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1902 Words
17 “Strigoi” Eva gritó con fuerza desde lo más profundo de su garganta al notar como un hombre de cabello oscuro, lacio y largo, piel pálida como la nieve, y ojos enormes y rojos le arrancaba con brutalidad un trozo de carne del cuello de su mejor amiga. La sangre se deslizaba con violencia por sus hombros hasta llegar al inicio de sus pechos. El cuerpo de Nena se sacudió quizás al sentir las dolorosas mordidas del ser inmortal. Sus ojos se cruzaron por un instante, antes de que Kilian atacara con todas sus fuerzas al vampiro. Al enorme hombre solo lograron moverlo un par de pasos, pero, estos fueron más que suficientes para que Eva alcanzara a tirar del cuerpo casi sin vida de su mejor amiga, y así arrastrarlo hasta el porche de su casa. Eva abrió la puerta principal de su hogar, para acto seguido caminar hacia la cocina y buscar un cuchillo con el cual defenderse. Con sus manos temblando, la pelinegra arrancó un trozo del borde de su camiseta para así detener la hemorragia de la herida de Nena. La chica herida mantenía los ojos cerrados, y el color rojo de sus labios ya se había esfumado, tal vez dando a entender que le quedaba poco tiempo de vida. —¡Sebastián! ¡Dios! ¡Sebastián! ¡Necesitamos llevar a Nena al hospital ahora! Orlok quedó delante de ellas en un abrir y cerrar de ojos, tomando las manos de Eva para seguir presionando con fuerza el cuello de la bruja. —Un médico no podrá salvarla… —¡¿Qué mierda acabas de decir?! —¡Tenemos que llevarla con el doctor de la familia Drake! —¡Por favor, Orlok! ¿Qué diferencia hay con el hospital que está a media calle de aquí? El beta solo la miró fugazmente. —¿Cómo vas a justificar esta mordida, Eva? Además… Contamos con suerte… Pudo haber sido peor… Con brujería Nena podrá sobrevivir. Ella deseaba con toda su alma golpearlo. —¿Contamos con suerte? ¡Mi mejor amiga se está muriendo! —No lo va a hacer… —¡¿Qué?! —Las brujas tienen entes protectores… Además, si a Klaus se le hubiese ocurrido darle de beber de su sangre… Ahora mismo estaríamos todos muertos, ni siquiera yo quiero saber qué tan poderosa podría ser una bruja mitad vampiro… Klaus Strigoi es uno de los vampiros más antiguos del mundo, su fuerza y belleza no se comparaba con alguna otra persona nacida, es por eso que cuando Orlok lo atacó lo único que logró fue sólo derribarlo unos cuántos metros, así que, de cierta forma, Sebastián estaba agradecido de ver en sus ojos diversión y no sed de sangre. —¿Qué es lo que quieres? Atacó, el Alfa, sin quitarle los ojos de encima a su mujer, los guardianes de la familia Drake la estaban rodeando con sus cuerpos, dispuestos a morir si era necesario por ella. —Quería ver si la muerte de mis hermanos menores valía tanto la pena… Un escalofrío recorrió su espina dorsal, había muy pocos betas como para derribar de un solo golpe a Klaus si a este se le daba por atacar primero. Los ojos rojos del vampiro se posaron sobre Eva, el dolor y sufrimiento que brotaban de su cuerpo lo motivaban a seguir viéndola. Nunca en su vida había conocido a una mortal que llorara tanto por una bruja, y menos que sintiera tanto amor por un ser inmortal. —El brujo tenía razón… Eva lo miró rápidamente al oírlo hablar, sabía a qué se refería con eso. —¿Zeekiel? ¿Conoces a Zeekiel? La chiquilla se separó de su mejor amiga, para ahora dirigirse hacia el milenario. —¿Me hablas a mí? Klaus se burló de ella. —¡No seas idiota! Le gritó, provocando que el vampiro se echara a reír, nunca lo habían tratado de esta manera, así que ahora lo comprendía todo. —Con razón Zyghor se obsesionó contigo… Sebastián caminó apurado hacia su mujer, y la escondió detrás de él. —¿Hazael? ¿Qué tiene que ver ese hijo de perra en todo esto? —He venido a ver a la mortal que obsesionó a un demonio, a tal punto de querer poseer el cuerpo del brujo Zeekiel Moonstone, para de este modo, lograr acercarse a ella… Quería ver que tan bella era esta mujer para enloquecer a cuanto inmortal la conoce… Y creo que ya por fin lo entendí… Klaus la recorrió con su mirada de arriba hacia abajo, para luego, pasar saliva con dificultad. Hasta el lugar en donde estaba podía sentir su exquisito aroma virgen, y esa sangre que nadie ha probado antes. —¿Y Zeekiel? Sí Zyghor tomó su cuerpo, ¿En dónde está Zeekiel? La pregunta de Eva los tomó a todos por sorpresa. —¿El brujo? Pues… Muerto… “Muerto” “Muerto” “Muerto” Aquella palabra quería explotar dentro de su cabeza, sin embargo, todo para ella se detuvo al ver como Sebastián, junto a Orlok y Kilian se convirtieron en enormes lobos dispuestos a acabar con la vida de Klaus. Eva corrió hacia el cuerpo débil de su mejor amiga, dispuesta a protegerla. Los guardianes atacaron directamente a Klaus, aunque lobo por lobo comenzaron a caer al suelo con un solo movimiento del vampiro milenario. Sebastián trató de llegar a él, mientras que Orlok lo distraía, de repente, los ojos del lobo n***o recorrieron el jardín de la casa de los Parker en busca de su mujer, pero, lo que encontró fue como una fuerza sobrenatural empezó a rodearla hasta provocarle un ataque epiléptico. La pelinegra con las pocas fuerzas que le quedaban por aquel suceso repentino en donde su cuerpo comenzó a sacudirse de la nada, trató de arrastrarse lejos de la pelea, quedando casi agotada mirando el cielo de Sunny Village, sin embargo, al mirar como una gigantesca sombra negra la rodeaba a tal punto de comenzar a asfixiarla, terminó perdiendo el conocimiento al final de todo. Apenas volvió a abrir sus ojos, algo alrededor no era igual. Todo estaba en rotundo silencio, tan silencioso que lo único que se lograba escuchar era su corta respiración. En Sunny Village no se veía ni una sola alma, ella, trató de buscar a Sebastián, pero ni siquiera a él logró encontrar. “—Aquí estás… La voz profunda de alguien detrás de ella erizó cada vello de su piel, como pudo se giró sobre sus pies para encontrarse con los ojos de Zeekiel, o más bien, alguien que aparentaba ser él. —¿Dónde estoy? Le preguntó, buscado la forma de escapar de allí. —Estoy en tu cabeza… —¿Mi cabeza? —Sí… Es divertido ver todos tus recuerdos… Es excitante. Eva tragó duro. —¿Eres Zeekiel o ese…? —¿Ese? ¿Así le llamas a tu futuro señor? Algo dentro de su pecho se sentía pesado, le costaba demasiado respirar. —¿Qué le hiciste a Zeekiel? —¿Te preocupa tanto un hombre que quiso hacerte daño? Me sorprende las actitudes humanas… —¿No es lo mismo que tú quieres hacerme? ¿Daño? Eva dejó de respirar cuando espabiló suavemente y el demonio ya se encontraba tan cerca de su rostro que podía sentir su respiración contra sus mejillas. —Quiero poseerte… Hacerte mía… —¿Por qué? —¿Cómo que por qué? —Pensé que solo eras un espíritu familiar… —¡¿Espíritu familiar?! ¡¿Qué clase de ofensa es esta?! Zyghor la tomó de los hombros, para luego sacudirla por unos segundos; podía notar que intentaba provocarlo quizás para escapar de aquel oscuro lugar. —¿Por qué codicias algo que no es tuyo? ¡Soy la mujer de un Alfa! ¡No soy una mujer corriente! —A diferencia de los ojos plateados de Zeekiel, Zyghor los tenía casi verdosos con tonalidades doradas, una mirada oscura, llena de maldad y sangre. —Creo que no me conoces… Tomo lo que quiero, y cuando lo quiero, Eva… —El demonio aparecía y desaparecía ante los ojos de la mortal, —te daré un consejo… Sí quieres que tu vida siga siendo la misma, es mejor no hacerme enojar. —¿Y sí lo hago? El hombre olió su cabello en un movimiento rápido. —Verás la sangre de tus padres correr por las calles de Sunny Village… Y si eso no es suficiente… Eva comenzó a gritar cuando Zyghor le mostró una visión tan espantosa que la terminó tirando al suelo. La chiquilla tiró de su cabello al no poder olvidar esa imagen de su cabeza. —No serías capaz… —¿Crees que no sería capaz de matar a Sebastián de esa forma tan dolorosa? Partirlo por la mitad no es nada comparado a la peste que vendrá a este pueblo si no aceptas ser mía, Eva… Sangre correrá en tu nombre a partir de hoy…” Apenas abrió los ojos, y sintió las manos de alguien sobre su cara comenzó a gritar con horror. Sebastián trató de calmarla, mientras que ella veía como Kilian trataba de detener a Klaus. Nena seguía tirada en el suelo, casi sin poder respirar. —Zyghor… Zyghor quiere hacernos daño. —No lo voy a permitir… Rugió, su novio, abrazándola con fuerza. —¡Debemos poner a salvo a Nena! Gritó, Orlok del otro lado de la calle. —¡Tenemos que huir! ¡Él dijo que mataría a mis padres! Su voz salía inestable. —Tus padres están a salvo, nada nos pasará… Espera… —con horror se percató de algo, Klaus ni siquiera se había movido del mismo lugar desde que empezó a atacarlos, esto era demasiado extraño, puesto que al vampiro se le conocía por su modo de ataque sigiloso y rápido acabando con sus oponentes en un abrir y cerrar de ojos. El Alfa giró su cabeza para darse cuenta de la verdad. El Strigoi siempre fue un señuelo, cuando el verdadero ataque fue dirigido hacia Eva. Con miedo revisó su cuerpo encontrándose con una marca que reconocía perfectamente. —¡Dios! ¿Qué es eso? Encaró, ella, aterrada al ver un símbolo en su brazo derecho. —Un sigilo… —¿Sigilo? —Brujería, Eva, Zyghor te ha puesto un sello. —¿Y cómo me lo quito? —Ese es el problema… No se puede quitar hasta que el demonio haya obtenido lo que quiere… A tan solo que… ¿Qué? ¿A tan solo qué? —Qué le pidamos ayuda a Vorxiel… —¡Vayamos por él entonces! —No es así de fácil… Tenemos que invocarlo… Nena es la única que podría hacerlo… Pero, tendríamos que darle algo a cambio… Así como Klaus que de seguro está aquí porque quería algo de este lugar… Él negó, al notar algo extraño en el ambiente. —Yo… No… No… De repente sus ojos se abrieron al ver como la mano de vampiro atravesó sin piedad el pecho de Orlok dejándolo muerto sobre el suelo. Sebastián se maldijo al bajar la guardia, por concentrar su energía sobre Eva no se dio cuenta del verdadero peligro. —¡Nooooooooooo! Rugió el Alfa, corriendo hacia el ser inmortal, entonces, Eva lo comprendió. —Una guerra… Hazael quiere una guerra… Por mí.
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