Capitulo 1

1176 Words
Londres 1888 La Joven profesora Catherine Smith llevaba dos magníficos años trabajando en un internado para señoritas, ubicado a las afueras de Londres. Todo iba a la perfección. Pero una carta con tristes noticias y una posterior visita cambiaron por completo su mundo. Nada la podría haber preparado, para la difícil decisión que se veía obligada a afrontar. No quería perecer mal agradecida, después de la forma tan amable en la cual la habían acogido en este lugar. Por fin se sentía a gusto, sabía que este era el lugar donde encajaba. Además, no deseaba separarse de su amada amiga Fanny, ni de sus queridas alumnas. ¡Pero debo hacerlo! - se repetía a sí misma una y otra vez. Alcanzando una pluma, supo que la decisión estaba tomada. En su corazón sabía... que esto era lo correcto. Escribió una carta dirigida a Lord Havisham, quien la había ofrecido semana antes, lo que tanto necesitaba. Unas semanas después y luego de llorar abrazada, de su querida amiga Fanny, con la que juro escribirse y estar en contacto. Catherine por fin viajaba a Londres, para oficiar como institutriz de Jane Havisham. Durante el trayecto, escuchando la lluvia que caer a raudales sobre el tejado del carruaje. Rememoró su único encuentro con su nuevo empleador Lord Daniel Havisham. Quien a pesar de ser un hombre muy guapo que aparentemente no superaba la barrera de los treinta y cinco años. Gozaba de unos modales y un semblante que lo hacían demasiado severo para su edad. A su llegada a Londres el carruaje estacionó frente a una hermosa casa Blanca ubicada en distrito de Mayfair. El cochero de inmediato la ayudó a bajar del carruaje. Mientras la puerta de la casa se abría, revelando a una mujer de mediana edad, en un impecable vestido n***o, que caminaba a su encuentro. El cochero de la familia le susurró que era el ama de llaves.  Catherine se acercó a la entrada con timidez. El ama de llaves se presentó como la señora Percival . Entraron por la puerta de servicio a la casa  que por dentro era del mismo color blanco inmaculado, el piso por otra parte era de tono blanco y n***o lo  que le hacia recordar a Catherine un tablero de ajedrez. Finalmente ingresaron a una salita donde la señora Percival la presento con la señora de la casa. -Buenas tardes Milady- saludo Catherine haciendo una reverencia. -¡Buenas tardes !- respondió la mujer que le pareció muy elegante y hermosa a pesar de su edad- -Mi nombre es Elizabeth- manifestó sonriendo -Mucho gusto lady Elizabeth- las dos se mi miraron y sonrieron -debes estar agotada, pasa siéntate y toma té conmigo -Se lo agradecería mucho Pero ...debo ocuparme de mi equipaje primero. -No te preocupes por eso. Francis se hará cargo- se dirigió al ama de llaves- señora Percival puede decirle a Francis que se encargue del equipaje de la señorita Catherine, por favor. -Por supuesto, milady- respondió la mujer y luego se retiro.  Mientras tomaban el té lady Elizabeth aprovecho de interrogar a Catherine sobre; su edad, familia y trabajo. Las respectivas a la familia, eran las que más le dolían. Pero supo salir con hidalguía sobre ese asunto. Decidida a cambiar el rumbo de la conversación pregunto - ¿Cuándo podré conocer a mi nueva alumna? -Me temo que a esta ahora mi pequeña princesita está dormida. Su padre es muy estricto con el horario- respondió con dulzura - ¡por supuesto milady! no me había detenido a pensar en la hora- dijo excusándose, cuando sabía perfectamente, que eso era lo más lógico. Terminada la conversación lady Elizabeth le solicitó a una de las doncellas que le indicará a Catherine el camino a su dormitorio. En el momento en que entro a la que sería su habitación los próximos meses  se sintió mejor. Era un cuarto que si bien modesto, era muy hermoso y diferente a lo que estaba habituada. Después de media hora y tras acomodar un poco de su vestuario se encontraba al fin acostada en la suave cama. Durmió plácidamente con el consuelo de que todo mejoraría.                                                             >>>>> Eran las ocho de la mañana cuando Catherine terminaba de acomodar su larga melena cobriza. Observo su reflejo en el espejo y se sintió conforme con su aspecto. Vestida con un sobrio vestido gris. Adornado solamente con un broche n***o, regalo de su madre. Su cabello trenzado en un modesto tomate en el extremo inferior de la nuca - ¡tú puedes! - se dijo, tras emitir un ligero suspiro. Salió de su dormitorio y camino por el pasillo, no muy segura de adonde dirigirse. Bajo por las escaleras y se decidió finalmente por el comedor familiar donde había cenado con Lady Isabel la noche anterior. Cuando entro en la sala se encontró con Lord Havisham sentado a la cabeza de la mesa. Leyendo un libro mientras desayunaba. -¡Buenos días! Lord Havisham- dijo con un ligero tartamudeo en la voz - ¡Discúlpeme! No era mi intención interrumpirlo- hizo una ligera reverencia y camino de regreso a la puerta. - ¡señorita Smith!- dijo Lord Havisham y ella de detuvo- ¡siéntese!-  le ordenó señalando una de las sillas a su derecha. - sí, milord- respondió ella encaminándose a la mesa intimidada por su voz ronca y por lo atractivo de su aspecto. Finalmente se deslizó en la silla esperando que él hablara. - ¡Buenos días señorita Smith!- comenzó diciendo- Primero espero que el dormitorio que se le asignó, haya sido de su agrado. - sí, milord, ¡muchas gracias! - ¡perfecto!- y continuo- por el momento y como en unos pocos minutos debo estar King's College. Quería dejar en claro el horario de Jane. Catherine pudo notar la inflexión de dulzura en el tono de su voz. Cuando pronunció el nombre de Jane. - El horario, - Continuo hablando- Es el siguiente: de lunes a viernes, lecciones de nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Después de las cuatro de la tarde, puede tener momentos de distensión tanto como si desea realizar labores artísticas, jugar o pasear. Siempre con la previa aprobación de Lady Isabel y bajo la estricta supervisión suya ¿queda todo claro? - ¡por supuesto milord!- y tuvo que morderse la lengua para no responder de  forma descortés. En respuesta al tono cansino que había utilizado con ella- sólo quería saber, en cuánto a las lecciones ¿Qué materias desea que refuerce? - Eso lo dejo a su criterio señorita Smith. Además... se me olvidó mencionar, que todos los viernes deseó un informe con los progresos de Jane ¿si no tiene otra duda? ¡me retiro! - finalizo la reunión levantándose y haciendo una inclinación con la cabeza. - ¡Que tenga un buen día, milord! - ¡Muchas Gracias! - respondió saliendo de la sala. Catherine contemplo la elegante figura que se retiraba. Se quedó impávida, pensando en que Lord Havisham era el hombre más guapo y frío que hubiera conocido.  
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