Sin Rumbo

Capítulo 1. Semanas Antes

POV Zoé

Semas antes de la cita desastrosa.

El vuelo en el avión familiar había sido bastante tranquilo, incluso podría decir aburrido.

Desde que mi familia conocía el incidente de mi casi violación y el chantaje extorsivo al cual me estuvieron sometiendo, el patriarca del grupo deicidio que la opción mas prudente era contratar un equipo de seguridad que estuviera sobre mis las veinticuatro horas del día.

Lo cual era lamentable, se harían pasar por estudiantes universitarios y otros estarían donde yo no pudiera reconocerlos, tendrían completa influencia sobre los lugares a los que estaba autorizada o no a ir, bajo la premisa que podía ponerme en una posición vulnerable.

Me habían quitado mi celular y objetos personales de comunicación para visitar a mi progenitor, eso estaba volviéndome loca, aun peor que estar vigilada hasta para ir al baño, tenia demasiado tiempo sin hablar con Noah.

Había tenido que irme de improviso cuando recién había sido dado de alto del hospital. El pobre muchacho casi va a la cárcel por mí y ¿Cómo le pago? yéndome de la ciudad sin decirle nada, lo primero que haría seria verlo.

También debía encontrar la manera de hablar con el jefe del círculo de peleas clandestinas para finalizar nuestro trato y averiguar sobre la persona que aún podría buscar venganza contra mí, pero apostaba que luego de la paliza que le dieron no quería acercarme a mí por bastantes kilómetros.

Para el momento que llegue al apartamento varias cosas habían cambiado, el lugar había sido remodelado por completo, obra desde luego de mi autoritario progenitor, Vanessa mi roomate y la mayor en la casa era la única que decidió quedarse a vivir conmigo, las otras personas prefirieron conseguir otras viviendas, me daba igual, nada de eso me quitaba el sueño en los más mínimo.

Tuve que quedarme un tiempo en la puerta mientras registraban el lugar.

Una vez dentro de mi cuarto me tire sobre la cama, pensando en todo y en nada al mismo tiempo, ¿Cómo cubriría mi familia esta metida de pata?

Luego de mi ultima charla con mi padre me encontraba sumamente triste. Noah se convirtió en una persona por la que mi mundo giraba, renunciaría a mis lujos para tener una vida normal a su lado, disfrutaba amanecer abrazada a su pecho, consentida por la dulzura de su amor.

Él podía ver la belleza en los detalles pequeños, vive su vida un momento a la vez y es totalmente leal a sus amigos, casi asesina un hombre por defender mi honor, cuando necesite su ayuda me apoyo, sus hombros fueron el apoyo para mis lágrimas.

Era un chico de dulces sentimientos que buscaba proteger a su madre y hermanita menor, trataba de buscar otros ingresos mientras se enfocaba en tener un excelente promedio, yo era una fiel creyente de lo que podía lograr, no podía solo alejarme porque tal vez no sea una buena influencia para él, bueno al menos según mi padre.

Quizá debería comenzar a cambiar para ser digna de él y alejarme del mal camino.

Tal vez a nuestra relación no aportara gran cosa a su vida…¿O si lo hacia? ¿Papa estaría equivocado? Ya no lo sabía, caminaba de un lugar al otro de la habitación sin sentir paz, ¿Qué debía hacer? ¿Renunciaría a ver esos hermosos ojos cafés? Era una mentira.

No podía mantenerme lejos de Noah, al menos no por mucho tiempo.

Tome mi teléfono que estaba sobre la mesa, respire profundo y me atreví a ver la pantalla, tenia cientos de llamadas de su parte, mi w******p estaba por reventarse con sus mensajes, se preguntaba donde estaba, si me encontraba bien y decía que había estado preguntando hasta el cansancio por mí, hasta que un alma piadosa le informo que tuve que irme de la ciudad, pero pronto volvería.

Me senté en la cama conmovida por su dulzura.

Sus mensajes más recientes eran sobre su día, cada vez que pensaba en mi por cualquier razón me enviaba una foto y me explicaba lo que estaba pasando, deseaba verme pronto.

Pase saliva.

Dejaría de lado la idea que era indigna de un hombre tan dulce como el, claramente algo había hecho bien si el también estaba enamorado de mí, porque eso era lo que creía de él, cuando nos reuniéramos nuevamente le haría saber que también estaba completamente enamorada de él.

Nos daría una oportunidad.

¿Qué podría una escribir en esta situación? ¿Sería mejor sorprenderlo?

Pensaba seriamente en la última opción, busque en mi teléfono la foto de su horario de estudios, saldría pronto de clases y lo mejor sería que pudiéramos vernos frente a frente para hablar, él se merecía todas las explicaciones que pudiera darle.

Por otra parte, habían acordado con mis profesores que volvería mañana, todos los trabajos habían sido enviados de forma virtual y para los exámenes o quices tenía cierta extensión de tiempo, pronto me enfrentaría de nuevo a mi vida universitaria.

Ack.

Me acerque a mi closet con la intención de cambiarme estos jeans de mezclilla y blusa cuello v de encaje, necesitaba algo más parecido a mí, a la verdadera Zoé Sarmiento, encontré unos jeans oscuros sin bolsillo con forma de V en la parte trasera, sabia que me quedaban de infarto, acentuando todas mis curvas en los lugares correctos y un body n***o de tiras delgadas, la espalda es tan baja que puede perderse en la pretina del jean, no podía usar brasier pero ahora inventaban de todo para disimular, era algo muy sexy.

Iría a buscarlo, conquistaría a mi chico.

Tomé mis llaves y me decidí a ir a buscar a mi chico. Mis guardaespaldas se encontraban a las afueras, se extrañaron por mi cambio de ropa y mi actitud nueva…solo guardaba aquella clase de compostura excesiva par a mí relación con mi padre.

-Saldremos, pero quiero que disimulen bastante, no quiero llamar la atención más de lo normal- comencé a caminar sin esperar que alguno de ellos me contestara, acostumbraban a ignorarme, había olvidado lo odioso que era tener alguien que te vigilara, creí que había superado esta etapa con mi padre.

-Señorita Sarmiento, ¿Hacia dónde nos dirigimos? - hablo uno de mis acompañantes, su voz erra profundo y ronca, su voz llamo tanto mi atención que me gire para verlo.

Era realmente alto y de facciones muy definidas, ¿Cómo pase aquel rostro por alto?