Con un poco de pesar la alemana abrió los ojos encontrándose cubierta por varias capaz de sabanas, al dar el primero movimiento intentando moverse se encontró con un intenso dolor en el cuerpo, un dolor sumamente placentero, al recordar lo de la noche anterior sonrió mientras estiraba su cuerpo. La noche anterior había entrado a la habitación con las piernas temblando cubierta solamente por aquella bata para dormir pues sus prendas habían tenido un salvaje destino. Se quitó las sabanas solo para encontrase sus muslos levemente amoratados.
¡Mierda! Tenía una piel sensible y ahora que se daba cuenta había una que otra marca de los dedos de Lucían sobre su piel. Se había sentido tan bien que de tan solo recordarlo se lanzo sobre la cama sonriendo con satisfacción, necesitaba repetirlo cada d
