Ellos se fueron en un Maserati que manejaba el muchacho, una vez que llegaron a una enorme mansión que era protegida por una verja igual de amplia, los recibieron con gusto, dicho objeto protector fue abierto de par en par para darle la bienvenida al señor de la casa y a su joven hijo.
— Hola cariño — saludó una mujer de mediana edad — qué gusto me da ver que han venido temprano, espero que todo fuera resuelto.
— Hola amor — él le dio un beso a la mujer — nuestro hijo pudo resolver el problema que teníamos con la cadena de frío, pero quiero hablar contigo de otra cosa, es acerca de Rea, la he encontrado.
La mujer se sorprendió por las palabras de su esposo, ella se puso tan feliz al ver que los ojos del hombre con el que había compartido tantos años de matrimonio, brillaban con muchísim
