PDV Olivia
Después de escapar de los hombres con los cuales me habían dejado mi “esposo” y mi “amiga”, corri sin pensar hacia donde ir.
No tenia un plan hecho por ahora, y no me importaba, lo primero que quería hacer era escapar y solo ir lo mas lejos posible me aseguraría de que no me encontraran.
Los tacones que llevaba puestos no me ayudaron, asi que al final me los termine por quitar y corri descalza, los pies me estaban matando, pero ignore el dolor con tal de poder seguir adelante sin que nada me parara.
No se cuanto tiempo estuve asi, creo que 1 hora o 2, con la cabeza como la tenia, no pude pensar en nada en especifico, para cuando me detuve, llegue al centro de la ciudad y vi que muchas personas me miraban un poco raro, pero nadie se me acercaba.
Tenia la respiración hecha un caos, y cuando me detuve, el cansancio y el dolor de inmediato aparecieron y me pegaron con fuerza al punto de que me tuve que agachar para recuperar el aliento.
Nunca antes había corrido por tanto tiempo, estaba en forma por el ejercicio ocasional que hacia todas las semanas, pero aun asi, lo de hace unos momentos fue demasiado para mi.
A duras penas me levante y fui a sentarme en una silla cercana, los pies me dolían, y me los sobe con mis manos para poder mejorarlos un poco.
Estuve asi un rato hasta que decidí irme, no podía quedarme aquí por siempre, y además, las personas del restaurante donde fui, me miraron feo por quedarme sin ordenar nada.
No tenia nada de dinero, ni mis tarjetas, me lo quitaron todo y asi no iba a poder comprar nada.
Aguante el dolor en mis pies y entonces camine para poder ir a mi casa.
Según la conversación que pude escuchar de parte de esas personas con David, la policía de esta ciudad asi como las de las otras ciudades estaba comprada por ellos, o al menos la mayor parte.
Fue gracias a eso que no tuvieron problemas en intentar eliminarme apenas tuvieran esa oportunidad, incluso si alguien me veía, haría la vista gorda de forma que terminaran el trabajo.
Si pude escuchar bien, lo mas seguro es que toda la policía del estado fue comprada por ellos, planearon todo esto por mucho tiempo y por eso tenían mucha ventaja sobre mi, lo que se me ocurrió fue ir a mi casa para buscar algo de dinero y un teléfono.
Con estas cosas podría escapar de este estado y asi ir a otro donde pudiera estar mas segura, a pie no iba a poder hacer nada y no llegaría lejos.
Cuando tome mi decisión, camine rápido en dirección a mi hogar, en el camino fui pensando como poder lidiar después con mi “esposo”, estábamos legalmente casados y eso iba complicar todo, ya que no podía demostrar que me obligaron a firmar por que no había evidencia.
Después de un tiempo caminando, pude llegar cerca de mi hogar, pero en el camino, pude notar que habían varios autos merodeando las cercanías, mas que todo en las calles, me oculte de forma que no pudieran verme con facilidad, y los observe.
Parecían estar buscando a alguien, tome en cuenta el tiempo que paso y nos seria raro que los hombres a los cuales le ordenaron tirarme al océano, informaran a mi “esposo” y a mi “amiga” que había huido y no pudieron terminar el trabajo.
En estos momentos ambos debieron haber entrado en pánico junto con los demás, y me están buscando, lo mas seguro es que si llego cerca de mi casa, me atrapen apenas ponga un pie cerca del porton… en el peor de los casos puede que me esten esperando adentro…
A fin de cuentas, mi “esposo” vivía conmigo en mi casa hasta el dia de hoy, y tenia las llaves de esta y no tenia problemas en dejar pasar a sus “invitados” al interior.
¿Y ahora que podía hacer?
Me quede oculta mirando en dirección hacia mi casa, tenia ganas de ir, pero sabia que seria estúpido acercarme, no podía ir con la policía, ya que eran unos corruptos, no tenia dinero ni teléfono, y no tenía contactos aquí en la ciudad.
…
Me fui alejando de mi casa para ir pensando en que podía hacer al mismo tiempo que tomaba algo de seguridad, pero no tenia ideas, no quería ir con cualquier persona, ya que el poder y medios que tenia mi “esposo” y mi “amiga” y los demás ejecutivos de mi junta directiva, ocultarme en cualquier lugar no era opción para mi, sin mencionar que iba a poner en peligro a las personas que me acogieran y no quería hacer tal cosa, preferia correr el riesgo yo sola si eso significa que no pondría en peligro a alguien mas.
De la nada se me ocurrió una idea tonta, había una persona en la ciudad que con los medios que tenia a su disposición, podría ponerle a salvo mientras hacía frente a esta situación sin temor a que algo me pasara en el proceso.
La empresa de mi familia, en los años recientes, había obtenido un nuevo rival el cual le disputaba los negocios en varios sectores y que también tenia su sede aquí en la ciudad, y su jefe también estaba residenciado en las cercanías.
Su nombre era Dante, y solo era unos cuantos años mayor que yo en realidad, hasta ahora apenas y si habíamos hablado entre nosotros, mas que todo, en eventos importantes en los cuales ambos asistíamos debido a los negocios.
Se podía decir que eramos “conocidos” aunque no muy buenos, ya que eramos rivales de negocios a fin de cuentas y eso se profundizo aun mas cuando herede el puesto de CEO de la empresa de mi padre.
Cuando pensé en Dante, no pude evitar recordar su rostro, siempre tenia una mirada indiferente incluso si trataba conmigo, parecía muy confiado y arrogante en todo lo que hacia, aunque tenia motivos para serlo, a fin de cuentas hizo crecer mucho su empresa en muy poco tiempo.
…
Si tuviera opción, no quería ir con él, no quería que me viera en esta situación tan mala, y menos cuando eramos rivales, pero además de él, no pensé en nadie mas que pudiera ponerme a salvo, él era el único con la seguridad y los medios para eso…
Supuse que podría darle algo a cambio… ¿No? De esa forma no estaría en una mala situación a pesar de pedirle su ayuda.
Suspire y al final tome mi decisión con renuencia y empecé a caminar en dirección hacia la mansión de este.
Por suerte, mi padre me hizo aprenderme toda su información, según él, una de las cosas mas importantes siempre era saber todo de tu “enemigo”, y hasta me hizo aprender la dirección de su casa… a saber por que.
Camine rápido y en poco tiempo pude avistar la mansión de Dante, era mas pequeña que la mia, pero aun asi, se veía muy lujosa desde fuera, tenia varios pisos de alturas, todos los cuales eran muy anchos, y hacia que la mansión se viera enorme.
Había un gran porton que separaba el interior de la mansión y su territorio de lo que estaba afuera, habían unos guardias de seguridad patrullando aquí y allá de vez en cuando en el patio.
Lo mas seguro es que no me dejaran pasar, pero rápidamente arme una excusa de forma que no me impidieran el paso.
Llegue hasta el porton, y una vez allí, un guardia noto mi presencia, y entonces fue hacia mi para poder hablar conmigo.
—¿Qué es lo que necesita señorita? —me pregunto.
—Vine a Hablar con Dante, ¿Me deja pasar? —solte.
—¿Y usted es?
—¿Es que no me reconoce? Pídale a su jefe que venga aquí y vea con quien esta hablando —le dije.
El hombre me miro feo unos momentos pero entonces se giro y vio a un hombre no muy lejos de él, este ultimo vio lo que pasaba y se acerco hacia mi, y abrió los ojos de par en par.
—Señorita Olivia, ¿Qué es lo que la trae aquí? —pregunto.
—Vine a hablar con Dante, tengo algunos asuntos que tratar con él, y son importantes, pero su empleado no me deja pasar —solte.
Esperaba que este truco me funcionara.
El hombre alzo una ceja, luego vio al guardia y lo reprendió por no dejarme pasar en el momento, luego se disculpo conmigo y me dejo pasar.
Funciono.
—Lo siento señorita, pero tendrá que quedarse aquí.
—¿Por qué?
—Tenemos que informarle al señor de que esta aquí y ver si la deja pasar, es un procedimiento de rutina, no se ofenda, pero hay que hacerlo por seguridad —me dijo.
…
—Bien, pero que sea rápido —solte.
Después de eso, los 2 guardias tomaron su teléfono y llamaron, me puse un poco nerviosa, no tenia ninguna cita con él, ¿Y si me echaba? Eso iba a echar por el traste todo lo que tenia pensado por los momentos.
El guardia jefe parecio hablar con Dante unos momentos y me acerque para escuchar que decía, pero hablo muy bajo y no pude obtener nada de él exepto unos susurros.
Aprete los puños, él termino de hablar y se giro hacia mi, después me dijo que me había dado permiso para ir con él.
—El señor la esta esperando, pase Olivia, si quiero puedo guiarla hacia el interior —me dijo.
—Okey, perdone por las molestias —le dije a él.
Los 2 juntos luego llegamos a la puerta de la mansión de Dante, en el camino vi muchas cosas, mas que todo quise comprobar la seguridad de este sitio y ver que tan fuerte estaba.
Habían guardias recorriendo el patio por grupos y en distintos modos, y habían pocos sitios que no estuvieran vigilados o al alcance de la vista de ellos, sin mencionar que todo el portón y sus rejas y murallas estaban electrificadas, por lo que seria difícil entrar.
Eso me hizo sentir segura, incluso si quisieran venir a buscarme aquí, no podrían entrar, necesitarían una bazuca o algo para poder penetrar esto por la fuerza.
Eso ya estaba arreglado… ahora el problema seria quedarme aquí.
Despues de llegar a la puerta de la mansión, el guardia se despidió de mi y me dijo que no me moviera de este sitio, ya que el señor pronto iba a atenderme, luego de eso se fue.
Moví las manos un poco con nervios, ¿Qué podía ofrecerle a Dante a cambio de su ayuda? Maldición.
Los nervios me llegaron, pero me forcé a tranquilizarme, unos minutos después, la puerta finalmente se abrió, me enderece y trate de mostrarme lo mas confiada posible, asi seria mas fácil convencerlo, pude ver a Dante apenas este ultimo me abrió la puerta.
Su mirada seguía siendo igual de fría como recordaba y no mostro mucha emoción a pesar de tenerme justo frente a él y mas con la historia que teníamos juntos hasta hace poco.
—¿Qué haces aquí Olivia? ¿Qué Quieres? —eso fue lo primero que salió de sus labios.