NARRA JULIANA.
–A las 13 hs estaré aquí, hermana. Pero si es que terminan antes, a los 30 minutos antes que yo pasa mi compañero con otro colectivo – anunció el conductor mientras nosotras descendíamos del mismo.
–Gracias Miguel – contestó Valentina despidiéndose al conductor con una amable sonrisa –¿Traes reloj? – me preguntó, mirándome y sonriendo.
–Si – respondí sonriendo de igual manera. Sin duda era bonito que no me ignorará
- Entonces pon la alarma –comentó caminando hacia el cual se encontraba casi a una cuadra desde donde nos habíamos bajado.
Moví la manga de mi uniforme, toque mi muñeca y simule, primeramente tener un reloj y por segundo poner una alarma en mi reloj invisible.
¿Qué?, no me culpen. Esta era la primera vez que Valentina me pedía algo, y no podía decepcionarla,
