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En un rinconcito perdido de este planeta, en un pueblo donde parece que el tiempo decide ir más lento que un caracol, está Valeria. La chavala con espíritu libre y un corazón más limpio que las sábanas recién lavadas. Su día a día consiste en las movidas normales de la vida sencilla que comparte con su familia. Pero, ojo, porque sus sueños van mucho más allá de los confines de ese lugar tranquilo. Ella está en plan sueña despierta con una vida llena de emociones y experiencias que, hasta ahora, solo ha leído en libros.
Un buen día, el destino decide tirarle un hueso a Valeria. Resulta que se corre el chisme de que un empresario tocho llamado Adrián tiene en mente visitar el pueblo. Y claro, Adrián, con pinta de galán y la billetera bien forrada, anda en busca de esa autenticidad que solo los pueblos pequeños saben dar.
Mientras tanto, Valeria está en sus quehaceres diarios cuando le llega el runrún de que Adrián viene de visita. Intrigada y con curiosidad a tope, se planta en el centro del pueblo a ver qué onda. Y ahí está ella, Valeria, cuando se topa con los ojos de Adrián. Un encuentro que, sin querer queriendo, iba a cambiar el rumbo de sus vidas.
Adrián, que está acostumbrado a un mundo lleno de lujo y etiquetas, se queda flipando con la sencillez y la buena onda de Valeria. Sus charlas son como música celestial para sus oídos, y las risas compartidas crean una conexión que ni ellos mismos se esperaban. A pesar de que vienen de mundos opuestos, entre ellos salta una chispa que es imposible de explicar.
Los días pasan y Adrián, dándose cuenta de que hay algo especial entre él y Valeria, decide quedarse más tiempo en el pueblo. Se ven más seguido, exploran juntos los rincones secretos del lugar, y comparten risas y confidencias bajo la luz de la luna. La química entre Valeria y Adrián es como un jardín en plena primavera, todo florece.
Valeria, a pesar de no venir de cuna rica, desprende una luz que envuelve a Adrián. Y él no puede evitar sentirse atraído no solo por su belleza exterior, sino por la pureza que lleva en el corazón.
En medio de estos momentos mágicos, Valeria empieza a ver un futuro que supera cualquier sueño que haya tenido. Pero, claro, en la oscuridad de esta felicidad naciente se asoma una sombra que amenaza con fastidiar este romance. Una sombra llamada Vanessa, la gemela malvada de Valeria, que desde las sombras observa con envidia la felicidad de su hermana.
Así que, en este rincón del mundo donde los destinos se cruzan, empieza la historia de Valeria y Adrián. Un cuento de amor que va a romper las barreras que les pone la vida y que va a enfrentarse a las movidas y mentiras que quieren echar sombra sobre su felicidad incipiente.
(Continuará...)
