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Asistente de doble turno II

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Blurb

La traición es un plato amargo y asqueroso, quién lo ha probado puede darlo por asegurado. Queda un mal sabor la boca que dura mucho tiempo en disiparse por completo.

Después de que Elliot Smith haya sido traicionado por la mujer que tanto amaba quedó adolorido y roto, sin embargo, cuando pone sus ojos en otra persona, es entonces que de pronto comienza a cuestionarse muchas cosas sobre si mismo; sobre el deseo, el querer, y de pronto nota que el mal sabor que le dejó una traición ya no está.

¿Todo gracias a quien?

Gracias a su asistente Jefferson Santorska .

Y lo que no sabe es que Jefferson tiene un enamoramiento muy fuerte con él.

¿Podría ser ese enamoramiento recíproco?

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¿Qué es correcto?
¿Qué es correcto? Oh vaya, una gran pregunta para un hombre que ha estado por el mejor carril de la rectitud toda su vida, y no precisamente por presión familiar o social, si no porque así lo ha querido y no se queja en lo absoluto. Siempre estuvo pendiente de los estudios, entregar sus tareas, sacar buenas calificaciones y eso siguió hasta cuándo estuvo en la universidad, pues no tuvo una juventud tan ajetreada pero no se quejaba ni un poco de ella. Gozó lo suficiente de aquellos años tan prematuros e inolvidables con mucha locura y responsabilidad a la vez. Por supuesto que entraba completamente en el estándar de ciudadano, hijo y hombre perfecto sin esfuerzo; era bastante fanático del sexo opuesto y respetaba las decisiones de cada individuo. Solo que ahora se anda desviando un poco de aquel estándar. ¿Desde cuándo había decidido asechar a su empleado? No lo sabe porque ahora que su atención no está enfocada en su ex prometida puede ver todo con más claridad. Y la verdad era que asechó a Jefferson Santorska desde el primer momento en que lo vio. Si bien nunca fue su intención perseguirlo, iba con sus amigos a aquel club y bebían, se relaja pero no podía despegar su mirada de aquella tarima donde un muchacho con cabello precioso se llevaba su atención ¿Puede ahora saber la razón para tanto interés? Pues no del todo, si bien lo primero que lo atrajo fue que entre todos los bailarines del club este hombre tenía una forma de bailar muy diferente. Era elegante, estiraba sus piernas y brazos casi con totalidad y movía sus caderas casi sin ganas, o tal vez parecía un movimiento pobre cuando los demás lo hacían hasta el punto de que alguien los llamaría exagerados. A Elliot Smith le había gustado mucho esa peculiaridad y le sorprendía como el hombre no estaba siendo inundado de billetes, el muchacho ni debería estar bailando en un club nocturno. Y durante todo el tiempo que lo observó no se aburrió en lo absoluto y ni lo consideraba incorrecto porque era fanático de lo diferente y ese chico sin duda lo era, no tuvo malos pensamientos (morbosos) hacia el hombre. Por supuesto que esto cambio gracias a una caída tonta en su oficina, dónde quedaron en un posición bastante comprometedora a los ojos de cualquiera. Desde ese momento su cabeza empezó a crear escenarios que si eran incorrectos, pues para ese tiempo seguía comprometido con Olivia Styles. El viaje a Estados Unidos le dio a entender que le gustaba a su bailarín favorito y asistente. No le dio vueltas al asunto, le pareció divertido en su momento debido al estado de embriagues del menor y en como se durmió luego de no haber bebido tanto. Le causó ternura. ¿Un hombre podría causar ese tipo de ternuras a tanta edad? Elliot sentía ternura ante los niños pero de un hombre de veintitrés años no. Pero entonces esa noche sintió ternura de un hombre con esa misma edad en una habitación de hotel en Texas Elliot no supo que sentir cuando a la mañana siguiente su asistente pareció bastante tranquilo y relajado, pues era obvio que no se acordaba que en la noche anterior le dijo que le parecía guapo pero de nuevo Elliot lo dejó pasar porque no tenía caso hablar sobre ello *¿Entonces te parezco guapo, Jefferson?* joder vaya tontería. Al volver de Estados Unidos no pensó nada de lo que pasó ¿Cómo podría permitírselo cuando encontró a la mujer que ama teniendo sexo con otro? Pero cuando el dolor disminuyó hasta ser tolerable pudo volver a recordar y esos sucesos se hicieron prioridad en su cabeza. Fue entonces que decidió dar un paso adelante con ello ¿A quien tendría que darle explicaciones? A nadie y su compromiso terminó, ¿Había algo incorrecto? Por supuesto que no, aún si su lado razonable le decía que estaba metiendo la pata hasta el fondo metiéndose con un hombre. Podrían decirle que ahora que le rompieron el corazón se fue detrás de los hombres. O que cambió a Olivia por un hombre. No le importaba. No le importaba en lo absoluto y no tendría dolor de cabeza, no enloquecería internamente por meterse con alguien de su mismo sexo, no más Olivia. No es tonto y sabe que le gusta a su asistente. Y su asistente le parece bastante lindo, nunca pensó sentir una atracción así con un tipo pero lo hace y no se sentía tan malo (de no ser por la nueva experiencia) como debería. Y ya lo había decidido; es su vida y nadie tendría que decirle que hacer, lo que es correcto y lo que no, lo que debería hacer y lo que no hacer. Olivia fue su estándar perfecto tanto como para si mismo, la sociedad y su familia pero eso ya pasó y su empleado tendría que ser lo contrario ¿No sería? Pues tiene que averiguarlo. . . . --¡Despierta, despierta! ¡JEFF!--…--Su cama se movía de manera brusca. Lo que sea que estaba azotando su cama con tanta brusquedad lo hacía con bastante ganas ¿Un temblor? La idea hizo que abriera los ojos de un solo movimiento.--…--¡Hasta que por fin!— --Pensábamos que dormirías todo el día.— --¿Jay? ¿Jake? ¿Qué hacen despiertos tan temprano?--…--Se frota los ojos. No era un temblor, eran sus hermanos saltando en su cama.— --No es temprano, Jeff.--…--Jay hace un puchero dejando de moverse.— --Son más de las ocho.— --¡¿Qué?!— Se pone erguido rápidamente. De pronto el sueño se le fue por el caño. --Si, si.--…--Agarra el pequeño reloj del despertador de Jeff y se lo muestra.--…--Aquí lo marca.— --Joder, chicos su escuela cerró hace rato.--…--Iban a ser las nueve, el reloj marcaba ocho con cincuenta y tres minutos.--…--Hoy ya no pueden ir.--…--Los niños sonrieron amplio, Jay grito con ganas mientras que Jake solo lo seguía con cuidado y menos escandaloso pero Jeff está seguro que los dos estaban igual de emocionados por no ir a la escuela.--…--¡Hey! No griten por favor, cálmense. Ya hasta yo voy tarde a mi trabajo chicos.— Mira el aparato que se supone, debería despertarlo, pero hoy no sonó a la hora. --¡Hoy hemos triunfado!--…--Jay alza los puños con total victoria.— --Día de descanso para nosotros.— --¡Y sin ser fin de semana!— Los niños van hacia el living dejando a su pobre hermano mayor aún sentado en la cama sin poder creer que aquel aparato del demonio no haya sonado ¿Acaso no puso la alarma? ¿O la puso en la hora incorrecta? De aquí a lo que recuerda si la puso, pero se lo cuestionaba ya que la noche anterior estuvo tan agotadora que llegó a casa muy cansado y todo lo que quería hacer era dormir hasta morir. Su cansancio pudo haberle jugado una mala pasada. --No Jeff, aparte de pobre te das el lujo de llegar tarde a tu mejor trabajo.--…--Echa las frazadas lejos y va corriendo al baño.--…--Y por si no fuera poco tuviste la noche más extraña de tu vida el sábado, con tu jefe que te da una súper paga, está como le da la gana y le gusta que llegues temprano al trabajo.--…--Saca su ropa y entra a la ducha sin importar que el agua esté bastante fría.--…--Joder, hasta te dio dinero y se acercó a ti por primera vez en el club. Estoy seguro de que estaba borracho.--…--Luego de que su jefe se fuera aquella noche y se haya dado cuenta de que no fue un sueño una vez que tuvo los billetes en sus manos llegó a la conclusión de que su jefe estaba borracho, no había otra explicación.— Se duchó rápidamente y a ese mismo ritmo se vistió. --Chicos, se quedarán con la señora Rosa hasta medio día.--…--Los niños estaban a punto de quejarse pero Jeff se adelantó.--…--Y no quiero quejas.--…--Se hizo su coleta como pudo pero dos mechones de cabello quedaron sueltas ya que se peinó sin verse al espejo.--…--Vamos.— Llevó a los niños con la vecina que con mucho cariño los recibió. Sus hermanos son unos mal agradecidos pero son niños a final de cuentas. --La niñera llegará más tarde.— --No te preocupes chico yo los cuidaré bien. Sabes que conmigo están bien.— --Lo sé. Muchas gracias por cuidarlos.— Agarró su pequeño bolsito y salió disparado de aquel edificio con una rapidez digna de un atleta, solo que Jeff no es ningún atleta, solo es un hermano mayor en buscar de ganar dinero y que no quiere hacer molestar a su guapo jefe por su tardanza. Caray, de seguro el señor Elliot debe estar súper molesto porque no tiene su horario del día (Lo cual le corresponde a Jeff decirle) y en el limbo ya que es bien conocida la mala memoria de su jefe. Cuando bajó del autobús no bajó la velocidad, agarró el ascensor y maldijo en silencio que no fuera más rápido y que su jefe ocupará uno de los últimos pisos de la empresa ¿Qué me costaba tener la oficina en los primeros pisos? Las puertas del ascensor se abrieron. --¡Jefferson! Caray hoy si que se te pegaron las sábanas chico. El jefe ha preguntado por ti toda la mañana.— --Aun es de mañana.--…--Cogió aire en sus pulmones.— --Bueno desde que llegó no deja de preguntar por ti, apresúrate a darle la cara.— --Si, si ya voy.— Ni fue a dejar sus cosas, solo se fue directamente a la oficina de su jefe y tocó con cuidado la puerta de madera. --Adelante.— Elliot alzó su cabeza y vio a su asistente entrar. Estaba jadeando. --Buenos días, señor Elliot. Lamento llegar tarde pero tuve un inconveniente.— --¿Un inconveniente con Morfeo?--…--Pregunta con diversión pero la paranoia de Jeff le hizo creer que lo decía con molestia.— --Eh pues… algo así.--…--Está que muere de la vergüenza.--…--¿Quiere que le diga lo que hay para hoy?— --Por favor.— Elliot miró con atención todos los movimientos de su asistente mientras abría su bolso y sacaba la agenda para mover sus dedos por las hojas buscando los apuntes del día de hoy. --Espera una video conferencia con Lim Jihyung a las dos de la tarde y tiene que ir a recoger el nuevo modelo para la colección de diciembre.--…--Elliot colocó sus codos encima del escritorio y jugó con sus dedos mientras miraba a su asistente bastante dedicado en decirle las tareas de hoy.— --¿Algo más?— --No señor, nada más por hoy.--…--Cierra la agenda.— --Mmm bien.— Se pone de pie caminando con cuidado hacia su asistente. --¿Desea algo, señor?— Era extraña la cercanía de su jefe pero no puede mal interpretarla. --¿Hoy William te ha mandado algo?— El ceño de Jeff se frunció. --No lo sé, vine directo acá apenas llegué.— --Mmm ¿Puedo preguntarte algo?--…--Mete sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.— --Si, claro.— --La verdad es que hay algo que me inquieta desde hace tiempo, meses a decir verdad y es que cuando William fue al club te ofreció dinero ¿Por qué no lo aceptaste?— Bien, la pregunta lo dejó fuera de base porque de todas las cosas que creía que podría preguntarle nunca se imagino que seria algo así. --No me sentí cómodo ¿A qué viene esa pregunta, señor?— --Mmm por nada en especial solo que quería matar la curiosidad. Solo que ahora tengo una inquietud.--…--Se puso frente al asistente, solo podía ver su rostro desde la altura ya que Jefferson no lo miraba a la cara.--…--¿Por qué no aceptaste su dinero y el mío si?— Los ojos de Jeff se movieron de un lado a otro dejando en claro la sorpresa que le produjo esa pregunta. El señor Elliot no estaba preguntando eso enserio ¿Verdad? Joder no puede responderle con sinceridad. --No lo acepté, usted lo puso en mi bóxer.--…--Cosas que no es mentira. Apenas Jeff pudo reaccionar ante lo que estaba pasando.— --Pudiste negarte a tomarlo ¿O es que no te sientes incómodo conmigo, eh?--…--Dio un paso hacia adelante cortando la distancia . Jeff pudo ver de cerca el traje ajeno y hasta sus fosas nasales llegó el olor de su perfume tan delicioso y característico.— --Mi jefe en el club me prohibió rechazar el dinero de los clientes. No podía negarme de nuevo.--…--Y Cuando le dio el dinero a Marcel la noche del sábado éste no podía ocultar la felicidad. Obtuvo más paga con Jeff que con sus demás bailarines.— --Mmm entiendo, entiendo.--…--Dio dos pasos a la derecha y fue entonces que Jeff soltó su respiración pesada y nerviosa sabiendo que su jefe no lo miraba al rostro.--…--Volveré a ir seguido al club pero en lugar de ser los viernes iré los sábados. Con esto de que he vuelto a la soltería no le veo problema en salir cuántas veces me apetezca.— > Piensa Jeff. --Eso es bueno, salir todo lo que quiera.— ---Lo es ¿Y quieres saber que es aún mejor? Que puedo involucrarme con quién quiera.--…--Obviamente Elliot decía esas palabras que eran el anzuelo perfecto para despertar que gusto escondido que Jeff guarda, solo que Jeff tuvo una percepción diferente de aquellas palabras y solo pudo imaginar a su jefe tirándole dinero a sus compañeras, sonriéndoles con ganas y buscando de entretenerse con alguna fuera del club. Se le revolvió el estómago ante la idea.— --Es libre de hacerlo, señor. Aún es joven y puede conocer a muchas personas.— --¿Tu crees?— --Por supuesto.— Elliot baja su cabeza un poco y su nariz roza la oreja ajena. Jeff abrió los ojos lo más que pudo y sus manos empezaron a sudar frío ¿Qué se supone que le ocurre a su heterosexual jefe? Esto no lo haría un hombre heterosexual y que acaba de romper un compromiso matrimonial con una mujer de revista. --Pero yo no quiero conocer a más gente, he perdido el interés en gente nueva. Si de los que están cerca no puedo confiarme ¿Qué puedo esperar de los nuevos? -- La respiración caliente del jefe le provocaban escalofríos al más bajo. --S-señor… --Sé que te gusto, Jefferson.— Por un momento el menor sintió como su corazón se detenía ante esas palabras.— --¿Q-quién le ha dicho ese disparate?— ---Nadie. Yo lo veo en tus ojos cada vez que me miras, puedo sentir como rechazas las atenciones de otros menos la mía, no creo que lo hagas solo por querer un aumento.--…--Rozo sus labios en aquella oreja sensible, Jeff cerró los ojos por la descarga de adrenalina que estaba teniendo en la oficina de su jefe y a su merced.--…--No hace falta expresar deseo con tus ojos para conseguir un aumento.— Jeff tenía su labio inferior rojo de tanto morderlo para que no se escapara ningún sonido vergonzoso. Lo peor de todo es que esos sonidos vergonzosos estaban atascados en su garganta luchando por salir, las caricias de los labios ajenos en su oreja no ayudaban a mantener silencio y para terminar de empeorar todo… podía sentir como su entrepierna empezaba a tener presión debido a una indeseada erección. --Esta…. E-esta equivocado.— --Si lo estuviera no estarías tan quieto justo ahora y te hubieras alejado pero no lo haces.--…--Jeff sintió la mano de su jefe agarrarlo desde la nuca con cuidado, solo un apretón demasiado gentil.--…--Porque quieres que siga dejándote al descubierto, te gusta seguir aquí mientras no sabes lo que haré luego. Porque tu mente se niega pero tu cuerpo no le hace caso.— Esto no debería estar pasando ¿Cómo es que terminamos en ésta situación tan extraña? La mayor preocupación de Jefferson el día de hoy fue el despertarse tarde y ser la causa de la molestia de su jefe . Lo peor de todo es que lo que decía su jefe ahora es totalmente cierto; no quiere irse, desea éste toque que no pensó sentir nunca y aún si se niega una y otra vez, todas las ganas que se han acumulado desde que le vio por primera vez le jugaban en contra dejándolo inmóvil. --Solo sé que no me hará daño.--…--Porque confía en este hombre guapo y caballeroso.— Elliot no puede evitar reír. Lo dijo en un tono de total admiración y es ahora mismo que vuelve a sentir ternura por el menor ¿Enserio tenía veintitrés? A veces Elliot no lo podía creer. --Es cierto. No te haría daño, no me gusta lastimar a nadie.— --Lo he notado.--…--Sonríe ladino y eso logra que se relaje un poco, sin embargo la presencia de su jefe a sus espaldas le causa nervios.--…--Señor, entenderé que quiera olvidar lo de ahora y no tengo problema en ello. Yo también lo olvidaré.— --¿Por qué querría hacerlo?— --Porque de seguro está confundido. No lo veo coqueteándome en lo absoluto, soy su empleado, soy un hombre y tengo entendido que le encantan las mujeres.--…--Dice sin detenerse en ningún momento.— --Jefferson gírate por favor.--…--El menor coge aire en sus pulmones de nuevo y obedece.--…--Mírame a los ojos.--…--Con un esfuerzo sobre humano el menor sube la mirada y conecta sus ojos con los contrarios.--…--Puedo coquetear con quién quiera.— --Pero puede estar confundido y… --No lo estoy. Es algo que he estado pensando desde hace mucho y la verdad es que no me aterra para nada involucrarme con un hombre. No lo veo antinatural por si es lo que me tratas de decir.— --Pero… --¿Pero qué?— --Puede coquetear con otra persona, otro tipo y no conmigo. ¿Qué le hace pensar que yo soy gay?— Elliot estuvo a punto de reírse descaradamente en su cara pero se contuvo. --Intuición tal vez.--…--Ahora le quitaría un poco de merito a William.— --La intuición no es verdadera.— --¿Si te besara ahora me alejarías? Asumiré que mi asistente es un hombre demasiado heterosexual y que el jefe de empresas Smith es el gay aquí.— --Señor… Elliot iba a decir algo más pero su teléfono en el escritorio sonó. --Es su secretaria. Conteste.— Elliot no dijo nada ay fue a contestar la llamada. --¿Qué ocurre?— --Jefe su hermano está aquí. Dice que no vino a verlo a usted si no que a su asistente pero como Jefferson está con usted debí avisarle.— --Dile que espere un momento. Hazlo pasar cuando te avise.— --Está bien.— Cuelga la llamada y va hacia su asistente quien sigue en blanco. --Me importa una mierda si de pronto has decidido ser heterosexual, no me importa verme como el mayor gay entre los gays. Solo diré que me agrada la idea de que puedo gustarte, me agrada tanto que quisiera darte un jodido beso pero ahora no será porque tengo un hermano bastante gay esperando afuera, está buscándote y es más que obvio que le gustas. Si aceptas lo que sea que él te proponga asumiré que solo es una alucinación mía y no te gusto, pero si lo rechazas entonces yo tendré la razón.— Se alejó para llamar a su secretaria y darle pase a William mientras que Jeff seguía inundado de las más grandes emociones, su corazón latiendo a mil y su cara toda roja por todo lo que dijo su guapo jefe. ¿Esto era un sueño? No, ahora no puede confundir nada porque … todo es real, está pasando de verdad. ¡¿POR QUÉ?!

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