Capítulo 7||

1209 Words
Aron List Escucharla decir todo aquello no me importó en lo más mínimo, pues era todo un demonio y lo sabía, es más no me quejaba de ello, aprendí a vivir sin sentimientos, sin emociones y sin amor, nada de lo que podía decir o hacer una persona me afectaba. Si los comentarios de mi madre me valen una mierda ¿Por qué ha de  importarme lo qué diga otro? —Lo sé. —Respondo con solo dos palabras a todo lo que había dicho, dándole toda la razón, pues después de todo la tenía, pero lo que realmente no quería era ampliar esta conversación, que iba rumbo a desatar sentimientos que en mí no existían. —¿Lo sabes? —Grita aún así, esta vez me quedo callado y solo observo su rostro y cada movimiento o palabra que suelta. —Entonces, ¿Por qué demonios eres así? ¿Por qué eres un maldito sin corazón? ¿¡Por qué!? —Esta gritando como una loca histérica nuevamente. Joderr, a este paso me será imposible follármela, mierda... —Solo cállate de una puta vez. —Grito exasperado ya cansado de la situación, Aron List nunca ruega y mucho menos por algo que le sobra. —Te llevaré a tu casa. —Termino de decir resignado poniendo mis manos sobre sus caderas para volver a ponerla sobre el asiento del copiloto. —No, no quiero ir a mi casa. —Suelta con su voz sonando más aguda de lo normal. —Quiero volver a la fiesta. —Demanda. —No seas estúpida. Ya estas bastante borracha, solo puedes conseguir que esos cabrones estén acosándote allí.—Digo de lo más normal, no me molesta que quiera volver a la fiesta, pero debo admitir que por ahora no quiero que ningún hijo de puta ponga sus manos sobre ella. —Ese no es tu problema, quiero ir a esa fiesta y punto. —Empieza con los berrinches y si hay algo que no soporto, son los jodidos berrinches. —No volverás. He dicho que no, te llevaré a tu casa o a la mía. Decide. —Demando queriendo dar por terminado el tema. —Esta bien, iré a tu casa. —Responde con un suspiro. —¿Qué? —Inquiero casi atragantándome con mi propia saliva, al parecer estoy más ebrio de lo que pienso, tanto así que empiezo a imaginar cosas. —Dije que iré contigo. —Demonios. Sí he escuchado bien. ¿Acaso dijo qué quiere qué la folle? Si, eso creo. ¿Eso crees? Estoy seguro de que eso fue lo que dijo. Ags, ya cállate debo manejar esto con cuidado. —Entonces iremos a mi casa. —Accedo luego de unos pocos segundos, para seguido escuchar su risa o más bien carcajada ¿Qué diablos? ahora si que se esta volviendo loca. —¿En serio crees que iré a tu casa?—Consigue decir aún en medio de risas. —Borracha o loca, eso fuera lo último que hiciera. —No le veo la mínima gracia a esto.—Digo mirándola bastante encabronado por su broma de muy mal gusto. —Te llevaré a tu casa entonces. —Te he dicho que quiero volver a la fiesta. —Replica. Ags esto ya me estaba cansando. —Y yo he dicho que te llevaré a tu casa y esa es mi última palabra así que cierra ya la puta boca. —Espeto y así lo hace, guarda silencio obedeciendo a mis palabras lo cual me agrada, pues me gusta tener siempre el control de todo. Empiezo a manejar rumbo al edificio donde vive, recuerdo perfectamente su dirección pues es algo lo cual me es útil memorizar, llegamos luego de aproximadamente 20 minutos. Volteo mi rostro para informarle que ya hemos llegado pero esta se encuentra profundamente dormida con su cabeza apoyada en la ventana, pienso seriamente en despertarla pero en seguida descarto dicho idea, no quiero que empiece con sus berrinches y quejas estúpidas, así que lo mejor será llevarla hasta su habitación. La cuelgo sobre mis hombros para luego empezar a caminar hacía el portón donde en este se encuentra sentado un señor de aproximadamente unos 40 años, quien parece ser el portero del edificio o no lo se. —Disculpe, ¿Sabe en qué número esta la habitación de esta chica? —Pregunto esperando una respuesta inmediata del señor. —¿Qué le sucedió a la joven Emma?, ¿Esta enferma? ¿Se desmayó? —Pregunta el muy hijo de puta con notable preocupación en su rostro... ¿Qué rayos le importa a él? No era su padre ¿o sí? —No, solo esta algo ebria, soy un amigo de la universidad y como buen amigo, me ofrecí a traerla. —Digo haciendo uso de la poca paciencia que tengo, tratando de sonar convincente ante el señor para que me diga de una puta buena vez por toda lo que necesito. —Oh, entiendo. Es la habitación 128 esta en la segunda planta.—Puntualiza en seguida. Solo espero que el ascensor funcione aquí. —Ok. —Digo para seguido empezar a caminar en busca del ascensor, el cual encuentro a penas pongo un pie adentro, subo al ascensor y marco la segunda planta para en cuestión de segundos llegar. Tomo de una pequeña bolsa que trae Emma las llaves del lugar, abro tratando de usar solo una mano para luego entrar y llevar a Emma directo a su habitación, la acuesto sobre su cama, quito sus zapatos y la arropo un poco con su sabana, hace algo de frío y podría resfiarse, aunque no me importa en lo absoluto si se enferma o no, me debe una y luego me lo pagará. Mi móvil empieza a sonar o más bien a vibrar, siempre lo traigo en vibrador odio totalmente que este sonando todo el puto día con las llamadas de mi madre o con las del hijo de puta de mi padre. Saco el teléfono de mi bolsillo cayendo en cuenta de que se trata de Megan. Megan. Me había olvidado completamente de ella, debe estar bastante cabreada pero al igual que todo me vale madre, descuelgo la llamada esperando las preguntas y reclamos de su parte. —¿Dónde demonios estás? ¡Te he estado esperando una perra hora! —Grita furiosa, lo cual me toma por sorpresa, pues no se de donde diablos le han salido los cojones para hacerlo. —¡Que no se te ocurra volver a gritarme Megan! No tientes a tu puta suerte. —Hablo medio encabronado por sus gritos. —Lo siento bebé....lo siento, solo quiero saber donde estas, te he estado esperando un montón. —Esta vez su voz suena mucho más calmada. —¿Desde cuándo tienes qué saber dónde estoy? ¿Ah? —Pregunto irritado, pero no recibo respuesta de su parte solo escucho su respiración, así que vuelvo a hablar —Estaré allá en 20 minutos. —Le informo. —Esta bien bebé. —Contesta y en seguida cuelgo, dando por finalizada tanto la llamada como la conversación. Salgo del edificio, entro a mi auto y manejo con dirección a la fiesta otra vez.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD