Esposo en venta

Capítulo 7: La Pedida de Adrián

Capítulo 7: La Pedida de Adrián

En el jardín de la mansión, ya casi oscuro, Valeria paseaba entre las flores. Aunque la oscuridad reinaba, las flores seguían soltando un olor agradable. Cada pétalo parecía representar la fragilidad de su situación, pero también la esperanza de algo nuevo.

Mientras tanto, Adrián estaba en la sala, sumergido en un mar de pensamientos. Las palabras de Valeria le daban vueltas en la cabeza, creando un desmadre emocional. La batalla interna entre el amor que sentía y la traición vivida estaba a todo lo que daba.

Decidido a aclarar sus ideas, Adrián fue a buscar a Valeria. "Necesitamos hablar", soltó con toda la seriedad del mundo.

Valeria asintió y lo siguió hasta la sala. Se acomodaron en un rincón con la luz tenue de las lámparas. La tensión flotaba mientras esperaban a ver quién rompía el silencio.

Adrián, mirando fijamente a Valeria, soltó sus pensamientos con una honestidad brutal. "Valeria, estoy tratando de entender. La confianza se esfumó, y no sé si puedo recuperarla".

Valeria, sintiendo el peso de sus palabras, intentaba mantener la calma. "Adrián, entiendo que te haya afectado. Pero te prometo que voy a hacer lo que sea para arreglar las cosas y reconstruir lo que teníamos".

Adrián, sumergido en sus pensamientos, se levantó y se acercó a la ventana. Observaba el paisaje nocturno como si las estrellas fueran a darle respuestas a sus dudas. "Valeria, no puedo negar lo que siento por ti. Pero la duda está como una sombra entre nosotros".

Valeria, luchando contra las lágrimas, se acercó a Adrián. "Si decides que ya no hay espacio para mí en tu corazón, lo entenderé. Pero permíteme mostrarte, día a día, que puedo ser merecedora de tu confianza".

El silencio fue rey por un rato antes de que Adrián, con una expresión indecisa, asintiera. "Necesito tiempo, Valeria. Tiempo para procesar todo esto y decidir qué camino tomar".

Aunque la respuesta de Adrián no era un no definitivo, Valeria sintió el peso de la incertidumbre. La noche avanzó, dejando un manto de dudas sobre el futuro de su relación.

Mientras tanto, Vanessa seguía con su juego oscuro. Observaba desde las sombras, disfrutando del desmadre que causaba en la vida de su hermana. Planeaba nuevos actos maquiavélicos, sabiendo que la vulnerabilidad de Valeria podía ser su mayor arma.

Días después, Adrián, con la cabeza llena de pensamientos, decidió jugársela. Quería demostrarle a Valeria que, a pesar de las dudas, el amor aún tenía un lugar en su corazón. Planeó una cena romántica en la mansión, iluminando cada rincón con velas titilantes.

Valeria, sorprendida por el gesto, se unió a él en la cena. Aunque la tensión estaba a tope, el esfuerzo de Adrián no pasó desapercibido. La atmósfera se llenó de la magia que compartían, recordándoles que el amor, aunque herido, aún podía florecer.

Al final de la cena, Adrián, con una caja en las manos, se arrodilló frente a Valeria. "A pesar de todo, Valeria, mi amor por ti no ha desaparecido. ¿Quieres casarte conmigo?"

Valeria, con lágrimas en los ojos, asintió. La joya del compromiso brillaba en la caja, simbolizando la esperanza de un nuevo comienzo. Aunque las sombras del pasado seguían ahí, la chispa del amor entre Valeria y Adrián resistía, desafiando las adversidades que se interponían en su camino.

En el próximo capítulo, Valeria y Adrián se lanzarán a la difícil tarea de reconstruir su relación, enfrentándose a nuevos retos mientras intentan dejar atrás las sombras del pasado. Esto está más picante que una salsa de chiles.