Amo leer, de hecho siempre me encantaron las historias de amor. Tengo pocos libros, pero todos ellos tienen algo en común, son de romance. Algunas son novelas, otros poemas, pero todos son de amor. En varias oportunidades me deslumbró la forma en la que los personajes se enamoraban, la manera en que se perdían uno con el otro. Creí que jamás sería capaz de enamorarme, creí que jamás alguien haría que cada parte de mi cuerpo tiemble con solo ver a aquella persona, mucho menos siendo una servidora de Dios, pero aquí estaba a mitad de la noche, entrando sigilosamente a la habitación donde duermen las novicias solo para verla. Quisiera tener una excusa del porqué, quisiera no sentirme así, ya que soy perfectamente consciente de cuán mal está lo que estoy haciendo, sé que peco no solo con mis o

