a ir desde el piso 4 hasta la planta principal, al salir del ascensor noté que habían manchas de sangre en la puerta de las escaleras. A decir verdad, dudé si seria una buena idea bajar por esos escalones, era obvio pensar que podrían haber más de ellos cerca y mirar que la puerta se encontraba llena de sangre le daban mas fundamento a mis sospechas. Me tomé un momento para respirar y controlar el miedo que sentía y a la vez me paralizaba. El miedo que tengo no debería dominarme. Pero si, lo hace, y este sentimiento podría llevarme a cometer un error, y bastaría con uno solo para convertirse el último de mi vida. Eso es lo que rondaba en mi cabeza al abrir con cuidado la puerta de las escaleras. Noté que había un rastro de sangre que iba en dirección al piso 3. Posiblemente alguien me diría que no es buena idea ir por ahí, mi cabeza y mis pensamientos estaban confundidos no sabia que camino seguir para salir de esta desesperante situación. Sabia que no debía dejar pasar por alto todos los rastros que venían dejando y que me indicaban que el lugar no era seguro. Avance, y unos metros mas adelante pude ver que no habían señales que me indicaran que pudiera haber uno de ellos en la zona. Así que con cuidado fui bajando por donde el rastro de sangre indicaba, solo a unos metros podía ver la puerta del piso 3… cuándo estaba por llegar escuché un ruido que venía de arriba y de bajo de mí. Pensando bien las cosas el ruido podría ser de un demonio, solo que este es diferente a los que ya había escuchado, era como si estuvieran arrastrando un objeto de hierro en el suelo. Cuándo me di cuenta el ruido cesó, un silencio total estaba en el lugar. Así que seguí bajando las escaleras pero esta vez con más cautela y precaución, el ruido anterior era una advertencia para mí de que había alguien conmigo. > –Me pasó por la mente esa idea mientras llegaba a la puerta del piso 3. En cuanto llegué, volví a escuchar el ruido anterior pero esta vez era más cerca de mí. Con cuidado intenté ver de donde venía hasta que vi a un demonio que llevaba consigo una hoz en su mano izquierda y lo que parecía el cuerpo sin vida de alguien en su mano derecha. ¡Viene en dirección a donde me encuentro!, solo se me ocurrió entrar por la puerta tras mío. Aunque estaba demasiado oscuro, le sería difícil encontrarme ahí pero aún así no pude evitar sentir que alguien me vigilaba. Podría haber alguien conmigo en el lugar, en cuánto escuché que el demonio siguió de largo su camino, abrí la puerta para salir pero sentí que algo me tomó de mí pantalón… cuándo miré abajo… me di cuenta que el piso estaba repleto de cuerpos sin vida y aún había alguien que seguía con vida, tomaba la pierna de mi pantalón. Me llené de miedo ya que intentaba de que me soltara, pero esa persona se aferraba muy fuerte a mí pierna hasta que empezó a gritarme. -¡AYÚDAME A SALIR DE AQUÍ! ¡POR FAVOR AYÚDAME! –Fue lo que gritó el hombre que tomaba mi pierna. En ese momento empecé a preocuparme, el ruido traería a donde estaba al demonio que acababa de subir. Mí preocupación se hizo realidad al escuchar como ese demonio de la hoz hizo un enorme estruendo y aventando el cuerpo que tenía consigo por el agujero de las escaleras. Dijo algo que sin duda iba a sentenciarme junto a la persona que estaba forcejeando conmigo. No tuve más opción que pisarle el brazo para rompérselo, era mi vida, la de el o la de los 2. Sería muy egoísta de mi parte solo salvarme a mí, pero no podía hacer nada por el. En cuanto me soltó, empecé a caminar por los cuerpos sin vida de esas personas, me eché en el suelo y puse algunos sobre de mí para ocultarme. Por lo menos si llegaba, el pensaría que salí corriendo… mi único problema era que en cuánto ese demonio llego al piso 3. Aunque el señor intento decirle dónde estaba a cambio de su vida, el demonio no le hizo caso y procedió a quitarle su último aliento. Solo me tocó esperar a que se fuera, lo que no sucedería rápido ya que el demonio dijo algo que supe interpretar, no se irá hasta encontrarme. -Debo admitir que eres inteligente, posiblemente me estés escuchando seas quién seas. Déjame decirte que si hubieras sido un poco más astuto, no te hubieras ocultado entre ellos. Yo fui quién los puso aquí así que sé a quienes asesiné, sabré donde estas.–Fue lo que dijo el demonio para darle un golpe a la pared, encendiendo las luces en el proceso. No se me ocurría nada, que no acabara conmigo exponiendo el lugar dónde me escondía, más habiendo encendido las luces con ese golpe. Si salía podría enfrentarme a el en un combate cuerpo a cuerpo, las probabilidades de que me diera con su hoz son altas considerando que el lugar limita mis movimientos por los cuerpos. Pero, si usaba mí propio límite como herramienta para el combate. Podría funcionar. Tenía que hacer algo. Ya no me quedaba mucho tiempo, ya el demonio estaba empezando a destrozar todo a su paso. No tardaría mucho en encontrarme, tendría que salir en... 3… 2… - ¡Te encontré! –Dijo el demonio con mucha seguridad. Pero, no se dirigía a donde yo estaba, solo se detuvo a mitad de camino. Parecía que no era el único que se había escondido en este lugar, tenía una oportunidad de escabullirme… pero me quedé congelado al ver que la persona que el había encontrar, llevaba puesto la misma ropa que una vez le di a Tiff… si era ella y me alcanzaba a ver, sería un problema. Una parte mía me decía que debía ayudarla, por un momento el tiempo se detuvo para mí. Tenía que tomar una decisión en ese momento. > –Salí de mí escondite, y me a balance sobre el. Cuándo me sostuve en su espalda. Empezó a moverse para zafarse de mí, claramente mi fuerza no es la misma a la de el, no tardo mucho en quitarme de su espalda. -¡OYE TÚ! ¡CORRE! –Le grité a la chica para aprovechara la oportunidad de escapar. Y yo claramente… me encontraba en graves problemas.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD