Villano

Capítulo 6||

Aron List

Los tragos empiezan a jugar con mi mente, hasta el punto de hacerme divagar, Megan no para de hablar y a este paso lo único que veo son sus labios moviéndose. Labios los cuales beso sin control alguno, soy consciente de que nos encontramos en el medio de la multitud de personas borrachas, apestosas y hasta drogadas, pero, me vale madres, ahora en lo único que pienso es en las formas que me quiero follar a Megan.

—Vamos arriba amor... —Propone ella en un susurro. Nadie absolutamente nadie me da órdenes, pero por hoy accedo a seguirla sin quejas, ya que tengo unas ganas enormes de follarla.

Caminamos entre todas las personas que se encuentran en el medio de la sala para ir directo a una de las habitaciones de la casa de Lucas, no es la primera vez que venimos, por lo cual no es un problema, empujar y quitar las personas de mi camino para llegar allí, algunos están bailando como cerdos y otros beben como locos. A lo lejos puedo visualizar a Lucas con una chica de seguro tratando de ligar, cosa que me importa un rábano hasta que puedo divisar de quien se trata, Emma Jackson, la chica la cual me acosaba y me cogí en el baño, si estuviera completamente sobrio estoy seguro de que me valdría una puta mierda, pero ahora estoy algo fuera de mí, gracias a los fuertes tragos que me he tomado.

—Espérame arriba Megan, ahora te alcanzo. —Le digo con mi vista aún fija en ambos, quienes parecen entenderse muy bien.

—No quiero... ¿A dónde vas? Iré contigo. —Contesta ella, haciendo estúpidos pucheros los cuales no funcionan en lo absoluto conmigo.

—Te dije que me esperes arriba j***r, no empieces con tus berrinches y haz lo que te digo. —Demando molesto con mi voz sonando tan fría como siempre.

—Esta bien, pero no tardes ¿sí? —Otra vez ese estúpido puchero, odiaba totalmente las personas manipuladoras y que Megan lo quisiera hacer conmigo, era una total pérdida de tiempo.

—Vete ya. —Espeto para luego encaminarme hacia mis objetivos.

Camino a un paso muy poco prudente empujando a todo a aquel que se interpone en mi camino, hasta que llego hacia donde ellos, Emma esta diciendo algo lo cual no me importa, lo cual interrumpo de inmediato.

—Ni lo pienses Lucas, aléjate de ella. Es de mi propiedad. —Suelto aquello sin pensarlo sorprendiéndome a mi mismo. Aunque si lo era, la hice mujer, bueno sin su consentimiento pero aún así eso la hace mía.

Lucas me mira confundido mientras que Emma trae su ceño fruncido, el desagrado no tarda en adueñarse de su rostro, ambos me miran como si estuviera loco y no los juzgo, estoy actuando como uno.

—¿Disculpa? No soy de tu mendiga propiedad imbécil ¿Quién demonios te crees? —Espeta ella, sonando algo encabronada por mis palabras y a mi me vale v***a que lo este.

—Soy el que te folló y quitó tu virginidad en el baño, ¿Recuerdas? —Pregunto mirándola fijamente, desafiándola con la mirada con la clara intención de molestarla, Lucas parece estar totalmente sorprendido por mis palabras, es obvio que no se esperaba aquello, ya que sabe que no tengo interés alguno por Emma, casi todos en el grupo saben del acoso de Emma hacía mí y Lucas no era la excepción.

—Woow wow espera ¿¡Qué!?—Exclama él sin salir de el asombro, por lo que acabo de soltar.

—Eres un maldito hijo de perra.—Gruñe ella, para seguido abalanzarse hacía mí con la intención de golpearme, lo cual no le permito sosteniéndole ambas manos.

—Hey, tranquila fiera. No es como si estuviera diciendo algo que no fuera cierto. —Escupo con diversión ante su reacción y estado, al parecer no esta en sus cinco sentidos, esta igual o peor que yo.

—Pensé que no te interesaba. —Vuelve a decir Lucas, fijando su vista en ambos, mientras que Emma aún trata de pegarme.

—Y piensas bien, no me interesa. Pero por ahora seré el único que la folle. —Le digo con una sonrisa bastante irónica, observando ahora a una más irritada Emma.

—¡Te equivocas maldito infeliz, soy yo quien decido quien me folla y quien no! —Grita totalmente furiosa y a mi no deja de divertirme la situación.

—¿Estas segura? —Pregunto sin dejar de reír, Lucas se mantiene en silencio, esta conversación ya no tiene, bueno nunca tuvo nada que ver con él.

—¡Hijo de puta, maldito desgraciado, me las vas a pagar, te aseguro que me la vas a pagar!—Comienza a gritar nuevamente de una manera histérica, llamando la atención de algunos en la fiesta, a pesar de lo alto que se encuentra la música.

La tomo entre mis brazos para luego ponerla sobre mis hombros y empezar a caminar hacía fuera del lugar sin mirar atrás o decirle una palabra más a Lucas.

—Suéltame... ¡SUÉLTAME! Maldita sea. —Los gritos y ahora golpes de Emma no dejan de llegar a mis oídos y hombros.

—Cierra la puta boca y deja de moverte, j***r. —Me estaba encabronando y mi yo furioso era alguien que nadie querría conocer.

Sigo caminando tratando de esquivar o empujar a quien sea que estuviera en medio, hasta por fin lograr llegar a fuera donde también se encontraban unas ocho o diez personas, voy hasta mi auto el cual abro de inmediato, entro a Emma en el asiento de copiloto para en seguida entrar yo, pongo el seguro y fijo mi vista en ella, la observo desde su rostro hasta llegar a sus pies cayendo en cuenta de lo sexy, provocativa y llamativa que se ve.

—¿Qué diablos me ves imbécil? déjame ir, quiero ir a mi casa. Por favor déjame ir.—Suelta al borde de las lágrimas.

Sus ojos y rostro empiezan a tornarse de un tono rojo claro haciéndola ver mucho más hermosa y provocativa ante mis ojos, si era todo un jodido maniático.

—Te dejaré ir, pero no sin antes arrancar ese vestido de tu sexy cuerpo. —Escupo para luego tomarla de su brazo y hacerla sentarse a horcajadas sobre mí.

—No hagas esto por favor, no de nuevo... No quiero.—Sus lágrimas no tardan en llegar, no entiendo cual es el puto problema en que la haga mía una vez más, pues ya no es virgen. ¿¡Por qué cojones reacciona así!?

—Oye tranquila. —Trato de tranquilizarla, hablando de una forma más calmada que no es para nada mi estilo. —Me traes muy caliente ya, además esta vez no te dolerá ¿Ok?

—No se trata de si me duela o no. Solo que... no quiero —Suelta viéndome directamente a los ojos.

—¿Por qué? ¿Qué acaso ya no te gusto?—Pregunto ya cansado por su rechazo, es la segunda vez que se niega hacía mí y ninguna mujer, absolutamente ninguna se negaba ante mí. Baja su rostro sin atreverse a decir nada e evitando lo penetrante que mis ojos la observan. Sonrío sarcástico y vuelvo a hablar. —No me digas, ¿Ahora te gusta el imbécil de Lucas? ¿¡Es eso!? —Pregunto gritándole molesto.

—¡Deja de actuar como un maldito hijo de puta!—Grita con dos pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos, suspira para luego seguir hablando. —Si.... Si me gustas, pero... Pero tienes novia y no soy ninguna cualquiera para permitir que me trates como a una maldita amante. Además eres todo un asco de persona, te atreviste a follarme sin mi consentimiento y eso me hace odiarte también.